miércoles, 15 de marzo de 2017

Aguilas y Mazarrón


Hoy íbamos a dirigirnos hacia el sur, para visitar Águilas, población que dista 105 km de La Manga por carretera, un poco mas de 1 hora en el trayecto del autobús.

Águilas municipio de la costa mediterranea, en la Costa Cálida, enclavada en el Golfo de Mazarrón, en la comarca del Alto Guadalentín, cuenta con casi 35.000 habitantes, de los que mas del 12% son extranjeros procedentes, sobre todo, de Europa y de Iberoamérica.

Antes de pasear por sus calles, paseemos un poco por su historia.

Hay vestigios de habitación humana en la zona donde se encuentra Águilas desde el Neolítico, pero los restos mas importantes, que demuestran un interés por el comercio litoral, son de fenicios
 y romanos.

De los romanos le viene el nombre, ya que ellos, establecidos en el cerro donde construyeron una atalaya, la llamaron Aquilae.

Aquilae floreció entre los s.s.I y III,  y llego a su máximo esplendor entre los s.s. III y IV,  con factorías de salazones y de salsa "garum", fabricas de cerámica para hacer los recipientes, ánforas y demás, necesarios para trasladar los productos pesqueros, el cultivo de la vid y el olivar, así como la elaboración del esparto, que ha sido una de las materias primas que han contribuido a la economía de la zona.

En el s. V comenzaron las invasiones de los bárbaros, tocando en ese territorio los vándalos; no se sabe a ciencia cierta si esta tribu destruyo todo lo que había en esa zona, de hecho se ha conservado el nombre de vándalo como descriptivo de gran destructor, o fue la crisis, económica y general que acabo con el Imperio Romano, lo que condujo al abandono de Aquilae a partir del s. VI, de manera que no se tienen noticias de poblamiento hasta el s. XI, durante la dominación musulmana, en que se reconstruyo la torre que habían levantado los romanos, en el cerro.

En el plan de reconquista cristiana del Levante, llevada a cabo por el Infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio, por encargo de su padre Fernando III, el Santo, y tras el Tratado de Alcaraz, el reino de taifa musulmán de Murcia paso a ser un Protectorado castellano, durante el cual se produjo un nuevo despoblamiento de Águilas, que no había pasado de ser una muy pequeña población de agricultores, por los enfrentamientos continuos entre cristianos y musulmanes del reino nazarí de Granada.

Durante los s.s.XVI y XVII, los ataques de los piratas berberiscos e ingleses hicieron que la costa de Águilas continuara casi desierta. Por orden de Felipe II y de los demás reyes Habsburgo se construyeron algunas torres de vigilancia, con dotación mínima de soldados, pero que tenían gran importancia en la defensa de la costa.

En el s. XVIII, durante el reinado de Fernando VI, se construyo el castillo de San Juan de las Águilas, inaugurado en 1.765
                                                                   

                                                                                     

La visita que hizo al Castillo de San Juan el conde de Aranda, Pedro Pablo Abarca de Bolea (1.719-1.789), militar y estadista ilustrado, que intervino en política durante los reinados de Fernando VI, Carlos III y Carlos IV,
                                                                 

tuvo una importancia decisiva para la fundación de Águilas; en efecto desde aquella atalaya contemplo el mar y el entorno desolado y dijo:

"podría formarse un vecindario interesante con caseríos y calles arregladas, para cuya hermosura y   comodidad facilitaría por mi parte el plano mas adecuado al terreno y comodidades..."

Y dicho y hecho, los planos llegaron y las obras también; el conde de Aranda, a la sazón ministro de Carlos III, fue informando al rey de la realización de la nueva población murciana.

En los comienzos del s. XIX cuando las autoridades españolas habían aceptado el paso del ejercito de Napoleón por el territorio español, camino de Portugal, para enfrentarse allí a los ingleses, con el desatroso resultado tramposo de la invasión del territorio español, se había recomendado a la población que tratara bien al ejercito francés y se le suministrara según sus necesidades, de manera que en la región de Murcia se siguieron estas indicaciones, hasta que llegaron las noticias del levantamiento popular contra el invasor, en Madrid y otras localidades, al que se unieron.

