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jueves, 8 de agosto de 2019

Belorado, 2ºdia


Después de asistir a la Eucaristía, ya que en un convento estábamos, con su preciosa iglesia y con los cantos de las religiosas, seguida de un excelente desayuno preparado por las monjitas, nos despedimos de los amigos y fuimos al centro del pueblo para hacer lo que, podíamos decir, la visita turística.

Nos llegamos hasta la Plaza Mayor, corazón de Belorado, de aspecto típicamente castellano; es una hermosa plaza, donde en tiempos se hacia el mercado semanal y las ferias anuales, concedidas por los reyes, lo que explica su gran tamaño.

 Esta constituida como un espacio cerrado, ya que los accesos son laterales, de manera que no hay que atravesarla, por lo  sirvió también, en otros tiempos, para corridas de toros, comedias, bailes y festejos variados.
                                                                               

Es en parte porticada, tiene varias casas blasonadas y en el centro hay un templete para conciertos.

En la plaza Mayor se encuentran como edificios principales el Ayuntamiento,
                                                                         

y la iglesia de San Pedro
                                                                       

Este templo de probable origen medieval, muy reformado en el s. XVII al que se llega subiendo una pequeña escalinata; en el lado izquierdo se alza la torre, de planta cuadrada, construida en ladrillo y añadida en el s. XVIII; solo contemplamos la iglesia por fuera, pero en su interior tiene diversos tesoros.

La plaza mayor estaba animada, con varias terrazas que correspondían a distintos bares, bastante llenas con los naturales del lugar.

Como teníamos intención de seguir camino hasta llegar a casa, no nos detuvimos mas que un rato, y en la misma barra, de una de las tascas, tomamos unas tapas que nos sirvieron de comida.

Entre los dos días que había tenido para recorrer Belorado, ya me fui con suficiente información para apreciar una de las importantes villas de la historia de Castilla y de España.

jueves, 1 de agosto de 2019

Dos días en Belorado, Burgos


Esta visita a Belorado, la primavera pasada no era la primera. Hace años, al pasar de camino hacia Oviedo, entramos en este pueblo, famoso entonces y ahora, por su trabajo en piel y tanto mi marido como yo compramos sendos abrigos de piel vuelta y grueso forro, que nos han hecho buen servicio, y yo todavía conservo.

En la ocasión actual, en cambio, hemos conocido bastantes cosas interesantes de  Belorado.

El motivo de nuestra visita era una reunión con varios amigos de distintos lugares del norte de España, que son protectores y contribuyentes económicos del monasterio de clarisas ubicado en el pueblo, y  pasar dos días juntos.

Nos hospedamos en la extensión del monasterio, que es una pequeña ala exenta del edificio histórico, pero todas las comidas las hicimos en el propio convento, preparadas divinamente, valga la expresión, por las monjitas.

Sepamos ahora algo de Belorado y del propio monasterio.

Belorado municipio de la provincia de Burgos, limítrofe con La Rioja, pertenece a la comarca de Montes de Oca, y a la subcomarca de La Riojilla; se encuentra en la falda de la Sierra de la Demanda, al pie de los Montes de Ayago; su principal cauce fluvial es el río Tirón, afluente del Ebro. que nace en la mencionada Sierra de la Demanda. la villa cuenta con cerca de 2.000 habitantes.
                                                                   

En 2.015 la Unesco incluyo, en la denominación Patrimonio de la Humanidad, la ampliación del Camino de Santiago, que aumento en unos 1.500 km, Belorado entro en el Camino francés y en los Caminos del Norte de España, recuperando la importancia que tuvo en el Camino de Santiago, puesta de nuevo de relieve actualmente.

Se cree que antes de la llegada de los romanos la zona estaba poblada por la tribu de origen celta de los autrigones, aunque el primitivo núcleo urbano es de fundación romana.

De estas lejanas épocas se han encontrado restos arquelógicos, como lápidas. cerámicas y otros; aunque el opida romano estaba situado en la otra orilla del río Tirón, que en su actual emplazamiento.

Pocos indicios hay del periodo visigodo, que pueden ser los restos eremíticos encontrados en las cuevas de la zona.

