sábado, 1 de septiembre de 2012

Pulpo con ensalada de patata



 Rica ensalada de pulpo con patatas, con pocas calorias y mucho yodo; ayuda a nuestro organismo a regular el colesterol, y queda deliciosa   

Veamos una forma de hacerla

Ingredientes



1 pulpo de 1 k
800 g de patatas
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 cebolla
4 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de vinagre de vino tinto
sal

Elaboración

Para limpiar el pulpo:

Lavarlo bien.
Calentar abundante agua e introducirlo en ella unos segundos.


Dejarlo templar.
Pelarlo.
Sujetarlo por los tentáculos, darle la vuelta, eviscerarlo, quitar los ojos y la boca.

Poner de nuevo agua a hervir; cuando hierva sumergir el pulpo 10 segundos. Retirarlo y repetir la operación dos veces.
Por último dejarlo en el agua y cocerlo 40 minutos, a fuego mediano.

Esperar que este templado, cortarlo en rodajas con unas tijeras y sazonarlo.

Para preparar las hortalizas:

Lavar las patatas.
Cocerlas en agua con sal 35 o 40 minutos, hasta que estén tiernas.
Dejarlas enfriar, pelarlas y cortarlas en rodajas.
Lavar los pimientos, limpiarlos y cortarlos en dados.
Pelar la cebolla y partirla en juliana.

Para la vinagreta:

Mezclar el aceite, el vinagre, sal y pimienta.

Repartir las patatas en platos.


Poner encima el pulpo, los pimientos y la cebolla.



Aliñar con la vinagreta.





Servir frío





sábado, 25 de agosto de 2012

La Rioja. Tercer día. Haro, Bodegas Bilbaínas

                                                                                 
En nuestro tercer día en La Rioja decidimos hacer una visita muy popular  para los que por allí se acercan: ir a conocer unas bodegas.

Después de un trámite realizado por el recepcionista del Parador, ya que eramos seis adultos y cinco menores, tuvimos una reserva en una de las bodegas mas antiguas de Haro: las Bodegas Bilbaínas.

La distancia entre Santo Domingo de la Calzada, nuestra base, y Haro es de algo mas de media hora.

El día estaba frío y lluvioso, pero el paisaje primaveral era tan verde, que compensaba el grisáceo tiempo.

Llegamos con el tiempo justo a las Bodegas Bilbaínas, para empezar la visita guiada.

Situadas en el barrio de la Estación, son una de las bodegas mas antiguas de Haro.

Pero antes de empezar el recorrido por las bodegas, sepamos algo de Haro.

Haro, cabecera de la comarca del mismo nombre, es la ciudad mas importante de la Rioja Alta, limítrofe con la Rioja Alavesa y con la provincia de Burgos. Tiene unos 12.000 habitantes. Su actividad económica se centra, principalmente, en la viticultura y en la elaboración de vinos dentro de la Denominación de Origen Rioja, siendo sus numerosas bodegas, uno de sus atractivos turísticos, con miles de visitantes a lo largo del año.

Por su termino municipal discurren los ríos Ebro y Tirón. Tanto su hidrografía, con sus dos ríos, como su geología, con sus tres cerros y la proximidad de dos sistemas montañosos, de los que depende su clima, reunen las cualidades necesarias para que el cultivo de la uva, y su posterior tranformación en vino, sean óptimas.

Su nombre procede de un antiguo faro situado en el Cerro de la Mota, que alumbraba la desembocadura del río Tirón en el Ebro, ya que esta zona era navegable.

El nombre de este enclave, Faro, evolucionaría, en castellano, a Haro.

En el año 923 el rey de Pamplona Sancho Garcés I, reconquisto a los musulmanes gran parte del territorio de La Rioja.

Posteriormente el rey Alfonso VI de Castilla y León, que había incorporado los territorios de La Rioja, Alava y Vizcaya a su reino, dono Haro a Diego López I de Haro, que pobló la villa de Haro y levanto un castillo, del cual no se conoce la ubicación exacta.

Durante los s.s. XII y XIII, tanto Haro como La Rioja fueron territorios disputados entre aragoneses, navarros y castellanos, perteneciendo de forma intermitente a los  López de Haro.

