miércoles, 28 de julio de 2010

Jávea y Denia

Dedicamos una mañana a conocer Jávea y Denia.

El día había amanecido nublado, aunque no llego a llover.

Emprendimos camino hacia el sur, desde Playa Gandia, ya que estas dos poblaciones están al norte de la provincia de Alicante.

Las dos se encuentran al pie del Montgó, imponente roque de más de 750 m de altura, que las separa.

Jávea es una bonita ciudad costera, situada en la comarca alicantina de la Marina Alta, con una espectacular situación geográfica entre el Cabo de San Vicente y el Cabo Prim, entre los cuales se forma la bahía de Jávea.

A continuación de este último cabo, se encuentra el Cabo de La Nao, que es la parte del litoral levantino que mas se adentra en el mar.

Su nombre, probablemente viene de la palabra árabe Xabiga que quiere decir pozo de aljibe, de los que había muchos por esa zona.

Hay por allí otros cabos menores y algunas islas e islotes que forman el espectacular paisaje.

El Montgó sirve de parapeto a las borrascas que llegan del Norte, dando lugar a un microclima
local, considerado uno de los mejores del mundo.

Jávea tiene, como población, unos 35.000 habitantes, de los cuales mas de la mitad son extranjeros, europeos en su mayor parte, sobre todo ingleses, seguidos a distancia por los alemanes, y de otras nacionalidades.

Jávea tiene una historia larga, pues ya fue poblada en tiempos anteriores a la Historia.

Después de la Reconquista por el rey Jaime I el Conquistador, sufrió diversos avatares; mencionare que durante la Guerra de Sucesión fue la única población de la comarca que tomo el partido borbónico, apoyando al, ya rey, Felipe V, por lo que al acabar la guerra obtuvo una serie de privilegios que la impulsaron demográfica y economicamente, convirtiéndose su Puerto en un motor del desarrollo local.

Después de un pasado en el que la agricultura, y en menor medida la pesca, fueron sus principales fuentes de ingresos, en el s. XX, Jávea, como casi todos los municipios del Levante, se convierte en uno de los lugares privilegiados para el turismo.

En los años 60 del pasado siglo, se inicia esta actividad con la creación del Parador de Turismo en la playa del Arenal, la única de arena.

Jávea cuenta con gran variedad de playas, de distintos materiales, grava, tosca (roca), piedra, pero esta es la única playa de arena.

Como ciudad antigua que es, tiene un casco histórico, en el cual destaca la Iglesia de San Bartolomé, del s. XVI; su campanario se puede ver desde cualquier punto de la comarca.

Nosotros visitamos otra iglesia: la Iglesia de la Virgen de Loreto, en el barrio del puerto.
Antes de esta construcción moderna hubo allí otra iglesia de la misma época que la de San Bartolomé.

Se trata de un conjunto de tres edificios diferentes:
  • La Escuela
  • El Convento
  • La Iglesia parroquial
Esta última es la mas interesante.

Construida en 1.967, está considerada, junto con la catedral de Brasilia y la catedral de Liverpool, como uno de las tres mas importantes templos católicos de arquitectura vanguardista.

Los materiales empleados son el hormigón armado y el hierro. En el exterior los doce pilares que la sustentan son una alegoría de los doce Apóstoles, aunque hay quien también ve los tentáculos (estilizados) de un pulpo.

El interior es una nave única, que recibe luz cenital de unos ventanucos en la parte superior, lo cual ayuda a subrayar la espiritualidad del recinto.

El techo es de madera de pino rojo, en forma de quilla invertida, que recuerda la barca del Divino Pescador y también alude al oficio de los promotores de la iglesia.

Su ubicación en el barrio del Puerto, entre estrechas callejas, no es la mejor para destacar su arquitectura, pero al mismo tiempo tiene el encanto del carácter marinero del entorno.

Después de visitar con detenimiento esta iglesia dimos un paseo por la avenida del puerto, que tiene una de las playas de Jávea, la playa de la Grava, de piedras de tamaño mediano. La vista desde este paseo es preciosa.