Belorado tuvo especial importancia al comienzo de la Reconquista por su situación estratégica, al ser el paso natural entre el Valle del Ebro y la Meseta, para cuyo control se construyo el castillo, del cual apenas queda un murallón terroso, sobre un cerro y a cuyo pie se traslado la población, para tener mayor protección.

La zona fue inestable hasta que el rey Alfonso III de Asturias (848-910) aseguro definitivamente la frontera oriental y pudo comenzar la repoblación cristiana a comienzos del s. X. A partir de ese siglo el conde Fernán González, y varios reyes de Navarra y Aragón le concedieron privilegios como mercado, fueros, la feria mas antigua de España, fuentes de su prosperidad durante la Edad Media.

Sin embargo la primera referencia documental se encuentra a finales del s. X, en un documento perteneciente al Monasterio de San Millán de la Cogolla, La Rioja, en el que se la menciona con el nombre de Bilforato.

En la Edad Moderna Belorado perteneció a los Condestables de Castilla, el primero del título fue don Pedro Fernandez de Velasco (1.425-1.492), I conde de Haro, a partir del cual el titulo de Condestable fue hereditario.

En el s. XVI con la perdida de importancia del Camino de Santiago, tras la ruptura de la unidad religiosa en Europa, y en los siglos siguientes, aumentó el declive de Belorado debido a epidemias, malas cosechas y crisis económicas y demográficas, no ajenas a la crisis en todo el territorio de Castilla.

Cierta recuperación se inicio en el s. XVIII con nuevos aprovechamientos agrícolas y forestales, recuperación que se vio drasticamente interrumpida con la invasión napoleónica, con su secuela de batallas, robos, violaciones y destrucción del patrimonio nacional.

La despoblación de la cuenca Oca-Tirón durante la década de los 60-70 del s. XX, manifiesta el profundo declive de la zona, de la cual solo pervive entre otros pocos pueblos, Belorado.

Volvamos ahora al convento de clarisas donde nos alojamos.


El monasterio de Santa Clara, también conocido como Nuestra Señora de la Bretonera, por llamarse así el solar donde fue construido, está situado en las afueras de la villa, y en el Camino de Santiago.

El origen del convento fue la decisión de unas piadosas mujeres de vivir en comunidad bajo la Regla de Santa Clara, en 1.358,  para lo cual pidieron y obtuvieron una bula papal que autorizaba la fundación, y para lo cual construyeron un monasterio en ese lugar.

Después de diversos acontecimientos, destrucciones y ruinas, como que durante la Guerra de la Independencia las religiosas tuvieran que abandonar el monasterio, que fue objeto de expolio y destrucción por parte de las tropas francesas, y mas tarde la Desamortización del año 1.835, que desposeyo  a la comunidad de todas sus propiedades, las monjas solo pudieron sobrevivir gracias a algunos caritativos vecinos, que las dotaron

La comunidad actual compuesta por 14 monjas, ha rehabilitado el convento, literalmente con sus propias manos, y lo tiene, francamente, en forma. Para financiar su mantenimiento, así como la vida monástica, se autofinancian con las trufas y bombones que venden en tiendas gourmet y en restaurantes con estrellas michelin, lo que garantiza su calidad.
                                                                   

En el obrador del convento dedican parte de su tiempo a la elaboración de trufas, palitos y bombones de alta gama, hechos con el mejor chocolate. Puedo decir que tienen la fama merecida ya que compramos una caja surtida, para conocer esa delicia.
                                                                       
                                                                   
 Mientras mis amigos asistían a las convivencias y hablaban de sus intereses, yo me di una vuelta por la población, que me pareció bien cuidada y próspera. Observe que seguía habiendo varias grandes tiendas dedicadas a confección en piel, con toda clase abrigos, chaquetas y complementos en piel.

La visita mas turística la deje para el día siguiente, para hacerla en compañía de mi marido.                     

martes, 22 de marzo de 2016

Peñaranda de Duero

  

Después de visitar Caleruega continuamos hacia otro de los lugares cercanos, pues en Castilla, practicamente pueblos. villas y ciudades, son dignos de visitar, ya que su glorioso pasado histórico y cultural ha dejado gran cantidad de monumentos, que aún podemos admirar.

Bien, pues nos dirigimos a Peñaranda de Duero, villa que dista de Caleruega algo mas de 18 km.

Peñaranda de Duero pertenece a la comarca de Ribera del Duero; hoy día tiene cerca de 600 habitantes.