A los López de Haro sucedieron, como señores de Haro, los Fernández de Velasco, que con el título de condes de Haro, concedido, junto con la donación de la villa y sus territorios, por el rey Juan II de Castilla, conservaron el señorío de la villa desde 1.430, hasta la abolición de los señoríos en 1.811.

Durante la Guerra de Sucesión, a la muerte de Carlos II, entre, el ya rey, Felipe V y el aspirante, archiduque Carlos de Habsburgo, la ciudad tomo partido por Felipe V, acogiendo a su esposa María Luisa Gabriela de Saboya, y a su hijo de tres años Luis, príncipe de Asturias, lo cual le valió, cuando Felipe gano la contienda, diversos privilegios.

A principios del s. XX, en 1.901 y 1.902 se produjo la plaga de filoxera, que acabo con todos los viñedos de la zona, teniendo que ser sustituidos por variedades e injertos de vid, resistentes a la plaga.

Ahora es una próspera ciudad, que tiene el sobre nombre de ciudad del Rioja, y cuya primera y mas importante actividad económica es el cultivo de la vid y la producción de vino de Rioja.


Desde principios del s. XV el vino ha contribuido al desarrollo y florecimiento de Haro, convirtiéndose, en el s. XIX, y hasta ahora, en el gran motor económico de la ciudad y de la zona.


Tanto el clima, como la geología, la hidrografía y los suelos calcáreos y arcillosos de sus campos, hacen de municipio un lugar idóneo para el cultivo de la vid.


Bien, pues dirigiéndonos al Barrio de la Estación, donde hay la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo, encontramos sin dificultad, las Bodegas Bilbaínas, que íbamos a visitar.

Al llegar ya estaban congregados los demás componentes del grupo, con el que pasamos la visita.

 Tengo que decir que había algunos niños pequeños, menores de siete años, que naturalmente no sentían el menor interés por lo que se veía y se contaba, y que fastidiaban bastante, y aunque la guía, una señora joven que explicaba todo con mucha amenidad e interés, hizo alguna observación a los padres de los pequeños, para que los mantuvieran a raya, su petición no fue escuchada y seguimos la visita entre carreras y altas voces infantiles.

 Yo comprendo que los padres de niños pequeños no quieren renunciar a viajar, visitar y conocer; ese día era Sábado Santo, durante la Semana Santa, y también sé que la guerra que dan los niños se lleva mejor repartiéndola con otros, pero quizás, la propia bodega podría poner un límite de edad para poder entrar a hacer la visita...

Bueno, es solo una sugerencia, yo estoy acostumbrada a niños, y a la que mas molesto esta situación que he descrito, fue a la guía de la visita.

Una vez provistos de una copa, unos grisines y una pequeña bolsa que se puede colgar del cuello, pasamos a la entrada de la bodega, donde nos fue ofrecida una explicación muy interesante.

Los  orígenes de las Bodegas Bilbaínas remontan a 1.859, cuando a raíz de la plaga del mildium en Francia, algunos productores franceses llegaron a Haro, para producir y exportar vino a Francia.

En el Barrio de la Estación se empezaron a  instalar distintas empresas, que serán las firmas pioneras del vino de Rioja, entre las cuales están las Bodegas Bilbaínas, que en 1.901 empiezan su trayectoria española al ser comprada, a los propietarios franceses, por un grupo de empresarios bilbaínos.


En esa época se construye el monumental y emblemático edificio que encontramos al llegar.

En el año 1.997 Bodegas Bilbaínas fueron adquiridas por el grupo Codorniu, que ha dado un nuevo vigor a esta bodega centenaria.

Todo esto nos fue explicado antes de recorrer la bodega.

Vimos de lejos el viñedo, propiedad de la empresa; el viñedo de 250 ha es el de mayor extensión del municipio. Fue una pena que el tiempo lluvioso nos impidiera verlo de mas cerca.

Nuestra informada guía nos fue hablando de las practicas tanto tradicionales, como otras propias de la viticultura mas avanzada, como la poda, la selección de uvas y su grado de sazón y momento adecuado para vendimiarla, examinando cada racimo, o las técnicas mas modernas contra las plagas, todo esto a cargo de personal especializado, como son los enólogos y los ingenieros agrónomos.