Mientras, el ejercito francés de carácter atroz y brutal, se comportaba como en resto de la España invadida, cometiendo toda clase de robos, saqueos, violaciones y asesinatos, de los cuales Águilas no estuvo exenta, sino que fue saqueada y robada, varias veces.

Además de la catástrofe general, ya que el país quedo arruinado tras la Guerra de la Independencia, hubo un epidemia de peste en 1.812, que dejo a Águilas, nuevamente, casi despoblado y lo que quedaba quedo constituido como una pedanía de Lorca.

Hasta 1.834 no logro Águilas emanciparse de Lorca y tener Ayuntamiento propio.

Un golpe de suerte, después de muchas calamidades y vicisitudes, hizo que en 1.838 se descubrieran en la zona minas de plata, plomo y hierro, lo cual hizo crecer tanto la población, como las casas y las calles de Águilas.

Las primeras fundiciones estaban al lado de las minas, las siguientes estaban cercanas a las mismas, hasta que, al final de la década de 1.870, compañías mineras inglesas y francesas se habían hecho con el control de las minas, debido a la inestabilidad y mala gestión de las primeras compañías españolas.

La compañía inglesa The Great Southern Spain Rail Way Company Limited se hizo cargo de la construcción del ferrocarril a Águilas y del embarcadero del Hornillo, para la salida de las mercancías.
                                                                                     
                                                                                   
                                                             
Tras la Guerra Civil (1.936-1.939) se produjo un movimiento migratorio hacia Cataluña en España, Francia, Suiza y Alemania en Europa, que hizo descender el número de habitantes de Águilas.

Fue a partir de la década de los 60 del s. XX cuando empezó a despegar la economía de Águilas, con la implantación del cultivo agrario intensivo, principalmente de frutas y hortalizas de invernadero, y el desarrollo del turismo.

Hoy día Águilas es un próspero municipio, que basa su economía en productos agroalimentarios y en un creciente sector turístico, presente desde los años 70 del s. XX, que ha puesto en valor sus playas y su clima.

Desde el final de los años 90 se han hecho numerosas obras para adecuar la ciudad al turismo de calidad, como el Paseo Marítimo de Levante, el acondicionamiento de varias playas, restauración de monumentos, creación de museos, y mejoras en la señalización viaria.

Bien, pues ya habíamos llegado a Águilas.

Nuestra primera parada, técnica, fue en el nuevo centro comercial, en la zona del Hornillo, donde pudimos descansar unos momentos y tomar un café.
                                                                                         

Cerca se encuentran el embarcadero del Hornillo, y la playa del mismo nombre, que antes estaban alejados del casco urbano, pero ahora están ya, practicamente,incluidos en él.

El Embarcadero es una gran obra, construida con hierro y hormigón, del ingeniero británico Gustavo Gillman (1.856-1.922), para la compañía inglesa citada mas arriba. Cuando el embarcadero cerro y tras años de abandono, y utilización como piscifactoría, ahora luce, restaurado, como un interesante monumento industrial.
                                                                               

Contemplamos también el bonito paisaje con la bahía, podríamos decir, protegida por la Isla del Fraile, habitada desde la Antigüedad por los romanos, y donde se ha encontrado ánforas, platos del s. IV y cerámica. Allí se elaboraba de apreciada salsa "garum", que se exportaba a todo el Imperio Romano.
                                                                                    

Un interesante rincón detrás de la playa del Hornillo, son las Escaleras del Rincón Hornillo, ejemplo de arte, inspiración y perseverancia de Juan Martinez, conocido como Casuco, (Lorca, 1.955), futbolista y entrenador, actualmente del equipo Águilas F.C., que paso 12 años desarrollando esa pequeña esquina, construida por él mismo pieza a pieza, incluyendo los elementos de hierro forjado, con azulejos rotos recogidos de contenedores y basureros, que, por su estética, recuerda las obras del gran arquitecto, diseñador y artista Antonio Gaudí (1.852-1.926), como el Parque Guell de Barcelona. 
                                                                                                

Para seguir con el ferrocarril, visitamos a continuación el pequeño Museo del Ferrocarril, con referencias tanto al ferrocarril, como a los que lo condujeron.
                                                                               

El museo creado en 1.985 por la Asociación de Amigos del Ferrocarril El Labradorcico de Águilas, se encuentra ubicado en la planta sótano del edificio de la Estación del Ferrocarril de Águilas, donde ocupa el lugar que la concesionaria del ferrocarril, la compañía inglesa, ya citada, G.S.S.R. utilizaba como archivo y caja fuerte.