Se halla emplazada en la margen derecha del río Arandilla, afluente del Duero. Como parece evidente, su nombre alude a dos accidentes geográficos de su entorno, la peña y el río, emplazamiento estratégico, en lo alto de un cerro.

Probablemente tanto Peñaranda como Aranda fueron repobladas a principios del s. X, cuando la reconquista cristiana de los territorios invadidos por los musulmanes en el s. VIII, avanzo hasta el Duero.

En el s. XIV, tras diversos dueños, reinando Alfonso XI de Castilla, Peñaranda quedo vinculada a la familia Avellaneda, condes de Miranda, que contribuyeron en gran medida al enriquecimiento de la villa, mediante la construcción de sus principales monumentos.

Después de los boyantes s.s. XV y XVI en la provincia de Burgos, comienza en el XVII, una decadencia que se agudiza en los comienzos del s, XIX con la invasión napoleónica, que arrasa y saquea todo lo que encuentra en Peñaranda, como en el resto de España, y la siguiente Guerra de Independencia.

Tras los desastres de la guerra, llega en 1.835 la Desamortización de Mendizabal, en la que son expropiados los bienes de la iglesia; conventos y monasterios son abandonados, con la consiguiente ruina de muchos de ellos y la merma del patrimonio artístico y cultural.

Sin embargo y a pesar de todas estas catástrofes, Peñaranda ha conservado buena parte de este legado monumental, que ahora nos disponíamos a conocer.

Como llegamos desde Caleruega, situada mas al norte, lo primero que encontramos fue el Castillo.
                                                               

El Castillo de Peñaranda de Duero fue construido en el s. XI, como una fortaleza defensiva contra los musulmanes, a los cuales se había reconquistado la zona, y que domina claramente el caserío.

Construido primeramente por el conde de Castilla Fernán Gonzalez, la mayoría de lo que se ve hoy día se debe a la remodelación del s. XV, por el primer conde de Miranda del Castañar, don Diego López de Zuñiga.

Su planta alargada y quebrada se adapta perfectamente a la escarpada roca sobre la que se asienta, la Peña de Aranda, de la cual ocupa aproximadamente la mitad. Destaca en la fortaleza la solida torre almenada del homenaje, del s. XV.

Después de su abandono durante siglos, su monumentalidad y solida construcción le ha permitido llegar al s. XXI, con suficiente presencia para ser considerado uno de los castillos mas impresionantes de la provincia de Burgos.

Llegamos al castillo pasado el mediodía. El sol del verano caía a plomo y hacia mucho calor, lo cual no nos impidió recorrer el recinto amurallado, y contemplar el pueblo de Peñaranda a sus pies
                                                                                   

                                                                               

Aquí tenemos una vista de la villa desde el castillo.

Se había hecho la hora de comer, así que cuando llegamos a la preciosa plaza mayor, enseguida elegimos un bar con terraza, donde se estaba estupendamente, para tomar un vino de la zona y algunos embutidos, también de por allí.
                                                                             

Enfrente teníamos uno de los importantes monumentos de Peñaranda, el Palacio de los Marqueses del Castañar, también conocido como de Avellaneda o de Zuñiga, referencias a los apellidos de su primer constructor, don Francisco de Zuñiga Avellaneda y Velasco, III conde de Miranda del Castañar (1.474-1.536).
                                                               

Se trata de un palacio renacentista del s. XVI, que construyeron el III conde, miembro del Consejo de Estado de los Reyes Católicos, entre otras altas dignidades y su esposa María Enriquez de Cardenas, que con la construcción del palacio inauguraron una serie de obras que renovaron Pañaranda, convirtiendola en una villa condal.

Con el VI conde de Miranda del Castañar Juan de Zuñiga y Avellaneda (1.541-1.608), nombrado duque de Miranda del Castañar por Felipe III, en 1.608 y su esposa María Zuñiga de Avellaneda, fue cuando el palacio vivió su mayor momento de esplendor.

Fue a su muerte cuando empezó la decadencia, que provocaron diversas desgracias y saqueos de su patrimonio, incluyendo un intento, en 1.925  cuando el historiador y tratante de arte estadounidense, Arthur Byne (1.873-1.935) ofreció al periodista, político, coleccionista y millonario  William Randolph Hearst (1.863-1.951) comprar el palacio, desmantelarlo y trasladarlo a E:E:U.U, a pesar de estar desde 1.923 oficialmente protegido, como declarado Monumento Nacional por el gobierno de España.