Jávea tiene también bastantes casas, que se adornan con un dintel en las puertas de piedra porosa de color dorado, tosca se llama allí, muy abundante en los acantilados y roquedales de la costa; debido al gran uso y abuso que se ha hecho de la tosca, se ha puesto en peligro su conservación por lo que ahora está prohibido emplearla para las puertas o adornos de los edificios, desde 1.980.


Después del paseo subimos hasta el Parque Natural del Montgó.

Este paraje fue declarado Parque Natural en 1.987. Desde allí se puede ver el Montgó en todo su esplendor, así como el cabo de San Vicente y algunas islas.

Como el día no estaba demasiado bueno, vimos al Montgo con una corona de bruma. Según nos contaron cuando este monte lleva puesto el casquete de nubes, anuncia lluvia para los tres días siguientes. Y creo recordar que la predicción se cumplió para uno, al menos.

Al subir pudimos ver diversas construcciones, que llaman molinos, que han sido compradas y restauradas por sus nuevos dueños.

Aunque allí nos dijeron que eran molinos, parece que hay dudas sobre su origen y usos, pues también se piensa que fueran atalayas de vigilancia para avistar a los posibles piratas que infestaban el Mediterraneo, atacando cuando les parecía, causando terror y destrozos en las poblaciones de la costa.

El Montgó se encuentra muy cercano a la costa con la que enlaza por una llanura, llamada Las Planes, que finaliza en el mar Mediterraneo en abruptos acantilados.

En el parque natural hay muchas especies vegetales, algunas autóctonas y gran cantidad de vida animal.

Su privilegiado emplazamiento hace que haya sido habitado por el hombre desde la mas remota antigüedad.

A pesar de que el día no era demasiado luminoso, desde el Parque disfrutamos de una esplendida vista de Jávea y alrededores hasta el cabo de San Antonio.

Seguidamente visitamos la otra ciudad costera del otro lado del Montgó: Denia.

Denia es la capital de la comarca alicantina de la Marina Alta.

Aunque hay restos de un poblado íbero, su origen es romano. Estos la llamaron Dianium .

Tuvo gran importancia durante el Alto Imperio romano y también durante el reino visigodo. La diócesis de Denia dependía de Toledo.

Después de la reconquista cristiana tuvo un periodo de decadencia por el desplazamiento de la población musulmana.

Renacida de nuevo tras de diversos avatares históricos, en el s. XVIII, al contrario que su vecina Jávea, durante la guerra de Sucesión tomo partido por el Archiduque Carlos de Habsburgo, lo cual origino diversas represalias, que provocaron la decadencia de la ciudad.

En el s. XIX se inicia su recuperación con la aparición de una potente burguesía comercial que atrajo empresas extranjeras y propicio un gran aumento demográfico.

En los años 60 del s. XX, al igual que otra zonas costeras de Levante, el turismo se convierte en su motor económico, que le ha dado un gran desarrollo urbanístico y gran prosperidad.

Denia tienes unos 45.000 habitantes de los cuales un 30% son extranjeros, principalmente de la U.E.

Los habitantes pueden aumentar hasta 200.000 en los meses de verano. A esta avalancha de veraneantes contribuyen su buen clima, y los 20 km de playas de los que dispone.

Su paisaje es bastante menos espectacular que el de la vecina Jávea, pero, según nuestra guía, es una ciudad mas animada y con mas servicios que esta última. Más agradable para vivir, en una palabra.

De allí salen barcos que van a Ibiza, que solo está a 90 km. En los días claros se puede ver la isla, pero a nosotros no nos fue dado verla, al estar el día nublado y brumoso.

En esta corta visita nos limitamos a pasear por la avenida cercana al puerto, viendo los barcos.

Y a llegarnos al interior del casco histórico donde vimos una parte de la muralla y una iglesia, del estilo que son todas por esa región.

