martes, 15 de noviembre de 2016

Bacalao fresco con endibias y salsa de mejillones



El bacalao, tanto salado como fresco admite muchas preparaciones. Hoy os presento una que no dejara de gustar a los amantes de este delicioso pescado

 
Ingredientes

                                                                                   
                                       
3 trozos de bacalao de 180 g cada uno
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
300 g de puré de patata

Para las endibias

3 endibias
1 cucharada sopera de mantequilla
3 g de sal fina
20 g de azúcar
1 botella de cerveza pilsen

Para la salsa de mejillones

1 cebolla mediana
30 g de mantequilla
250 ml de vino blanco
150 g de nata
1 cubito de caldo de pescado
21 mejillones
45 g de quisquillas

Elaboración


Cortar las endibias y ponerlas a rehogar con la mantequilla y el azúcar. Cuando empiecen a caramelizar añadir la cerveza y dejar que se evapore por completo. Salar.
                                                                   

Poner los mejillones en una sartén grande y en el fuego hasta que las conchas se abran.
Reservar 3 mejillones con su concha y quitar  las de los demás.
                                                             

Pelar y picar la cebolla, rehogarlas con la mantequilla a fuego lento. Añadir el vino y reducir el volumen a la mitad. Incorporar la nata y el caldo que han dejado los mejillones al abrirse y reducir a la mitad.
                                                               
En el último momento añadir las quisquillas peladas y los mejillones.
                                                                     

Dorar el bacalao en una sartén con el aceite.

Poner el puré de patata en el fondo de un plato. Cubrir con las endibias. Colocar encima el pescado. Bañar con la salsa de mejillones y decorar cada trozo con un mejillón con su concha.
                                                                             

martes, 8 de noviembre de 2016

Salamanca, la Catedral y la Universidad

                                                             

De Zamora viajamos a Salamanca con la intención de visitar a un viejo amigo de mi marido, pero solo pudimos ver a su mujer, ya que el se encontraba ausente.

 Pasamos un agradable rato con I., recordando viejos tiempos y poniéndonos al día sobre familiares y amigos, mientras tomábamos un aperitivo en su casa, y el resto del día lo dedicamos a pasear por esta bella ciudad.

Los orígenes de Salamanca se remontan a 2.700 años de antigüedad, durante la Edad del Hierro, cuando los primitivos pobladores se asentaron en el cerro de San Vicente, a la ribera del río Tormes.

Por allí pasaron diversos pueblos como vacceos, vetones, romanos, visigodos y musulmanes, hasta que recuperado el territorio, donde se asienta Salamanca, para los cristianos, el rey Alfonso VI de León encargo a su yerno y colaborador guerrero y político Raimundo de Borgoña la repoblación de estas extensas tierras.

Salamanca alberga la Universisad, en activo, mas antigua de España fundada en 1.218 por Alfonso IX de León, la primera Universidad creada en Europa según la real cédula concedida por Alfonso X, el Sabio en 1.252 y bula del Papa Alejandro IV de 1.255.

Durante la Edad Media fue una de las mas prestigiosas universidades de Occidente, haciendo popular la frase "Quod natura non dat, Salamantica non praesta",o "Lo que la naturaleza no da Salamanca no presta"

Entre los personajes ilustres relacionados con Salamanca y ligados a la historia universal están Antonio de Nebrija, Cristóbal Colon, Fernando de Rojas, Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca, Fray Luis de León, Miguel de Unamuno, por citar algunos entre un largo número de personalidades.

Cerca de la casa de nuestros amigos y emplazada en la antigua Puerta de Zamora de la muralla, se encuentra la curiosa iglesia románica redonda de San Marcos.
                                                     

Fue construida entre los finales del s. XI y principios de XII, como parroquia.

Entre los s.s. XVI y XVIII experimento  numerosas edificaciones y añadidos, que fueron eliminados a comienzos del s. XX.

En 1.967, por iniciativa de su párroco, se emprendieron importantes obras de restauración.

