domingo, 29 de septiembre de 2019

2º día en Cantabria: Potes, Mogrovejo y Liebana


Estábamos en Potes, donde íbamos a comer. Esplendida comida, de buen recuerdo, en el restaurante Casa Cayo, uno de los establecimientos mas antiguos y acreditados, referencia gastronómica de Potes, que abrió sus puertas en 1.936, en la calle Cantabra, centro de la ciudad.

Allí tomamos uno de sus menús clásicos, rabas, cocido lebaniego y natillas con merengue, un menú, diría yo explosivo, propio para poner en marcha de nuevo, al finalizarlo, a los senderistas.
                                                                     


Potes, con mas de 1.350 habitantes es una preciosa villa cercana a los Picos de Europa, entre las Sierras de Peña Labra y Peña Sacra, al pie del pico Arabedes (694 msnv), capital de la comarca de Liebana, está situada en la confluencia de cuatro valles, en un punto estratégico donde confluyen el río Quiviesa, afluente del Deva, que divide la villa en dos partes;disfruta de un microclima al estar protegida por tantas montañas, que hace la zona mas cálida y seca.

                           
                                                                                        

Aunque los romanos tuvieron problemas en el N de la Península Ibérica con las díscolas tribus que habitaban en esta amplia zona, con las cuales mantuvieron las llamadas Guerras Cántabras, sin llegar nunca a dominar completamente el territorio, no se tiene noticias sobre Potes en la Antigüedad,

Con la invasión musulmana de 711, los Picos de Europa se convierten nuevamente en lugar de refugio y de resistencia. Aquella época queda descrita en las crónicas recogidas tras la batalla de Covadonga de 722. Liebana, como lugar seguro, se convierte en destino de los que huyen de los moros, y que llevan consigo, entre otras cosas, las reliquias conservadas, que van al monasterio de Santo Toribio de Liebana 

Aparece en la historia con la repoblación del territorio que hizo Alfonso I de Asturias, siendo la primera mención del año 847, con el nombre de Paunes.

Durante la Edad Media, la localidad, como todo el valle de Liebana, se vio implicada en las disputas entre los linajes de Manrique y Mendoza, pleito que dirimió el rey Juan II, alrededor de 1.444 a favor del Marques de Santillana, Iñigo Lopez de Mendoza. 

Los Mendoza hicieron de Potes la capital de Liebana, erigieron la Torre del Infantado, y otras construcciones como la cercana Torre de Orejón de la Lama y el Puente de San Cayetano.
                                                                         
Después de la batalla de Covadonga los moros no vuelven por este territorio, lo que permite su desarrollo cristiano con la fundación de numerosos monasterios, al menos veinte, impulsores del cultivo de la vid, que perdura hasta ahora, en sus extensos territorios 

En la Edad Moderna sigo siendo un Señorío en manos del Duque del Infantado, que durara hasta el s. XIX.

Tras la invasión napoleónica a principios del s. XIX, la resistencia contra el invasor se produce en una constante guerra de guerrillas. Tres veces entraron las tropas francesas en Potes y otras tantas fueron desalojadas.

En 1.822 Potes tuvo Ayuntamiento propio, en la recién creada provincia de Cantabria.

Muchos lugareños emigraron a América, a Cuba, Méjico, Argentina y las riquezas traídas desde allí permitieron la construcción de algunos edificios notables. 

Esto provoco una alta despoblación rural, que se acelera en los años 60, 70 y 80 del s. XX, ya en el territorio nacional.

Durante la Guerra Civil (1.936-39) Potes sufrió un incendio provocado por el bando republicano, que destruyo su casco histórico, reconstruido por el régimen de Franco.

La aparición del turismo, visitada por los amantes de la naturaleza, con el Parque Nacional de los Picos de Europa, la gastronomía, de la que habíamos disfrutado,  su casco histórico, la construcción del Parador Nacional y del teleferico de Fuente Dé en 1.960, frena  el éxodo y recupera la economía de la comarca.

Tras la magnifica comida de la que he hablado mas arriba,  nos desplazamos en el bus para visitar un interesante pueblo de la zona, Mogrovejo.
                                                                               
                                                                            
Mogrovejo, que pertenece al municipio de Camaleño, es un pequeño pueblo, con tan solo 44 habitantes.
                                                            

La visita merece la pena, para empaparse de su sabor antiguo, de su conservación que nos traslada a otros tiempos, con sus casonas de sillería y mampostería, con sus balconadas de forja, construidas entre los s.s. XVI y XVIII, cercadas con altos muros y entradas monumentales, con los Picos de Europa como fondo.
                                                                            
                                                                       
Destaca entre las casonas la Torre, construida a finales del s. XIII por los Señores de Mogrovejo descendientes del caballero que fue Alférez de don Pelayo en la batalla de Covadonga, inicio de la reconquista tras la invasión musulmana del s. VIII.

                            

Debido a una unión matrimonial celebrada en el s. XVIII, la Torre paso a poder de la familia Alvarez de Miranda, originarios de Benllera, lugar perteneciente al municipio de Carrocera en León, que la conserva hasta la fecha.

La Torre sobresale de entre las casas, con sus 21 m de altura. Rodeada de un muro perimetral, tiene planta cuadrada, almenas y ventanas geminadas. Actualmente se encuentra vacía por dentro y en proceso de restauración.





