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miércoles, 8 de abril de 2020

6º día en Asturias. Real Sitio de Covadonga

                                                                                                                                               

Desde Buferrera, fuimos, esta vez en bus, hasta el Real Sitio de Covadonga.

En la basílica se acababa de celebrar una boda, y coincidimos con la salida de los novios, después de la ceremonia. Una banda asturiana de gaitas los esperaba, con melodías patrióticas, regionales y festivas. Tuvimos un agradable e inesperado espectáculo.
                                                                                         

                                                           
Conozcamos un poco este interesante lugar, antes de recorrerlo.

En este maravilloso entorno natural,  fue creado en 1.918 el primer Parque nacional, por iniciativa del rey Alfonso XIII, con el nombre de Parque nacional de la Montaña de Covadonga, nombre que conservo hasta 1.995 en que fue cambiado por el de Parque Nacional de los Picos de Europa.
                                                                         

Para su ubicación no se podía haber escogido mejor lugar y entorno, ya que a los pies del monte Auseva, se encuentra el conjunto monumental del Real Sitio de Covadonga, formado por la Santa Cueva de Covadonga, donde se desarrolla el culto católico, el Monasterio de San Pedro, la Basílica de  Santa María la Real, y otras instalaciones mas modernas como el Museo del Real Sitio.

En este lugar se desarrollo la Batalla de Covadonga, en 722, en la cual el caudillo visigodo don Pelayo derroto a las tropas musulmanas, que habían invadido España en 711,
                                                                               
                                                                       Don Pelayo
                                 Miniatura medieval conservada en la Biblioteca Nacional de España

A raíz de esta victoria se constituyo el primer reino cristiano de la Península Ibérica, marcando el comienzo de la Reconquista.

Según la historiografía procedente de las crónicas cristianas y musulmanas, las tropas de don Pelayo se refugiaron en la Cueva, donde la leyenda decía se le habia aparecido anteriormente la Virgen, y desde ese lugar estratégico, sin enfrentamiento de grandes ejércitos, ni batalla campal, pusieron en fuga a los musulmanes, que ya no volvieron por esos pagos, estableciendo un punto de inflexión en la situación política y militar del territorio.

Parece que don Pelayo, a raíz de la victoria, construyo una pequeña capilla en honor a la Virgen, en la Cueva. Esta capilla habría sido ampliada por Alfonso I de Asturias (693-757), yerno y sucesor de don Pelayo a mediados el s. VIII, pero, de estas primitivas construcciones no se ha conservado nada.

También sería Alfonso I el fundador del monasterio benedictino de San Pedro, que sería el encargado de cuidar el lugar.

Diversas circunstancias, como lo inhóspito del terreno y la gran y casi inaccesible distancia entre este lugar y los principales centros de poder, hicieron caer en decadencia este importante sitio, relatado por el  historiador y arqueólogo  Ambrosio de Morales (1.513-1.591), que visito Asturias en 1.575, y que comenta, entre otras cosas,  como en la Cueva se encontraban los sepulcros de don Pelayo y de su esposa doña Gaudiosa, así como del rey Alfonso I y de su mujer la reina Ermesinda; de los primeros se encuentra la tumba en un pequeño nicho del pasillo que lleva a la Santa Cueva
                                                               

Tras la miseria, desgracias e incendios de todo lo que se había ido construyendo en la Cueva, muchos años después el rey Carlos III (1.716-1.788), encargo a su arquitecto Ventura Rodriguez (1.717-1.785), la construcción de una nueva capilla; pero lo que resulto un monumental proyecto que se empezó a  construir en 1.788, fue abandonado tras diez años de trabajos, por falta de financiación.

Fracasado este proyecto, el lugar continuo su particular letargo, con algunas desgracias mas, hasta que en 1.868, fue nombrado obispo de la diócesis de Oviedo monseñor Benito Sanz y Forés, que comenzó un nuevo proyecto, encargando la construcción al arquitecto alemán residente en Asturias (Corao), Roberto Frassinelli (1.811-1.887); además de restaurar y hacer las obras necesarias dentro y al lado de la Cueva, en el año 1.874 se comenzó la nueva basílica.

Ya en el s. XX el arquitecto asturiano Luis Menendez Pidal (Pajares,1.861-1.932), autor de buena parte de lo que, hoy día, se puede ver en la Cueva, como el baldaquino y el altar donde está instalada la talla de la Virgen de Covadonga, que los asturianos, muy devotos de la misma, llaman la Santina.