Su original planta circular, única en el románico hispano tiene 18 m de diámetro. Posee lineas sencillas y poca ornamentación. La silueta del templo se completa con una espadaña barroca, que se añadió en el s. XVIII.

Después de atravesar la Plaza Mayor encontramos la iglesia románica de San Martín de Tours, en la pequeña plaza del Portillo, que ocupa el solar donde estuvo una ermita dedicada a San Pedro, mandada a edificar por el conde Martín Fernandez, en el barrio de los toresanos, en el contexto de la repoblación de la ciudad.

La iglesia aparece hoy día embutida en edificaciones mas modernas y ha sufrido numerosas restauraciones y modificaciones a lo largo de los siglos.

En la portada románica que da a la Plaza del Portillo, llamada Puerta del Obispo, se puede ver una escultura policromada de San Martín a caballo, partiendo su capa para compartirla con un mendigo.
                                                                 

                                                                         

Seguimos nuestro recorrido pasando al lado de la torre del Aire o Palacio de los Fermoselle, en la Plaza de Santa Eulalia.
                                                                       

el palacio perteneció a la familia Fermoselle de la cual lleva el nombre, pasando posteriormente a ser propiedad del Barón de las Cuatro Torres, el cual hizo que  se llamara Palacio de la Torre del Aire o de las Cuatro Torres, como ahora es mas conocido.

Fue mandado a construir por los señores de Santa María del Campo y Fermoselle, en 1.440, como fortaleza en el curso de las luchas entre nobles que se produjeron en el s, XV, perteneciendo el Torreón del Aire al Bando de Santo Tomé, de ahí su aspecto de solidez y los vanos que presenta.

Uno de los aspectos destacables son sus ventanas, algunas con tracerías góticas, y todas diferentes, grandes, pequeñas, cuadradas, con arcos, con balcón, impresionante y curioso.

La Torre del Aire es la única que permanece en pie de toda la fortaleza; a lo largo de los siglos ha tenido diversos destinos; en el s. XVIII fue una fabrica textil, donde trabajaban los que no tenían otro trabajo, ya que a imitación del mundo anglosajón se consideraba una falta no trabajar.

Mas tarde sirvió como obra de caridad, luego perteneció a la Orden de los Hijos de María Inmaculada, y hoy día es una residencia femenina de estudiantes.

Nuestro paseo nos condujo por las calles de Salamanca, todas con magníficos edificios, cargados de historia, como el Real Colegio del Espíritu Santo, de la Compañía de Jesús, mas conocido como la Clerecía.

Este impresionante edificio fue mandado a construir por la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III. aunque no se comenzo a edificar hasta seis años después de su muerte.

Su primer arquitecto fue Juan Gomez de Mora, pero como se tardaron 150 años en concluir las obras, muchos otros dejaron sus huella en el edificio.

Fue colegio y residencia de jesuitas durante un siglo, hasta la expulsión de la Compañía de Jesús, en 1.767.
                                                                       

Enfrente de la Clerecia se halla uno de los palacios mas conocidos y apreciados de Salamanca, por su originalidad, la Casa de las Conchas
                                                             

Este palacio urbano se empezo a construir en 1.493, por encargo de don Ricardo Maldonado de Talavera, ctedratico de Derecho de la Universadad de Salamanca, y rector de la misma; miembro del Consejo Real de Castilla, columna vertebral del gobierno real durante los siglos del s. XVI al XIX. Se concluyo su edificacion en 1.512, por su hijo.

Continuamos luego por la calle la Rua que va hasta la catedral, pasando primero por el Palacio de Anaya, que está enfrente de la Catedral Nueva
                                                                                   
                                                                                   
El Palacio de Anaya o Colegio Mayor de San Bartolome, es un edificio neoclásico levantado en 1.760, donde anteriormente hubo otro, fundado por don Diego de Anaya y Maldonado, en 1.411 para acoger estudiantes que recibieran una enseñanza selectiva, menos masificada que la de la Universidad de la época. Actualmente es la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca. Al lado se encuentra la Hospedería, construida por Joaquín de Churrigera, que fue hogar de estudiantes y hoy forma parte de la Facultad.

