sábado, 1 de abril de 2017

Cartagena

                                 
La visita de hoy nos llevo la tarde de un agradable día soleado y bastante templado de invierno, para conocer Cartagena.

Cartagena, con mas de 215.000 habitantes, aunque su área metropolitana llega hasta mas de 400.000, está  situada a orillas del mar Mediterraneo, en la comarca natural llamada Campo de Cartagena.
                                                                                       

Cartagena  tiene un nombre evocador, de su historia y de su hermana americana Cartagena de Indias, Colombia, fundada por Pedro de Heredia en 1.533.

La Cartagena española es bastante mas antigua, ya que fue fundada por el cartagines Asdrubal, yerno y sucesor de Amilcar Barca, en 227 a.C, con el nombre de Qart Hadasht=Ciudad Nueva, según el geógrafo griego Estrabón, que vivió entre los años 64 a.C y 24 d.C:

"Después de Abdera, viene la Nueva Carthago, que fue fundada por Asdrubal, sucesor de Amilcar Barca, padre de Anibal. Es, entre todas las ciudades de la zona, la mas poderosa, goza de una situación natural fuerte y de unas murallas bellamente construidas. Dispone de varios puertos, de una laguna y de las minas de plata..."
                                                                                    

Qart Hadasht fue la principal ciudad cartaginesa de Iberia, base de muchas de sus operaciones bélicas durante la Segunda Guerra Púnica; pero, conquistada por los romanos en 209 a.C., cambio de nombre y fue llamada Carthago Nova.

Hay pocos restos arquelógicos de su época cartaginesa, no así, en cambio, de la era romana, de la cual se conservan numerosos e importantes, como veremos, en la que llego a ser capital de provincia durante el reinado del emperador Diocleciano.

Tras la caída del Imperio Romano, Cartagena con el nombre de Carthago Spartaria formo parte de los dominios del Imperio Bizantino, cuyo emperador Justiniano I deseaba restaurar el Imperio Romano, dominio que duro algo menos de 100 años, entre los s.s.VI y VII, cuando los visigodos que reinaban en el resto de Iberia y consiguieron expulsar a los bizantinos, destruyeron la ciudad hasta sus cimientos.

Cartagena entro entonces en un lago periodo de decadencia, del cual no se recupero hasta bien entrada la Edad Moderna.

Durante la dominación árabe tuvo una ligera recuperación, en la que se construyo una fortaleza en el cerro de la Concepción, época en que fue conocida como Qartayanat-al Halfa. 

Fue reconquistada por el infante Alfonso, hijo del rey de Castilla Fernando III, el Santo, en 1.245

A partir del s. XVI se potencio su papel militar debido a la importancia estratégica de su puerto, como describe Miguel de Cervantes en su obra Viaje al Parnaso:


          " Con esto, poco a poco,llegue al puerto
 a quien los de Cartago dieron nombre,
           cerrado a todos los vientos y encubierto.
                                                           A cuyo lado y sin igual renombre                                                            postran cuantos puertos el mar baña
            descubre el sol y ha navegado el hombre..."

Esta importancia decayó durante el s. XVII a favor de los puertos atlánticos, en contacto con Ámerica.

Durante el s. XVIII, con Felipe V, primer Borbón en España, Cartagena fue nombrada cabecera del Departamento Marítimo del Mediterraneo, al tiempo que se mandaba construir el Arsenal Militar, astillero y base naval de gran importancia en el Levante español, destinado a desarrollar la política naval del rey y de su secretario, el estadista y político ilustrado Zenón Somodevilla, 
I Marques de la Ensenada (1.702-1.781).
                                                                       

A principios del s. XIX, Napoleón Bonaparte invadió España con el pretexto de dirigirse a  Portugal, aliado de Gran Bretaña. Pero sus planes eran otros, y su ejercito se quedo ocupando el territorio nacional y cometiendo toda clase de desmanes, saqueos, violaciones, humillación de la población y destrucción del patrimonio nacional, durante cuatro larguísimos años.

Tras la Guerra de la Independencia contra el invasor, comenzada con el levantamiento de Madrid en 1.808, refiriéndonos a Cartagena, el ejercito napoleónico no logro traspasar las solidas murallas de la ciudad, y la victoria consolido la posición de Cartagena  en la región.