La Santa Cueva es una gruta natural que se abre en el monte Auseva. Por debajo de la cueva una corriente de agua, procedente del rio Deva cae a un lago, en forma de cascada.
                                                                   

Desde el lago se accede por una escalera a ella, guardada por dos leones tallados en mármol de Carrara.
                                                                                         

 Ya arriba se camina por un pasadizo, en parte natural y otra parte tallado en la roca, en cuyo lado derecho hay una pequeña y humilde inscripción que anuncia el sepulcro de don Pelayo y su esposa (ver mas arriba).
                                                                                                                                                            



Por ultimo se llega al camarín de la Virgen, cuya talla se encuentra sobre el altar.
                                                                          
El día que pasamos por allí el manto de la Virgen era blanco, pero la imagen tiene mas de medio centenar de mantos, su fondo de armario, como quien dice. Este atuendo es del todo necesario ya que la imagen solo tiene talladas las manos y la cara.


Luego subimos hasta la explanada donde está la Basílica de Covadonga, seguramente lo mas destacable, como monumento, del lugar, ya que corona una colina en medio de un valle.
                                                                                   
 La vista mas espectacular se tiene cuando se llega desde Cangas de Onís. Tras una subida continua, y casi de manera sorpresiva se tiene delante el templo.

La Basílica de Santa María la Real de Covadonga, construida integramente con una bella piedra caliza de color rosa de las inmediaciones, fue ideada por el arquitecto, ya nombrado mas arriba, Roberto Frassinelli y levantada entre 1.877 y 1.901 por el arquitecto español, Federico Aparici y Soriano (1.832-1.917).

Tan magnifico y costoso templo se edifico para representar con la dignidad debida, tan emblemático desde el punto de vista histórico, político y religioso, como es Covadonga, como ya he relatado.

El estilo de la basílica es neorrománico, con dos torres iguales a los lados.

El interior, muy sencillo, tiene tres naves, siendo la central mas alta que las otras dos.

                                      


                                         
 Las naves tiene iluminación natural mediante sus grandes ventanales y poca decoración excepto en el ábside, y en el altar mayor, donde hay algunos cuadros y otros elementos religiosos y decorativos dignos de ver con detenimiento.
                                                       

cEntre la basílica y la Cueva está la explanada, donde en unos jardines, al lado izquierdo se encuentra la escultura en bronce que representa a don Pelayo, realizada por el escultor Gerardo Zaragoza (1.901-1.985) en 1.964.                                                                             
                                                   

Otros elementos y monumentos se encuentran en la explanada, de los que citare el nuevo Museo del Real Sitio de Covadonga, la Campanona, campana de 3 m de altura y 4 toneladas de peso, construida en 1.900 por el escultor italiano Francesco Saverio Sentini, 
                                                                                  

Habíamos recorrido todo el amplio recinto del Santuario de Covadonga, tan evocador e importante para los españoles.

Todavía nos faltaba la última visita del día. Volvimos a Cantabria para conocer y recorrer la Cueva del Soplao, un monumento natural digno de verse.

Será para otro capítulo

domingo, 29 de marzo de 2020

6º día en Asturias. Los lagos de Covadonga

                                                                              

Madrugamos para desplazarnos a los Lagos de Covadonga; el bus empleo algo mas de 1 hora y media para cubrir los 80 k y pico del trayecto.

El día se presento precioso, con sol, y una  temperatura agradable, como es habitual en esas alturas y en el verano asturiano.


Antes de recorrerlos sepamos algo de ellos.

Los lagos de Covadonga son un conjunto formado por tres lagos de origen glaciar: los lagos Enol, Ercina y Bricial, que se encuentran en Parque Nacional de los Picos de Europa, del cual he hablado en en capitulo anterior.


Se situan en el concejo de Cangas de Onis; de la cual hay que partir, hasta el real Sitio de Covadonga, y de alli por una carretera de montaña, que salda un desnivel de casi 1.000 m, subir los empinados
14, 5 km hasta llegar al primero de los tres lagos, el lago Enol.

Los lagos Enol y Ercina, ya que el Bricial solo tiene agua enel deshileo o en época de lluvias abundantes, son  dos preciosos espejos de origen glaciar, que reflejan los colores, las formas y las majestuosas montañas circundantes.
                                                 

El lago Enol es el mas grande de los tres. Está a 1.075 msnm, con 750 m de largo por 400 m de ancho y 25 m de profundidad.
                                                                     

El lago Ercina está un poco mas alto a 1.180 msnm:; una pequeña colina, la Picota del Enol impide unirse a los dos lagos.