Todavía nos quedaba, casi podríamos decir, el plato fuerte de la comarca de Liebana, también del municipio de Camaleño, el monasterio de Santo Toribio de Liebana.
                                                                     
El monasterio se encuentra a dos km de Potes, en la ladera norte del monte de La Viorna, en las estribaciones de los Picos de Europa.

Aunque el origen del monasterio no está del todo claro, se cree, sin embargo, que su fundador fue un  obispo de Palencia llamado Toribio, que en el s. VI se retiro con algunos de sus acólitos a este lugar, para vivir conforme a la regla benedictina.

En un primer momento el monasterio fue consagrado a San Martín de Turieno, para pasar mas tarde a llamarse Monasterio de Santo Toribio de Liebana, cuya primera referencia, escrita con este nombre, data del 1.125.

Se cree que que en el s. VIII, los restos mortales de Santo Toribio, obispo de Astorga, junto a algunas reliquias que el santo había traído de Tierra Santa, como el Lignum Crucis, el trozo de la cruz de Cristo mas grande que se conserva hasta el día de hoy, y que se venera en el monasterio, fueron trasladadas al mismo para protegerlos de los musulmanes, que habían invadido España en 711.

En 1.512 el Papa Julio II, otorga mediante una bula el privilegio de celebrar el Año Jubilar Lebaniego al  monasterio de Santo Toribio, que se celebra cuando el día 16 de abril, día de santo Toribio, cae en domingo y que pronto se convirtió en un centro religioso y cultural, lugar de peregrinación, de uno de los lugares santos mas importantes de la cristiandad, en toda Europa durante la Edad Media.

En la inauguración del último Año Jubilar Lebaniego en 2.017, el compositor francés Jean Michel Jarre ofreció el espectáculo "The Connection Concert " en el Monasterio de Santo Toribio de Liebana, que congrego a cerca de 6.000 personas

Para esta celebración se procede a abrir la Puerta del Perdón, que concede las indulgencias, o perdón de los pecados.
                                                                                                 
                                                                             

Desde el s. VIII estuvo habitado por monjes benedictinos hasta la Desamortizacion de 1.837, en que lo tuvieron que abandonar.

Actualmente, y desde 1.965 es una comunidad de monjes franciscanos, la que vive en él y la que lo  cuida.

Fue declarado Monumento Nacional en 1.958; en 2.015 la Unesco aprobó la ampliación del Camino de Santiago, en la cual fue incluido el Monasterio de Liebana.
                                                                                 
                                                                         
                                                                             




















En el Monasterio de San Martín de Turieno, actualmente Monasterio de Santo Toribio de Liebana, (como ya he dicho mas arriba) vivió y escribió, a finales del s. VIII un monje, Beato de Liebana, autor de una extensa obra, cuyo mas conocido titulo son los "Comentarios al Apocalipsis" de San Juan" último libro del Canon del Nuevo Testamento bíblico.

Beato de Liebana fue un personaje importante de la época, en este entorno de los valles cántabros, poblados por los cristianos refugiados tras la invasión musulmana, en los que Beato defendía la independencia, ortodoxia y pureza de los dogmas, resaltando el poder cristiano de Asturias; hay que decir que su obra tuvo un enorme éxito durante cinco siglos.

La importancia de este erudito monje, Beato, en la historia de España es aun mayor, ya que es el primer español que cita a Santiago como patrón de España, en la primera redacción de sus "Comentarios sobre el Apocalipsis" y en el escribe el himno "O Dei Verbum"en honor del apóstol Santiago, a quien canta
                                                  -caput refulgens aureum ispaniae-"

                                                 (áurea cabeza refulgente de España)

himno que contribuyo grandemente al descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago en Compostela en el año 814, y el consiguiente flujo de peregrinaciones durante toda la Edad Media.

En cuanto a su obra "Comentarios sobre el Apocalipsis de San Juan", terminado hacia 796, Beato tan obsesionado como sus contemporaneos por lo que creían, el inminente advenimiento del fin del mundo, que según cálculos de la época sucedería sobre el año 800, escribió la obra para calmar a monjes y fieles, sobre un texto de tan difícil interpretación, temores y terrores incrementados en España por la invasión islámica y el fin del reino cristiano visigodo.

A partir de esa fecha el códice fue copiado docenas de veces por los monjes de los monasterios cristianos del noroeste de aquel germen que acabaría siendo España, a las que se denomina beatos.

Han sobrevivido 35 copias manuscritas, conservadas en distintas instituciones, 24 de las cuales contienen miniaturas, quizás, hoy día, lo mas importante de estos libros.

 Paso la fecha temida sin que nada sucediera, pero siguieron haciéndose copias en el norte peninsular, hasta que llego el año 1.000, con la misma temible creencia en la llegada del fin del mundo y otras fechas aterradoras, de manera  que el texto siempre tenía sentido para los lectores.

Las maravillosas miniaturas que ilustran los beatos; su exótico y misterioso expresionismo prerrománico, se ha atribuido a influencias artísticas que van desde el tardo romano y bizantino al visigodo y carolingio, veanse algunas de ellas.





Asi que llegamos a este Monasterio de antiquisima fundación, parece que remonta al s. VI, aunque el edificio que hoy vemos se debe a diferente construcciones a lo largo de los siglos.

Del año 1,256 queda constancia escrita de que se estaba reconstruyendo y de esos años es la iglesia de estilo gotico.

                                                                                   



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