El s. XIX continuo con funestos episodios políticos como la rebelión cantonal de 1.873, que resulto sofocada siete meses después. La ciudad quedo casi completamente devastada por el bombardeo de las tropas centralistas, por lo que se conservan pocas obras anteriores al siglo XIX.

Con el descubrimiento de las minas de La Unión surge, a finales del s. XIX, un crecimiento imparable; se produce, al mismo tiempo, un proceso de industrialización de la ciudad, que es reconstruida, tanto en edificios públicos como privados, según los nuevos modelos modernistas.


Después de superar dificultades y crisis a lo largo del siglo XX, actualmente Cartagena ha renovado su industria, ha consolidado su oferta turística gracias a sus recursos naturales y culturales y ha atraído  un inmenso tráfico de cruceros, que han contribuido a su prosperidad.

Llegamos a Cartagena en una media hora, la que necesito el autobús para recorrer los casi 39 km que la separan de La Manga.

Era un precioso y templado día invernal y comenzamos la visita en el puerto. Desde la creación de Cartagena, el puerto ha estado ligado a su historia, ya que siempre ha sido una  ciudad portuaria  y todas las civilizaciones que han pasado por ella han hecho uso de su puerto.


Además de su uso como puerto comercial, siempre ha estado ligado al ejercito, creándose un Arsenal Militar que sigue en activo y es la sede de los submarinos de la Armada Española.

Posee dos dársenas, una destinada al tráfico comercial e industrial, la dársena de Escombreras, y otra destinada a los cruceros de placer, la dársena de Cartagena, separadas entre si por 5 km en carretera o 1,5 millas náuticas. 
                                                                             

Cerca del puerto está el Museo Naval, edificio histórico construido en 1.785, cuyo uso original fue el Cuartel de Presidiarios y Esclavos.

En la nueva sala, en el edificio que fue taller de calderería del Arsenal de Cartagena, dependiente del Museo Naval, inaugurada en 2.013, se exhibe el submarino de Isaac Peral, además de una serie de paneles, vitrinas y medios audiovisuales tanto de la vida del inventor como de las vicisitudes del submarino, 
                                                          


                                      

Recordemos la construcción de este submarino.


 En 1.885 el teniente de navío Isaac Peral (Cartagena 1.851-1.895) se dirigió al Ministro de Marina para exponerle la posibilidad de realizar un torpedo sumergible para defensa de las costas.

Isaac Peral, científico, marino y militar, es considerado el "inventor del submarino", no porque fuera la primera nave sumergible, sino porque su nave era la primera que estaba propulsada por electricidad e incorporaba un torpedo bajo el mar, con lo que revoluciono la historia de la navegación militar.
                                                     


Después de ser autorizado por el ministerio comenzo la construcción del submarino, en 1.886; este consistía en un casco de acero de forma fusiforme, con una torreta en el centro. Incorporaba un moderno periscopio y para cada uno de los aspectos de la nave Isaac Peral había previsto las dificultades y su solución.

Sin embargo la comisión nombrada en 1.890 para dar viabilidad al proyecto decidió, equivocadamente, en contra, y el submarino no vio la luz como tal.

En 1.912 se dio orden de desguace del prototipo, orden que no se cumplió; pero durante los siguientes cuarenta años el submarino, que estaba en el Arsenal de la Carraca, en San Fernando, Cádiz, fue amenazado de desguace, hasta que en 1.929 fue rescatado y trasladado a la Base de Submarinos de la Armada, en Cartagena.

A petición del Ayuntamiento de Cartagena el submarino fue exhibido, como monumento popular, durante cerca de cuarenta años en la Plaza de los Héroes de Cavite.

En la remodelación del frente marítimo de la ciudad, fue de nuevo trasladado en 2.002, a la fuente del paseo de Alfonso XII, junto al puerto deportivo.

Finalmente su peregrinación parece acabada con la instalación en una sala del Museo Naval, después de convenientemente restaurado, desde 2.013.
                                                                       

                                                                           
Esta visita y todo lo referente al submarino de Peral me resulto muy interesante.