El lago Bricial es un lago o laguna temporal, alimentado por una espectacular cascada; poco conocido y poco frecuentado; cerca de la laguna hay un hayedo,áarbol frecuente en Asturias.

Bien pues ya teniamos al lago Enol delante de nosotros y, sin pensarlo mas, empezamos a rodearlo: en algún tramo el sendero desaparecía y había que caminar entre piedras que estaban sobresalian el agua y que había que pisar con cuidado de no resbalar y caer al lago; pero, este primer recorrido fue fántastico.

Tras haber bordeado la orilla del lago llegamos la inmensa pradería de la Vega de Enol, con una ligera pendiente
                                             

                                                                         


donde esplendidos ejemplares vacunos, algunas con sus crias, preciosos terneritos, pastaban tranquilamente.

                                                               
Casi tanta curiosidad como mostarmos nosotros, se vio que tenian ellas, que paraban de comer hierba para mirarnos
                                                                                           
En la cima de la pendiente encontramos la pequeña ermita de piedra del Buen Pastor
                                                                     

La Ermita del Buen Pastor fue mandada a consrturir en los años 40 del s. XX por el entonces alcalde de Cangas de Onis, don Emilio Gonzalez Capitel, aparejador que ocupo este cargo entre 1.937 a 1.943, reformando el antiguo refugio de pastores, para que los pastores de este lugar, remoto entonces en la geografia asturiana, tuvieran un lugar donde seguir la practica de su religión cátolica.

Actualmente en el entorno de la ermita de Buen Pastor se concentran, el 25 de julio de cada año, cientos de personas para celebrar la conocida como "romeria del cielo" evento que sirve para nombrar el regidor de pastos de la Montaña de Covadonga durante el año.

Durante la fiesta del pastor se celebran diversas actividades,como carretas, la subida a la Porra del Enol y una comida campestre, entre otras.

Continuamos ruta internandonos por un sendero que discurria por oquedades de las calizas, sumideros, grutas y acanaladuras, adornados con helechos y el hayedo llamado Bosque de Palombero, donde habitan corzos y jabalies, que no vimos,
                                                       

                                                                               

                                                                                     
pero si algunos ejemplares de haya, como este.
                                                                                       

Pudimos ver el lugar donde, tras el deshielo, se produce la laguna Bricial:

Y tras una larga caminata por entre diversos accidentes geograficos, como cuestas, piedras, serpenteantes y a veces estrechos senderos

                                                                         
y tambien vacas
                                                                                                                                                     





llegamos a una pequeña casa,


tras la cual aparecio el lago Ercina
                                                                       

                                                                           



                                                                         
El lago Ercina, se encuentra a 1.108 msnm, con 3 m de profundidad; es menor que el lago Enol, y como él de origen glaciar, de forma alargada y fondo plano, cuyo tamaño definitivo tuvo mucho que ver con la mina de Buferrera, que visitamos a continuación, para la cual se construyo un dique de 1 m y medio de altura en un extremo del lago, para embalsar las aguas que se perdían por el sumidero.

Después de dencansar un rato contemplando el maravilloso lago y su entorno, había llegado la hora de comer.

Para eso subimos otra pradería que cambiaba completamente el paisaje, ya que estaba coronada por un complejo de restauracion, un gran aparcamiento  lleno de coches y mucha gente; la paz del entorno se había acabado, pero como es evidente, todo el mundo, y con toda la razón, tiene que disfrutar donde quiere y puede.

Nosotros teniamos una comida de "picnic", es decir, bocadillos, algo de fruta y bebidas enlatadas.

Nos sentamos en un  lado del prado y ¡a comer!


                                                                                     
Tras este rato, en esta ocasión mas que la  maravillosa naturaleza contemplamos a gentes que iban y venían por los alrededores de nuestra  ubicación.

Seguimos luego otro recorrido hasta la explotación, que en tiempos hubo, de las minas de Buferrera.
                                                         

Las minas de Buferrera representan 200 años de  actividad minera . Actualmente lleva varias décadas inactiva, pero aun conserva instalaciones usadas durante el proceso de extracción de los minerales, a modo de museo subterraneo, con los tuneles mineros habilitados para que se pueda transitar por ellos.

Las minas de Buferrera se crearon en 1.879, para extraer los ricos minerales que allí había, manganeso, cinabrio y hierro, a la que se le dio ese nombre.

Desde 1.979, en base a la protección medioambental de la que goza el Parque Nacional de los Lagos de Covadonga se suspendio la actividad mineracompletamene.