En la sala principal del museo de gruesos muros de ladrillo visto, y techos en forma de bóveda se exhiben desde interesantes fotografías sobre la historia del ferrocarril de Lorca a Baza y Águilas, como instrumentos y objetos utilizados en la explotación ferroviaria de aquellos tiempos, como faroles de llama, relojes, uniformes, etc. de los que la exposición cuenta con 500.
                                                                            
  
Seguidamente nos dejaron en el paseo marítimo, para explorar Águilas por nuestra cuenta.

Teníamos interés en pasear por la ciudad ya que en ella veranea una querida amiga nuestra, que naturalmente no estaba en esos momentos en Águilas, ya que era invierno.


Águilas tiene un precioso paisaje marino, con dos playas urbanas y unos cerros, sobre uno de los cuales se encuentra el castillo de San Juan
                                                            

mientras que otro de ellos tiene forma de águila acostada, que probablemente sea el origen de su nombre.
                                                                 
                                                                  
Después nos adentramos por el casco urbano, admirando el edificio del Ayuntamiento.


El Ayuntamiento de Águilas, centro neurálgico de la ciudad, está situado en la Plaza de España; fue construido en el s. XIX, en estilo neomúdejar.

A la plaza de España confluyen ocho calles principales de la ciudad y está rodeada de jardines y de bellas  fachadas del s. XIX, entre la que destaca la del Ayuntamiento, que paso a propiedad municipal en 1.939.

En la misma plaza se encuentra la Iglesia Parroquial de San José, primera parroquia de Águilas, tras su separación diocesana de Lorca en 1.790
                                                                 

La primitiva parroquia estuvo instalada en un antiguo almacén de esparto, habilitado para el culto, hasta que en 1.810 se empezó a construir la que ahora vemos. Las obras duraron cuarenta y tres años, hasta que concluyeron en 1.853.

Tanto el exterior como el interior son de estilo neoclásico y austeros en lineas y decoración. La fachada está enmarcada por dos torres.

El interior tiene un retablo mayor de mármol y nuevo ya que se coloco recientemente con motivo de la reforma del prebisterio en 2.003.
                                                                               
                                       
                                                                                                                           
Seguidamente, por una de las ocho calles, que salen de la Plaza de España, y después de seguir la recomendación de la guía, nos llegamos hasta el Museo Arqueológico Municipal de Águilas, en la calle Conde de Aranda, 8.

El museo, creado en 2.000, está instalado en un edificio del s. XIX 
                                                                   

y recorre los distintos periodos históricos, desde los primeros asentamientos, hasta época moderna y contemporánea. De la colección romana, la mas importante, destacan la cantidad de restos extraídos en la ultimas excavaciones, con muchos objetos, entre ellos monedas, que documentan la presencia romana en Águilas, visita muy interesante.
                                                                           

Tras el recorrido por este pequeño pero ilustrativo museo, caminamos por un buen trecho del paseo marítimo que contornea la amplia bahía de Aguilas, desde el muelle de pescadores hasta la playa de Poniente.

Había llegado la hora de comer, para lo cual fuimos trasladados a Mazarrón, población cercana a Águilas desierta en esta época del año, cerca de la playa, ese debe ser el motivo de que hiciéramos allí la comida, -de la que por otra parte no hay nada que recordar-: para dotar de un poco de vida a este lugar, desolado en invierno.

                                                                          
Sin embargo Mazarron tiene mas de 30.000 habitantes y es uno de los principales centros turísticos de la región de Murcia.