Camino del centro histórico de la ciudad pasamos por delante del edifico del Museo Naval
                                                                 

para llegar despues, en primer lugar a la parte modernista de la ciudad, con sus aparatosos y grandiosos edificios
                                                                                

entre los que destaca el Ayuntamiento, que tiene una curiosa planta triangular, que solo se advierte por la parte trasera.
                                                         
      
El Palacio Consistorial, construido entre 1.900 y 1.907, es obra del arquitecto Tomas Rico Valarino, un compendio monumental del eclecticismo y modernismo que impero en la ciudad, en la época de mayor auge económico de su historia.

El edificio esta construido en terreno ganado al mar, que debido a su poca estabilidad y al enorme peso del palacio, ha tenido grandes problemas que casi lo convierten en ruinas. Actualmente está completamente rehabilitado y exhibe su magnifica fachada en mármol blanco, sin peligro.

Nos acercábamos a uno de los principales hitos de Cartagena, sus ruinas romanas entre las que destaca sobremanera el teatro romano.
                                                                      

El Teatro Romano de Cartagena estuvo 2.000 años bajo tierra, sin que nadie supiera lo que allí había. 

En 1.988 durante unas obras de cimentación de un solar, aparecieron unos restos, que llevaron al descubrimiento de un enorme teatro romano con capacidad para 7.000 espectadores.   

Para devolverle su esplendor hubo que demoler un barrio entero, pero según parece valió la pena, pues dinamizo la ciudad, que así recupero una parte importante de su gigantesco patrimonio arquelógico, recogido en el Museo, hecho para tal fin, obra del arquitecto Rafael Moneo
(Tudela, 1.937).

El Teatro Romano de Cartagena fue construido entre los años 5 y 1 a.C. en tiempos del emperador Octavio Cesar Augusto y estuvo en uso hasta el s. III, a partir del cual se le superpusieron varias edificaciones, que lo mantuvieron oculto los siguientes 2.000 años, hasta que fue descubierto en 1.988, cuando después de un episodio fortuito, como he dicho, fue excabado bajo la dirección del arqueólogo Sebastian Ramallo, y sacado  a la luz, para poder estudiarlo y admirarlo.
                                                                             

Fue dedicado a Lucio y Cayo Cesar, nietos del emperador Augusto, como se puede ver en dos grandes dinteles de mármol gris situados a las entradas oriental y occidental del teatro, que han permitido determinar los años de su construcción.

Para ello se emplearon mármoles y areniscas de canteras locales y de otros lugares, entre las que destacan las columnas de travertino rojo y las esculturas que ornamentaban el teatro, realizadas en mármol péntelico blanco traído de Grecia.

Cuando en el s. III Cartagena fue designada como capital de la provincia Carthaginense, se produjo un cierto desarrollo y se construyo entonces un mercado encima del teatro, aprovechando hasta el 60% de  materiales del mismo, como capiteles, columnas e incluso esculturas.

Después de la destrucción de la ciudad por los vándalos en 425, el mercado desapareció y solo volvió a estar activo durante el dominio de la zona por los bizantinos, que refundaron Cartago en el s. VI, y construyeron un barrio encima del teatro.

Sobre el barrio bizantino muchos siglos después, en el s. XIII se construyo la catedral de Santa María la Vieja, en la que muchos de sus muros contienen restos de diferentes épocas, entre otros del teatro.
                                                                   

El descubrimiento se produjo durante las obras de construcción del Centro Regional de Artesanía. Al haber estado cubierto por sucesivas capas de ocupación, bizantina, musulmana, cristiana, se ignoraba por completo su existencia.

Sin embargo esta ocultación ha permitido que se conserven gran cantidad de materiales originales del teatro in situ.

Un ambicioso proyecto de restauración se ha emprendido, que ha concluido parcialmente en 2.008.

Simultaneamente se ha construido el Mueso Romano de Cartagena a cargo, como decía, del arquitecto Rafael Moneo.
                                                                       

El Palacio de Riquelme, obra del mismo arquitecto que el Palacio Consistorial, Tomás Rico, de 1.908, es la puerta de acceso tanto al Teatro Romano como al Museo.

Con la entrada por el Palacio Riquelme, el Museo se articula en dos edificios distintos unidos por un corredor, que incorpora este palacio y un corredor arqueológico bajo la iglesia de Santa María la Vieja, convirtiendo el teatro en la última y mas notable pieza del museo.