Después de esta extensa explicación pasamos a ver la bodega propiamente dicha, tanto sus partes mas antiguas, con largos corredores, que podrían servir para alguna película de miedo o de intriga, como las enormes cubas destinadas a los procesos de fermentación,


 como las salas de las barricas.


Aquí nos fueron relatados los distintos lugares de procedencia de dichas barricas de envejecimiento, con las maderas que se usan, los países de los que proceden, sobre todo Estados Unidos y Francia, y el uso que se les da a las que por haber servido para contener diversos caldos, ya hay que desechar y cambiar.


 Entre otras curiosidades nos dijeron que es la bodega con mas barricas del mundo.


 Un proceso complicado y según para que vinos, de larga duración.


Mientras, en cada parada explicativa, íbamos catando algunos de los vinos elaborados en esta bodega, lo cual hacia aun mas agradable el recorrido.

Al final de la visita, nos esperaba un salón para degustar mas vino, con algún aperitivo para acompañar. Un buen final para tan interesante y agradable rato.

De allí fuimos hasta el centro de Haro, en donde teníamos reservado restaurante, ya que era un día de mucho movimiento de gente, por ser Semana Santa y nosotros eramos una pequeña tribu.

Comimos bien, aunque era un sencillo menú y después, aunque hacia un viento frío y llovía dimos una pequeña vuelta por el casco antiguo, viendo la Iglesia de Santo Tomás.

                                                                                                                                                
Subimos hasta la iglesia situada en el cerro de la Mota o de la Atalaya, el lugar mas alto de la población, por lo que es visible desde diferentes puntos de la ciudad y de casi todo el entorno, es muy interesante.

Su construcción duro varios siglos, desde el s. XVI hasta el XVIII, por lo que contiene diferentes estilos.

                                                                           
La gran torre es de estilo barroco y es muy importante pues sirvió de modelo para la construcción de otras torres de La Rioja, como la de Santa María de la Redonda, en Logroño, o la de la catedral de Santo Domingo de la Calzada.


Conserva la portada principal de estilo plateresco, obra de Felipe Birgarny, uno de las mas insignes escultores del renacimiento español.

También contemplamos por fuera la fachada del palacio de los Condes Haro, del s. XVII, con planta renacentista y decoración  barroca.



 Otros muchos monumentos tiene Haro, pero nuestra visita de este día, que estaba tan desapacible, se había dedicado principalmente a una de sus bodegas, que habíamos disfrutado grandemente, y la visita cultural quedo aplazada para mejor tiempo.

También dimos un paseo por la plaza del Ayuntamiento y el torreón medieval, recientemente restaurado.

                                                                                
Volvimos a Santo Domingo de la Calzada, para descansar y pasear de nuevo por sus calles.

domingo, 19 de agosto de 2012

Tarta de melocotón

Estamos en plena temprada de melocotones y hay que aproverchar esta deliciosa fruta ahora que esta en sazón. El resultado fue un postre poco pesado y poco empalagoso, ya que no lleva demasiada azúcar, que os propongo hoy.
  



Ingredientes



1 lámina de pasta quebrada
100 g de almendra molida
100 g de azúcar
120 g de mantequilla
100 g de nata liquida
2 huevos
harina
30 g de almendras laminadas
3 melocotones

Elaboración

Fundir la mantequilla en un cazo a fuego muy bajo, sin que llegue a hacer burbujas.
Batir los huevos con la nata.
Poner la almendra molida en un cuenco con el azúcar y remover.


Agregar la mezcla de huevos y nata, a la mantequilla y remover de nuevo, con cucharada de madera hasta conseguir una pasta homogenea.



Precalentar el horno a 18ºC-
Untar un molde de tarta con mantequilla.
Espolvorearlo con harina y volcarlo para eliminar el exceso sobrante de harina.
Forrarlo con una lamina de pasta quebrada, presionando bien con los dedos por los bordes.
Pincha el fondo con un tenedor.

Pelar los melocotones, partirlos por la mitad y retirar los huesos.
Echar la crema de almendra sobre la masa disponer encima los melocotones, con el corte hacia abajo.
Presionar ligeramente para que queden un poco hundidos.


Hornear durante 40 minutos.


Dejarla enfriar y servir.