El municipio se encuentra enmarcado entre el mar y las montañas por sierras del litoral, la Sierra de la Almenara y la Sierra de las Moreras en la parte occidental y la Sierra del Algarrobo en la oriental, todas ellas pertenecientes a las estribaciones del Sistema Bético, mientras su franja costera se encuentra en el centro del Golfo de Mazarrón, por lo que cuenta con 35 km de playas, la mayoría de arena fina.
                                                                        

Una particularidad de Mazarrón, esta referente al clima, se sitúa entre los meses de Septiembre y Octubre, en los que, con frecuencia, se produce el fenómeno de la "gota fría", durante el cual formaciones tormentosas en altura, pueden descargar grandes cantidades de lluvia en pocas horas, produciendo inundaciones y violentas escorrentias en las ramblas, la mas famosa y peligrosa de las cuales es la Rambla de la Morera.

En cuanto a la Prehistoria e Historia, los testimonios mas antiguos de presencia humana en el termino municipal de Mazarrón datan del Paleolitico Medio.

Muy importantes son los restos arqueológicos de la colonización fenicia encontrados en una de las playas de Mazarron, de donde se ha extraído un barco fenicio y se proyecta extraer otro con 2.600 años de antigüedad, que sitúa a Mazarron como puerto de enlace del comercio entre Ebussus (Ibiza) y Gadir (Cádiz).

La historia de Mazarrón es practicamene la misma de Aguilas y de todo el Levante.

A los fenicios y cartagineses sucedieron los romanos, que se implantaron en la zona entre los s.s. II y I a.C, explotando las minas de plata y plomo allí existentes, así como con el establecimiento, en la costa,  de factorías de "garum", la apreciada salsa elaborada a partir de vísceras fermentadas de pescado, consumida por las clases altas en todo el imperio.

Sin noticias de visigodos y bizantinos, que también transitaron por la zona, tampoco hay referencias de la ocupación musulmanes, que seguramente se produjo, siendo las primeras de la conquista de  la taifa de Murcia en 1.243 por el infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X, el Sabio, nla que Mazarrón fue unido a Lorca,ocupando la zona fronteriza con el reino de Granada, escenario de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes del reino de Granada.

Una vez terminada la Reconquista con la toma de Granada por los Reyes Católicos, en 1.492, se desarrollo grandemente la minería del alumbre, y cuando esta decayó por motivos internacionales, fue sustituida, en los s.s.XVII y XVIII, como motor económico, por la almagra, silicato de aluminio y cuarzo, variedad de ocre rojo, pigmento empleado en pintura artística y en alfarería, como una de las técnica de decoración cromática mas antiguas, y también por el esparto que se daba en toda la región, todo lo cual produjo un auge demográfico, también ayudado por la instalación del ferrocarril, que unía Mazarron con el puerto.

A mediados del s. XX la actividad minera desapareció y la económica desde entonces está basada en el cultivo intensivo de las explotaciones agrícolas, y el turismo.

Tras la comida dimos un paseo por la playa que estaba mas cerca del restaurante, desierta en esa época invernal,
                                                                                    

 haciendo tiempo para visitar el Museo Arqueológico que contiene importantes restos romanos y otros. En efecto el puerto de Mazarrón constituyo, en los s.s. IV y V un gran centro económico en el litoral murciano, vinculado a la producción pesquera. Junto a las instalaciones portuarias se ubicaba en esos siglos una gran factoría de salazones y garum, que ocupaba una gran extensión, en el margen derecho de la bahía, cerca del actual museo.

En el museo, muy bien acondicionado y didáctico se exhiben los restos arqueológicos de la fabrica de salazones y del resto del rico patrimonio arqueológico con que cuenta Mazarrón y el Puerto de Mazarrón
                                                                                      

Tras esta amplia visita a Mazarrón aun nos quedaba por contemplar, en este caso una formación geológica cercana a esta población, y bien curiosa por cierto.
                                                                           

Son las formaciones rocosas llamadas Gredas de Bolnuevo, compuestas, principalmente, por arcillas sobre las que se han modelado caprichosas formas, como se puede ver en la muestra, por la acción del viento y de la lluvia.

Tras esta última e impactante visita seguimos ruta hasta La Manga.  

1 comentario:

  1. ¡Qué bueno que encararon obras para mantener un turismo de calidad!

    Se ve que es un lugar muy lindo, bueno , ¿qué lugar sobre el Meditarráneo no lo es?

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