El magnifico proyecto de Rafael Moneo no se limita a la restauración del Teatro sino a la integración del monumento en el casco urbano, y a la construcción del Museo.

Las distintas secciones, que recorrimos, son

El Corredor
Con un recorrido cronológico de los barrios que se ubicaron en esa zona, un viaje a través del tiempo, en sentido inverso de menos a mas antiguo: el barrio de pescadores del s. XVIII, el Arrabal Viejo, la medina musulmana, el barrio bizantino, el mercado del s. V,, para acabar en el teatro romano, del s. I
                                                                 

Sala I.
La arquitectura del teatro

Muestra piezas originales del teatro, y una gran maqueta a escala,
                                                                       

paneles y vídeos. Una gran estatua del emperador Octavio Cesar Augusto preside la sala
                                                                 

Sala II.
Teatro y Sociedad

Se exponen en esta sala diversos elementos ornamentales, como los dos grandes dinteles dedicados a los dos nietos de Augusto, Lucio y Cayo;
                                                                   

las tres aras capitolinas dedicadas a Júpiter, Juno y Minerva
                                                   

y otros muchos elementos, como estos dos
                                                                     


empleado como decoración en el teatro y otros muchos que no podemos reseñar, pero que vale la pena ver.

El Corredor Arqueológico con mas muestras de la época y de la construcción del teatro, que conduce al propio Teatro Romano.
                                                                             

Un edificio notable, incrustado en el teatro y que manifiesta con toda claridad la utlización del teatro en otras construcciones, es la catedral Santa María la Vieja.
                                                             


Existen informaciones parciales y confusas tanto de su fundación por el infante Alfonso de Castilla, conquistador de la región de Murcia, mas tarde rey Alfonso X el Sabio, como de su devenir histórico, de tal manera que hoy día es una amalgama inconexa de restos arquitectónicos de diversas épocas; la fachada exterior data de 1.904, obra del arquitecto Victor Beltri (Tortosa, 1.862), de estilo neorrománico, mientras que la reforma que se efectuó en el interior es de estilo neogótico; también tiene algunas capillas barrocas y una torre.

El retablo de alabastro, hoy día en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y algunas bóvedas góticas conservadas, sitúan su construcción en el s, XVI
                                                                       

Todavía nos faltaba visitar otro museo de Cartagena, también sobre su antiguo e interesante pasado, el Museo  Arquelógico Subacuatico de Cartagena ARQVA, para lo cual volvimos al puerto donde en el muelle Alfonso XII se encuentra este museo.

Después de un largo periodo de construcción plagado de dificultades técnicas y económicas, se pudo inaugurar el nuevo edificio del museo en 2.008; obra del arquitecto Guillermo Vazquez Consuegra,(Sevilla, 1.945).
                                                               

El museo expone los materiales arqueológicos relacionados con el tráfico marítimo en el Mediterraneo, a través de los mundos fenicio, púnico, helenístico y romano.

Se pueden ver en sus salas ánforas romanas utilizadas para el transporte de líquidos, materiales metalúrgicos suntuarios como el marfil y el vidrio, inscripciones relacionadas con el transporte, entre los que destacan los dos barcos fenicios del s. VII a.C., encontrados en Mazarrón y  gran parte de su cargamento.
                                                                 



Los restos, muy bien expuestos en vitrinas, invitan a los visitantes a interesarse por estos magníficos hallazgos y conocer la historia del patrimonio acuático español, desde la Antigüedad hasta el s. XIX. y precisamente este museo de Cartagena es el primero en dedicarse a estos temas.

La última colección incorporada a la exposición es parte del tesoro de la fragata Nuestra Sra.
de las Mercedes, hundida por la Armada Británica en 1.804, durante la batalla del Cabo de Santa María, en la que hubo numerosos muertos y prisioneros, tesoro compuesto por mas de 500.000 monedas de oro y plata.
                                                                       


                                                                                 

Magnifico Museo y exposición, para esta visita en Cartagena. 

Otras muchas cosas tiene esta preciosa ciudad, pero para una tarde ya estuvo bien y pudimos darnos cuenta de la belleza y el empaque de la ciudad. 

miércoles, 29 de marzo de 2017

2º Paseo en el trenecito por la ribera del Mar Menor: del cabo de Palos al final de La Manga.