El Ayuntamiento cercano al puerto tiene un aspecto excelente.

Sin duda Denia tiene monumentos interesantes, que merecen una visita más larga, pero el tiempo se había acabado.

Lo de veranear allí me parece imposible. Demasiada gente y demasiado desmadre urbanístico; lo pudimos ver al volver, pues el autobús paso cerca de las playas, donde se ha construido de forma caótica, como en toda la zona.

Pero en la época del año, invierno, en que nosotros hicimos estas excursiones, todo se podía ver, si había tiempo, con toda tranquilidad.

Hasta la próxima y última excursión

miércoles, 7 de julio de 2010

Valencia. 3ª Parte. Ciudad de las Artes y las Ciencias

Volvimos a Valencia para visitar uno de los lugares emblemáticos de la ciudad: el gran complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que necesita, al menos, de todo un día.

Salimos temprano de Playa Gandía, nuestra base. Al contrario que nuestra primera visita a Valencia, hacia un precioso día de invierno, muy soleado y con agradable temperatura, ideal para hacer turismo.

En el trayecto de una hora desde Gandía a Valencia teníamos, sobre todo a la derecha, aunque cuando no hay zona montañosa, también a la izquierda, los campos de naranjos, que son una delicia para la vista. Se extienden a través de muchos kilómetros, con el verde intenso salpicado del color de las naranjas.

Ya cerca de Valencia, el paisaje cambia al de la Huerta de Valencia, hoy en estado de desaparición por la invasión de naves industriales y almacenes de todo tipo.

Bien, pues ya estábamos en el gran conjunto que es la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El complejo se extiende a lo largo de casi dos kilómetros, al final del antiguo cauce del río Turia, que ha sido desviado a causa de las catástrofes que provocaba su desbordamiento en la ciudad, la última y de las más dañinas, en 1.957.

Las obras de desvío del río empezaron en 1.965 para concluir cuatro años y medio después, siendo inaugurado el nuevo cauce en 1.969.

Este gran espacio liberado de nueve kilómetros, financiado en parte por las aportaciones solidarias del resto de España, a traves de los sellos emitidos en Correos, que se ponían en todas las cartas, que entonces, suponian un gran volumen, ha sido aprovechado para hacer jardines, que forman el mayor parque de España y uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad, donde están integrados el Palacio de la Música, el Parque Gulliver, el Parque de Cabecera, el Bioparc, el Zoo de Valencia y como decía antes, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que ocupa los dos últimos kilómetros.

La obra es grandiosa y sin duda, uno de los mas importantes conjuntos del mundo. Impresiona su arquitectura, su disposición y su ubicación. Valencia ha aprovechado todo este enorme y precioso espacio liberado y le ha dado cumplido cometido.

El complejo, diseñado por dos grandes arquitectos españoles, Santiago Calatrava (1.951), autor de casi todos los elementos y Félix Candela (1.910-1.997), que fue su maestro, fue inaugurado en 1.998 y está integrado por cinco grandes elementos.

Cada uno de ellos es una construcción singular.

A mi me pareció ver que tres de ellos, El Hemisférico, El Palacio de las Artes y el Ágora, están inspirados en cascos griegos; aunque hay otras interpretaciones, como p. e. el ojo humano para El Hemisférico.

Hablemos un poco de cada uno de ellos.

El Hemisférico

alberga un cine IMAX, y proyecciones digitales.

El Museo de las Ciencias, es una de las obras mas atractivas dentro de esta maravillosa ciudad futurista. Parece inspirado en un esqueleto de dinosaurio.

En la linea de algunos museos actuales, es mas importante el continente que el contenido, por su extraordinaria arquitectura.

Museo interactivo, donde muchas de las piezas expuestas se pueden manipular haciendo las delicias de los niños... y no tan niños.

El Umbracle es un jardín conformado por arcos fijos y arcos flotantes, en los que hay una planta trepadora que tiene que subir por ellos y cubrirlos, que todavía está, solo, en proyecto; por el momento se pueden contemplar los arcos, y uno se pregunta si no estarán así mejor, pues es un conjunto muy logrado.