En la esplendida fachada destacan las cuatro columnas jónicas, el frontón triangular y la escalinata

Ya teníamos delante la Catedral Nueva


Para ser precisos hay que decir que Salamanca tiene dos catedrales, la Catedral Vieja y la Catedral Nueva, que están adosadas por un muro.

Empezaremos por hablar, cronológicamente, de la Catedral Vieja, aunque esta vez nos detuvimos mas en la Nueva, que la precede.

La Catedral Vieja de Salamanca o Catedral de Santa María de la Sede, fue fundada por el obispo Jerónimo de Perigord y construida entre los s.s. XII a XV, en estilo románico, cuando este estaba dando paso al gótico.

Su elemento mas destacable y lo casi lo único que se ve de ella desde fuera, es el cimborrio, llamada Torre del Gallo, que se eleva sobre el crucero apoyado en cuatro impresionantes pechinas
                                                   

Estuvo a punto de ser demolida cuando se pensó en levantar la Catedral Nueva, pero por fortuna, en este caso no se ejecuto ese horrible designio, principalmente por las necesidades del culto durante los siglos que se tardo en edificarse la catedral Nueva.

Dado el carácter fronterizo de Salamanca durante los largos siglos de la Reconquista, fue proyectada también como fortaleza, por lo que se la conoció popularmente como fortis salmantina, utilidad defensiva que no se puede percibir hoy día.
                                                                 

Pasemos ahora a hablar un poco de la catedral nueva.
                                                                 

La catedral de Salamanca es un organismo complejo, compuesto por un conjunto de edificios, unidos entre si por por dos templos, la Catedral Vieja, de los s.s. XII-XIII y la Catedral Nueva de los s.s. XVI-XVIII.

El proyecto de construir una nueva catedral surgio en el s. XV a consecuenvcia del aumento demografico de la ciudad, debido principalmente a la importancia que había adquirido su Universisad, para lo cual contaron con el apoyo de Fernando el Catolico, queen 1.509 mando a los arquitectos que habian trabajado en las catedrales de Toledo y Sevilla, Antón Egas y Alonso Rodriguez que fueran a Salamanca para tomar traza de un nuevo templo.

La catedral se proyecto en estilo gótico y utilizando piedra de Villamayor, localidad próxima a Salamanca, piedra arenisca de facil manipulación, color amarillo pálido, que  adquiere un color entre rosado y dorado caracteristico con el tiempo.

En este paseo solo nos fijamos en el exterior de la catedral, en el que cabe destacar





martes, 1 de noviembre de 2016

Bizcocho "Old Virginia" con yogur y helado

                                                               
                             
Este bizcocho es bonito sabroso y delicioso, y aun mas con el acompañamiento del yogut griego y del helado de vinilla, y nada dificil de hacer

Ingredientes

                                                           

450 g de harina
1 pizca de sal
1 cucharadita de nuez moscada
300 g de mantequilla
300 g de azúcar
3 huevos
ralladura de 1 limón
50 ml de brandy
200 g de yogur griego con azúcar de caña
helado de vainilla


Elaboración

Tamizar la harina con la nuez moscada y la sal.
                                                 

Montar los huevos con el azúcar hasta que quede bien esponjoso
                                                                         

Añadir poco a poco la mantequilla derretida, mezclando bien.
Incorporra la ralladura de limón y el brandy
Añadir poco a poco la harina tamizada, con cuidado que el batido de huevos y azúcar no baje mucho
Precalentar el horno 10 minutos y hornear de 35 a 40 minutos a 170ºC.


                                                                   
Sacar del horno , dejar reposar 10 minutos y desmoldar.


Es mejor servirlo al día siguiente de haberlo hecho.
                                                                                 

Servir cada plato con una cucharada de yogur y una bola de helado de vainilla