Después de comer hicimos un largo y bonito paseo que comenzo con la reunión de viajeros en el Hotel Entremares de La Manga, para montar en el trenecito que hace un recorrido de 1 hora y media, desde el Cabo de Palos hasta  el final de La Manga, un barrio llamadoVeneciola.

Es una manera cómoda de recorrer el trayecto, ya que se puede bajar todas las veces que se desee y volver a subir sin ningún problema.

El comienzo de La Manga, que también hace de separación con el pueblo de Cabo de Palos y el propio cabo, es este monumento, bastante pobreton; que señala el km 1 de La Manga, se llega al faro que se erige en el Cabo de Palos, visible desde diferentes puntos de la zona.


Esta aglomeración urbana, en su origen un pueblo de pescadores, hoy una localidad turística, se ha acreditado entre otras cosas, como mar y buen tiempo, por su gastronomía, cuyo plato mas famoso y solicitado es el "caldero del Mar Menor", una suerte de arroz caldoso, con pescados de la zona, que sirven en muchos de sus restaurantes; en esos momentos invernales tenia aspecto deshabitado.

Desde el Cabo de Palos, la vista de su abrupta costa es espectacular.


Esta zona costera que forma parte de la Reserva Marina del Cabo de Palos y las Islas Hormigas, se caracteriza por su gran diversidad biológica, calas de aguas transparentes y fondo marino bien conservado, de gran riqueza.

Desde el punto de vista orográfico, el cabo forma parte de las últimas estribaciones de las cordilleras Béticas.                                    

Su nombre proviene del latín "pallus" que significa laguna, refiriéndose a su cercanía con el Mar Menor.

Según los historiadores romanos Plinio el Viejo, s. I y Avieno s. IV, sobre el promontorio hubo un templo dedicado al dios fenicio Baal Hammon, identificado por los romanos como su dios Saturno.

Muchos siglos después, en el s. XVI, Felipe II mando edificar una torre vigía, para defender la costa de los ataques de los piratas berberiscos.

En 1.862 se inicio la construcción del actual faro; a pesar de que la torre renacentista se encontraba en buen estado, fue demolida y sus sillares utilizados para levantar el actual faro, que se alza hasta 80 m sobre el nivel del mar, con 50 m desde la base a la cúspide de la torre, que se ilumino por primera vez en 1.865.
                                                     

En 1.902 un transatlántico italiano de nombre Sirio, que transportaba emigrantes a América del Sur, naufrago frente al faro del Cabo de Palos, provocando gran cantidad de víctimas mortales, suceso que es conocido como el Naufragio del Sirio y que ha sido el mayor desastre de la navegación civil, ocurrido en las costas españolas.

Desde esa atalaya se pueden ver las islas Hormigas, consideradas como una de las mejores reservas submarinas del Mediterraneo, donde hay colonias de corales, esponjas, erizos, gambas, langostas etc., bajo el agua.
                                                                           

Declarada reserva marina en 1.995, las islas Hormigas están formadas por tres islotes, El Hormigón, La Losa y La Hormiga. Desde el promontorio donde está el faro, se divisan las tres islas; en la llamada isla Hormiga se encuentra otro faro, que avisa del peligro que supone el conjunto de islotes y bajos de la zona, para la navegación.
                                                                             

Este faro inaugurado en 1.862 fue destruido por una terrible tormenta, que se llevo, además de los muros del faro a la familia del farero, que vio impotente como sucedía la tragedia.

Otro faro fue construido en 1.870; debido a los temporales que azotan la zona necesita reparaciones periodicamente.
                                                                   

Por el intenso trafico marítimo que siempre ha transitado por la zona, con muchos naufragios, existe una gran red de yacimientos arquelógicos

Los fondos llegan a medir 50 m de profundidad; alternan los fondos rocosos y arenosos, y las praderas de Posidonia oceanica,

Son muy visitadas por los buceadores y amantes del submarinismo.

Seguimos nuestro paseo volviendo a la carretera única que atraviesa La Manga, mientras nos explicaban la evolución de este extraordinario cinturón de tierra.