Dentro, hay una Galería llamada Paseo de las Esculturas, donde hay nueve producciones, de autores contemporáneos.

Hay también plantas de diversas especies, aclimatadas hace mucho tiempo a la zona, como palmeras, naranjos, jaras, lentiscos, romeros, buganvillas, etc.

El Oceanográfico, obra de los arquitectos Félix Candela y José Tomás Llavador, es el mayor complejo marino de Europa.

Se compone de varios edificios que albergan representaciones de diferentes ecosistemas:
Mediterraneo, Humedales, Templados, Tropicales, Océanos, Ártico, Antártico, Islas, Mar Rojo, además de un Auditorio Submarino y un Delfinario.

Hay 40.000 ejemplares, de 500 especies diferentes, distribuidos en nueve torres submarinas.

El Palacio de las Artes Reina Sofía es un fantástico edificio, cuya función principal es como teatro de la ópera y sede de la Orquesta Sinfónica de Valencia.

Dentro se encuentran diferentes espacios como son


  • La Sala Principal con un aforo de cerca de 1.500 plazas, distribuidas entre patio y cuatro niveles de palcos. Es la dedicada a la Ópera.

  • El Aula Magistral, destinada a conferencias y conciertos de música clásica;
  • El Auditorio con capacidad similar a la de la Sala Principal, dedicado a multitud de acontecimientos desde conciertos de música clásica hasta mítines políticos.
El Ágora es una gran plaza cubierta.

Aunque se inauguro con el Open 500 (ATP World Tour 500) de tenis de la Comunidad Valenciana, en noviembre de 2.009, aun quedaba, entonces, un año para concluir los trabajos.

Su estructura metálica está revestida de trencadís azul y cristal. Ocupa una superficie elíptica de 5.000 m2.

Su forma recuerda, según el arquitecto Calatrava, su diseñador, dos manos entrelazadas, aunque a mi sigue pareciéndome un casco antiguo .

Por último el Puente L´Assut de l´Or, también forma parte del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Conocido, también, como el Jamonero, ya que su forma recuerda este instrumento.

Es un puente de tirantes que cruza el antiguo cauce del Turia.

y es una de las infraestructuras mas necesarias para la ciudad, ya que conecta importantes arterias y soporta un gran tráfico de vehículos.

Antes de tener este original nombre, fue llamado Puente de la Serrería y Puente del Grao.

Su actual y definitivo nombre, proviene de un antiguo azud (palabra de origen árabe -as sad- que significa "barrera", que se hace para derivar el caudal de un río, a las acequias) que se conserva en las cercanías de la obra.

Cabe destacar que el impulsor de esta denominación fue un vecino, nacido hace unos veinticinco años, en lo que hoy es el Oceanográfico.

Volvamos a nuestra excursión.

Dedicamos toda la mañana a conocer y recorrer el Oceanográfico.

Aquí se combina su extraordinaria arquitectura, cambiante desde todos los ángulos, con la observación de la vida marina.

Como ya he dicho mas arriba es el acuario mas grande de Europa; entre sus 40.000 animales de 500 especies diferentes podemos encontrar peces, mamíferos, aves, reptiles e invertebrados, todos del medio acuático.

El agua salada es bombeada desde la cercana playa de la Malvarrosa.

Así pues y acompañados por nuestra guía, que se conocía bien el complejo, visitamos los distintos habitat, recorriendo salas y túneles, donde parece que estas dentro del agua; por suerte, solo lo parece, pues a veces los compañeros de trayecto son... tiburones y otros habitantes de las aguas de no muy amistosa compañía, como las morenas, las rayas y demás...

Todo esta perfectamente documentado mediante atractivos paneles.