Hay senderos bien cuidados fuera de la mina que llevan tanto a la entrada de los tuneles
                                                                             

                                                                                                                                     
                                                                             


como a una fantastica vista panorámica de todo el paisaje, desde el Mirador del Príncipe se pueden observar amplios y verdes padros, así como las montañas, cercanas y lejanas,
                                                                                          

Habiamos acabado la primera parte de un día denso, y aún nos faltaban dos grandes visitas, que dejaremos para el siguiente capítulo                                                                          

domingo, 15 de marzo de 2020

5º día Asturias, Los Picos de Europa, Asiego y la "Ruta del queso y de la sidra", Cueva de Tito Bustillo, Ribadesella

                           

Después del desayuno emprendimos la ruta que nos iba a llevar a los Picos de Europa.

Desde nuestra base en Unquera, son algo menos de 40 km para los que el bus empleo 45 minutos; una parte de los cuales fuimos viendo el curso del río Cares, ruta que es de gran aceptación para excursionistas y  senderistas, ya que es de las mas conocidas y frecuentadas de los Picos de Europa, toda ella entre Asturias y León

Digamos dos palabras sobre este espectacular entorno.

El Parque nacional de los Picos de Europa fue nombrado, entonces, Parque nacional de la Montaña de Covadonga, por el rey Alfonso XIII, en 1.918, siendo el primer espacio protegido del país.

Geologicamente diferentes plegamientos y glaciaciones han configurado un espacio modelado por el hielo y el efecto de las aguas sobre la piedra caliza, formando un grandioso karst de montaña, favorecido por la abundancia de agua, las bajas temperaturas, el tiempo de contacto agua-roca y otras cuantas circunstancias.

El parque consta de tres macizos que flanquean, por el oeste, el río Dobra, afluente del Sella, y por el este, el río Deva, mientras el río Cares y su afluente el Duje se encargan de distribuir el parque en los tres macizos.

El macizo central es el mas escarpado, con las cumbres mas elevadas de la Cordillera Cantábrica, los Urrieles, donde se levanta el Naranjo de Bulnes o Pico Urriello, con sus 2.519 m de altura; Bulnes, el pueblo que le da parte del nombre, solo tenía un sendero de montaña para llegar a él; ahora está comunicado, desde le año 2.001, con el resto del mundo, por un funicular.

                                                                       
Al este de los Urrieles se encuentra el macizo Oriental, Andara, el mas pequeño y de perfil mas suave.

El mas occidental de los tres macizos es el de los Picos del Cornión, cercano al Real Sitio de Covadonga, lugar de peregrinación religiosa de miles de personas al año, y donde don Pelayo comenzó la Reconquista, tras la invasión musulmana de 711.

En los alrededores de la cueva donde se venera a la Virgen de Covadonga,  tuvo lugar la batalla de Covadonga en 722, comienzo, con la victoria cristiana, de la recuperación del territorio invadido.

La superficie total del parque es de 67.455 ha. Está situado en la Cordillera Cantábrica entre las provincias de Asturias, Cantabria, y León, y tiene unos 4.600 habitantes.
                                                                               
                                                                             
Íbamos a poder observar una parte de este grandioso territorio durante el trayecto en el bus hasta Asiego, núcleo de población de la Parroquia de Carreño, en el Concejo de Cabrales, Principado de Asturias,

                                                                 
Asiego, situado a 425 m de altitud, tiene una vista privilegiada sobre el Naranjo de Bulnes, uno de los Picos mas elevados, conocidos y escalados de todo del Parque, a pesar de las dificultades que presenta para su ascensión.

El Naranjo de Bulnes fue escalado, por primera vez, el 5 de agosto de 1.904 por Pedro Pidal Bernaldo de Quirós, Marques de Villaviciosa, y por el pastor Gregorio Pérez de María, escalada que se considera historicamente el comienzo de este deporte, en España.

Bien, pues en el pueblo de Asiego íbamos a poder contemplar una panorámica privilegiada de los Picos de Europa y de su emblemático Naranjo de Bulbes o Pico Uriello; en esta ocasión, como frecuentemente, cubierto a ratos por alguna bruma y alguna nube.
                                                 
                                                                                   
Asiego con cerca de un centenar de vecinos, conserva parte de su patrimonio antiguo, con casas que mantienen la arquitectura típica asturiana, de corte popular.
                                                                           






Lo que lo hace mas interesante, además de su ubicación y de los magníficos paisajes que lo rodean, es el modelo de turismo rural que ha desarrollado.