Para comunicar el Mar Menor con el Mediterraneo hay cinco golas o canales, tres de ellos son naturales, Charco, La Torre y el Ventorrillo, el de Marchamalo es totalmente artificial y el Estacio  procede de una gola dragada en 1.970.

El equilibrio del ecosistema del Mar Menor es enormemente frágil y en los últimos años se han agravado extraordinariamente los problemas medioambientales del mismo por diversos factores, como la conexión con el mar Mediterraneo a través, sobre todo del canal del Estacio, muy ensanchado para permitir el paso de embarcaciones, procedentes del puerto deportivo, de cierto calado, entre los dos mares, el arrastre y colmatación de sedimentos procedentes de la actividad minera, deforestación de ramblas que desembocan en el Mar Menor, saturación urbanística, aparición de especies invasoras procedentes del Mediterraneo, etc.
                                                                             

Fuimos pasando por distintas golas, como la que esta cerca nuestro hotel que es la de Marchamalo.
                                                                   

y también contemplamos las cinco islas e islotes del Mar Menor, todas de origen volcánico:


  1. Isla Perdiguera,
  2. Isla Mayor o del Barón,
  3. Isla del Ciervo,
  4. Isla Redonda o Rondella
  5. e Isla del Sujeto.

                                                             

La Isla Perdiguera es la segunda de mayor tamaño de las islas del Mar Menor, próxima a la Isla Mayor, y la mas degradada por el turismo, ya que contaba con seis embarcaderos y tres restaurantes, desmantelados hoy día.

La Isla Mayor o Isla del Barón, como su nombre indica es la mayor del Mar Menor y de propiedad privada. Su otro nombre se refiere al Barón de Benifayó, noble italiano que construyo un palacio de estilo neomúdejar en esta isla, conocido como Casa del Barón; es propiedad hoy día de la familia Figueroa, por lo que los conocidos Natalia Figueroa y su marido, el cantante Raphael ocupan con frecuencia el palacio.
                                                                                     

                                                               

La Isla del Ciervo es la mas meridional  isla del Mar Menor; debido a su proximidad a la costa es posible acceder a ella andando desde la playa del Ciervo.

Hasta hace unos años  estaba unida a tierra firme por un estrecho brazo artificial de mas de medio km, que daba acceso a la isla. Para evitar mas daños al frágil ecosistema de la isla, el camino ha sido demolido recientemente, con lo que se ha recobrado la total insularidad de la isla.

La Isla Redonda o Rondella es la mas pequeña de las islas del Mar Menor, y se sitúa hacia el interior de la laguna; es una importante zona de nidificación de aves acuáticas, destacando las colonias de garcillas y garcetas.
                                                               
Por último la Isla del Sujeto, es la isla mas baja y llana de este mar y carece de construcciones.
                                                                       

Vimos todas las isla con la luz del sol Poniente, que es la mas favorecedora de las luces, desde mi punto de vista.
                                                                     
Sin embargo del otro lado del recorrido el panorama era todo lo contrario de bonito, ya que estaba formado por bloques de apartamentos, de aparente construcción ramplona,

 Daba un poco de miedo pensar en cuando estén todos ocupados durante el verano. Y también daba que pensar en lo que podía haber sido de La Manga, con sus maravillosas condiciones naturales, y en lo que se ha convertido.

En los años 80 del siglo pasado, antes de que fuera un lugar tan populoso, como ha llegado a ser, hubo una gran promoción urbanística y turística, de manera que se hicieron películas rodadas en La Manga, hubo gran publicidad sobre ella y se hablaba mucho de aquel lugar privilegiado; hoy día es raro oír hablar de La Manga.

Uno de los desaparecidos, desde que yo vi por primera vez La Manga, y pase en él varios días, a mediados de los años 80 del siglo XX, es el Hotel Casino Doblemar, que está situado hacia la mitad del recorrido del trenecito, entre los km 7 y 8. He tenido noticias recientemente de que después de cuatro años cerrado, ha vuelto a abrir sus puertas en el verano de 2.016, sin el Casino; pero cuando pasamos por allí estaba bien cerrado.