Hay mucho que ver en el gran acuario; una mañana solo es un paseo de aproximación; pero deja a uno encantado, viendo el fabuloso mundo de... las profundidades

Nuestra trayectoria iba alternando el mundo submarino con el mundo aéreo, donde podíamos admirar muchas aves acuáticas

y algunos mamíferos marinos, como este león marino (¿será ese su nombre?), que me resulta particularmente enternecedor; debe ser por su "expresión".

Hay allí toda clase de curiosidades, a cual mas bonita, como estas medusas, que he puesto junto con los caballitos de mar. ¿ A que son preciosos?

También me encantaron los pingüinos. Son tan torpes fuera del agua... y tan simpáticos.

Por último, a la hora fijada, tuvimos un espectáculo en el Delfinario a cargo de estos inteligentes mamíferos marinos y su entrenadores.

Nos entretuvieron una hora con sus saltos enormes, piruetas, bailes y natación sincronizada. Están perfectamente entrenados, y a veces parecen formar un solo cuerpo con sus entrenadores.

Había transcurrido la mañana, sin un minuto de respiro.

Nos llevaron a comer a otra, de lo que podríamos llamar, sede de los festejos previos a las fallas.
No recuerdo el nombre.

Aquí también había un escenario, como en el Museo del Artista Fallero, aunque todo era mas pequeño y no había exposición de fallas.

Supongo que habrá una de estas sedes por barrio, pues allí eligen las falleras, las fallas que van a hacer, etc.

La comida fue abundante aunque corriente.

Immediatamente volvimos a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pues teníamos que visitar el Museo.

Hay que dedicarle al menos dos horas. Y ese tiempo fue el que estuvimos allí.

El Museo está dedicado a las Ciencias Naturales,

Consta de planta baja y otras tres plantas, con espacios temáticos

  • Planta baja: La Ciencia a escena
  • Planta primera: Escaparate de la Ciencia.
  • Planta Segunda: El legado de la Ciencia
  • Planta tercera: Cambio Climático, etc.
Sus amplios espacios se utilizan para talleres didácticos y otras actividades.

También se celebran eventos tanto sociales como culturales, como p. e., la presentación del equipo Mclaren de Formula 1.

Nosotros recorrimos con cierto detenimiento la planta segunda: Legado de la Ciencia, donde se ilustran la vida y la obra científica de don Santiago Ramón y Cajal (1852-1-934), Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1.906, por sus aportaciones al conocimiento del Sistema Nervioso.

Ramón y Cajal fue catedrático de la Facultad de Medicina de Valencia durante cuatro años.

De la misma manera está representada la vida y obra de don Severo Ochoa (1.905-1.993).

Este científico español también obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, en 1.959, por su desciframiento del código genético.

Ochoa desarrollo toda su actividad científica en E.EU.U., llegando a nacionalizarse como estadounidense.

En la Planta tercera, estuvimos haciendo uso de algunos elementos interactivos.

También compartimos unos momentos con una pareja de neanderthales, que están sentados en un café, vestidos y arreglados de manera, que si de verdad los encontráramos por cualquier sitio, no nos llamarían la atención, tan parecidos son a nosotros.

Sin embargo lo que me resulto más interesante del Museo, además de su arquitectura, que también es sobresaliente en el interior, es el gran péndulo de Foucault que está instalado en la Primera Planta.

Es uno de los mas largos del mundo. La base del péndulo es de madera de olivo y naranjo.

Es fascinante ver como se mueve y va tirando las bolas exteriores, por el efecto de la rotación de la Tierra

Entre las curiosidades del Museo, en la misma planta que el péndulo de Focault, hay una representación del ADN (ácido dexosiribonucleico) con su bonita forma de doble hélice, aunque parece que no sigue la verdadera configuración de sus componentes.

Al salir del Museo, para esperar el autobús, que nos llevaría de vuelta a Playa Gandía, pudimos contemplar todos aquellos edificios magníficos, singulares y futuristas, con la luz del sol poniente, que da a los objetos un tono especial.

Espero no aburriros mucho, con tan largo artículo, pero el tema lo merece.

Hasta la próxima excursión