Nosotros lo disfrutamos haciendo la "Ruta del Queso y de la Sidra" un recorrido de unas dos horas de duración, dividido en dos partes: una excursión etnográfica por el pueblo, y una espicha tradicional (degustación de sidra y platos populares asturianos).

Así que recorrimos el pueblo, donde, acompañados por un avezado guía, se nos mostró una antigua quesería, sin actividad ahora, con amplias explicaciones sobre la elaboración del queso de Cabrales, joya gastronómica de esta zona.
                                                           

 Para completar nuestro conocimiento sobre dicha actividad, hicimos una agradable caminata por bonitos paisajes de los alrededores



                                                                       

 hasta llegar a la cueva de Sotámbanos, donde, por medio de una reconstrucción, y de las oportunas explicaciones, pudimos hacernos una idea de como se hacia la curación y elaboración del queso de la región, el rico y apreciado Cabrales
                                                                 
                                                           
                                                                                       

                                                                   

                                                                               

El guía también nos dio, allí mismo, buena información sobre los terrenos comunales, ganadería y agricultura de la zona.

De vuelta al pueblo visitamos un lagar donde se elaboraba, antaño, sidra.
                                                                                 

Todo ello muy bien explicado  y bien escenificado, como si de una función de teatro se tratara .
                                                                        
Para acabar nuestra visita a Asiego nos fue ofrecida una, podíamos decir, original espicha en la que había elementos desconocidos por mi marido y por mi; en dicho ágape y algunos, que en general, siempre figuran y que no constaban, en este caso. Lo mejor de lo presentado, y para hacer honor al lugar, fue el queso de Cabrales. La sidra, en cambio, no era ni medianamente buena.
                                                               

                                                                     
   

Aquí vemos a nuestro polifacético guía escanciando la sidra, costumbre asturiana para que la sidra se oxigene y burbujee.

Como los compañeros, venían todos desde Tenerife para conocer estos parajes de Asturias y Cantabria, quedaron encantados y nosotros, con algunas reservas, que ya he mencionado, también.

Por la tarde cambiamos las altas montañas por la costa, distinta, pero no menos bella; en efecto, fuimos hasta Ribadesella, precioso enclave asturiano, para visitar otra de las joyas de España, la Cueva de Tito Bustillo.

La organización había reservado nuestra visita, pues hace años que hay que pedir un permiso para acceder a las cuevas.

Allí y con un guía entendido recorrimos el gran recinto, no todo por supuesto, ya que es enorme, sino la parte que está habilitada para pasear por ella.

La Cueva de Tito Bustillo, uno de los mas importantes conjuntos rupestres de arte paleolítico en Europa, se encuentra en el macizo de Ardines y forma parte del complejo kárstico sito junto a la desembocadura del río Sella.
                                                             

 Fue descubierta en 1.968 por el grupo de espeleología Torreblanca, guiado por varios jóvenes de la villa, entre los cuales se hallaban Celestino "Tito Bustillo" y su hermana.

Lamentablemente tres semanas después este joven fallecería en un accidente de montaña y en su honor se puso su nombre a estas cuevas.

Las cuevas de Tito Bustillo están incluidas en el Patrimonio de la Humanidad desde el año 2.008.

Hoy día no se utiliza la entrada de los descubridores, de difícil acceso, sino que se transita por una única galería de 700 m,  en la que abren estancias organizadas en 11 conjuntos, con mas de cien representaciones entre grabados y pinturas que corresponden a dos periodos del Paleolítico, el Premagdaleniense (entre 20.000 y 15.000 años de antigüedad) que se distingue por la utilización del color rojo y la escasa representación animal, y el Magdaleniense,(entre 17.000 y 10.000) con representación de animales y distinta técnica.
                                                                                     

Como vemos las representaciones rupestres varían según las épocas y se superponen entre si, dependiendo de los hombres que habitaron la cueva hace entre 22.000 y 10.000 años.
                                                           

Destacan los caballos y renos que gracias al uso de diferentes pigmentos y raspados, consiguen una policromía de gran impacto visual.

Nuestra visita se concentro en la Galería de los caballos,
                                                     
                                                                 
con la visualización del mas conocido de todos ellos, el famoso caballo violeta.


 Se siente uno, podríamos decir, en un recinto sagrado, donde nuestros antepasados, mas conectados con la naturaleza que nosotros, rendían pleitesía a la misma.

Tras una somera explicación sobre las técnicas y los materiales empleados para las pinturas y grabados y bien satisfechos de esta visita y del resto del día, regresamos a Unquera.