El grandioso Hotel Doblemar, con su Casino y sus galerías comerciales, el mayor de toda la región de Murcia, abrió la instalación en 1.978, viviendo sus primeros años con un gran éxito, años en que artistas y grandes personalidades de todo el mundo, paseaban por sus playas y se alojaban en él.
                                                                           

La Manga se puso de moda; en 1.970 se rodó allí la película "En un lugar de La Manga" en la que un joven Manolo Escobar, cantante de gran éxito por entonces, vivía sus aventuras y romances mientras mostraba al mundo los paisajes de ese privilegiado lugar geográfico, entonces todavía poco explotado y al que se quería dar un desarrollo de turismo de altura.

La deficiente gestión el hotel y lo que fue la deriva popular de la zona llevaron a su cierre en 2.012, con la consiguiente repercusión en los negocios de la zona, tiendas, restaurantes, supermercados, etc., muchos de los cuales cerraron. En 2.016, como he dicho, se ha abierto de nuevo el hotel, sin el casino, esperando una nueva etapa de prosperidad.

Seguimos en el trenecito hasta una de las principales instalaciones de La Manga, el puerto deportivo Tomás Maestre, nombre del primer impulsor del desarrollo turístico de La Manga.

Fue en efecto  Maestre, abogado residente en Madrid, de la familia propietaria de la parte norte de La Manga desde finales del s. XIX, el que elaboro un proyecto integral para el desarrollo de la zona, que consistía en construir en los dos extremos de La Manga, dejando una extensa zona virgen central, donde conservar intacto el paisaje del lugar.

Para conseguir la totalidad del terreno de La Manga, se tardo años con litigios diversos, con los dueños de la parte sur de la franja, y con su propia familia.

Finalmente resueltos los problemas se comenzo en 1.961 el proyecto urbanístico dirigido por el arquitecto Antonio Bonet Castellana (Barcelona 1.913-1.989).

Un gran espaldarazo al proyecto de Tomás Maestre fue la visita, en 1.962, a la restinga, del entonces Ministro de Turismo Manuel Fraga, que lo incluyo en la ley de Centros de Interés Turístico.

Las obras duraron de 1.963 a 1.965; a partir de ese momento el paisaje de La Manga del Mar Menor cambio rapidamente de aspecto por las urbanizaciones al borde mismo del mar, centros comerciales y grandes rascacielos; además de atraer turismo nacional, de veraneantes, residentes permanentes o propietarios de una segunda residencia, también llegaron los turistas extranjeros.
                                                               
                                             El antes y el actual aspecto de La Manga

El magno proyecto del que, podemos llamar, creador y promotor de La Manga fue el Puerto Deportivo, complemento del desarrollo urbanístico e ideado para atraer turismo internacional,
                                                                     

Las obras para la construcción del puerto que fueron autorizadas en 1.973, consistían en el Puerto Menor, con capacidad para mil trescientos amarres y mil quinientas viviendas, y el Puerto Mayor, con otros novecientos puntos de amarre y dos mil viviendas.

La creación del Puerto Menor incluyo el dragado, y ampliación de la gola del Estacio, para facilitar el paso de las embarcaciones de treinta metros de ancho  y cuatro de calado y el rellenado del espacio ganado al mar, donde se iban a construir los pantalanes.
                                                                 

En cuanto al Puerto Mayor nunca se construyo. Numerosos inconvenientes, tanto de orden medioambiental, como de financiación lo impidieron.
                                                                 

Ya estabamos llegando al final de la carretera que atraviesa La Manga, con la última urbanización, de nombre Veneciola que son 18 km. de trayecto por la única vía que atraviesa La Manga, desde el Cabo de Palos hasta esta urbanización. A continuación se encuentran los lindes del Parque Natural de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, separado de La Manga por el canal de las Encañizadas, pero de las mismas caracteristicas.
                                                                   

Se trata de uno de los humedales mas importantes de Europa, incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (RAMSAR), desde 1.994, y desde 1.998 es Zona de especial protección para las aves /ZEPA) que pertenece a la Red Natura 2000 de la Unión Europea, circunstancias que protegen lo poco que queda del ecosistema del norte de La Manga.
                                                                 
                                                                     
Bajamos del bus y dimos un paseito contemplando el humedal y viendo como los altos y desgarbados edificios de muchos pisos han avanzado hasta el limite protegido.

Ya se ponía el sol cuando volvimos de nuestro interesante paseo en el trenecito.