Y, así  continuo deteriorándose, sometido a saqueos de sus componentes, hasta el s. XX, en el que, a partir de de 1.940, paso a manos del Estado.

Varias restauraciones se llevaron a cabo en 1.950, 1.962 y 1963, tanto del propio palacio como de la Plaza Mayor, la escalinata de la iglesia, el traslado a la plaza del Rollo gótico, las fachadas de las casas de la plaza, y otros cuantos arreglos, que la dejaron tal como la vemos hoy día, con un excelente aspecto.
                                                                    
Bien, pues antes de sentarnos a comer me acerque a la entrada al palacio, cuya fachada tiene bellos elementos decorativos en la portada, con los escudos de los Zuñiga y Avellaneda flanqueados por dos  figuras, y las ventanas de la planta noble.
                                                                       

En ese momento un portero estaban empezando a cerrar las puertas, de manera que según la información que me dio, no se podría visitar hasta pasado el fin de semana, pues desde el viernes, a esa hora, hasta el lunes, descansan. Una desilusión que nos llevamos.

Seguía haciendo calor cuando acabamos de comer, pero aún así dimos una vuelta por la plaza mayor, que bien lo valía.
                                                                          

Son dignos de ver su entorno y sus monumentos, aunque sea solamente el exterior.

Vimos la Iglesia de Santa Ana, excolegiata, comenzada en 1.540, con una preciosa fachada barroca, que decoran, entre otros elementos, tres bustos romanos procedentes de Clunia. Rodrigo Gil de Hontañon, fue su arquitecto.

Y ahí había acabado nuestra visita a Peñaranda de Duero

martes, 8 de marzo de 2016

Caleruega


Ya que estabamos en La Vid y habiamos acabado de visitar la XIX edición de las Edades del Hombre, y cerca de Caleruega, despues de desayunar salimos a recorrer los pocos km que la separan de Aranda.

Caleruega tiene, hoy día, una población de 470 habitantes.

 Por el pueblo cruza el río Gromejón, afluente del Duero y desde el punto de vista geográfico se encuentra entre la Sierra de la Demanda, del Sistema Ibérico y la Ribera del Duero en la Meseta Septentrional, aunque se la considera integrada en la comarca de Ribera del Duero.

El nombre de Caleruega deriva de la palabra latina "cabis", cal, producto abundante en la zona.

Después del avance de los castellanos, tras reconquistar la zona donde se halla Caleruega y establecer un poblado, las continuas escaramuzas entre cristianos y musulmanes provocan la destrucción del mismo, de manera que la primera noticia de Caleruega data del año 1.062, con motivo de una donación de bienes, en los que se la nombra como uno de los beneficiados.

Sin embargo su entrada en la historia universal es la fecha del nacimiento de Santo Domingo de Guzmán, en 1.170, fundador de la Orden de Predicadores, mas conocida como  Dominicos.
                                                                             

                                              Fra Angélico, Santo Domingo de Guzmán

Los padres de Santo Domingo eran los señores de Caleruega, descendientes de los condes fundadores de Castilla. Su madre, Juana de Aza, beatificada en en 1.828, tuvo un sueño mientras estaba embarazada de este hijo y para conocer el alcance del mismo, fue a consultar al cercano monasterio de Santo Domingo de Silos, santo del cual era devota, y cuyo nombre, en su honor, puso a su hijo.

Domingo de Guzmán nacio en Caleruega el 8 de agosto de 1.170 y fallecio en Bolonia, Italia, el 6 de agosto de 1.221.

Recibió una esmerada formación moral y cultural que despertó su vocación sacerdotal, profesando como tal en 1.194, después de estudios en humanidades, filosofía y teología, en el Estudio General de Palencia, del cual llego a ser profesor.

Después de diversos cargos eclesiásticos y diplomáticos por Europa, el papa Honorio III le encarga la predicación de la Cruzada Albigense, contra los cátaros, en la que obtiene buenos resultados para la Iglesia Católica, logrando gran número de conversiones, pero que sin embargo no detuvo la guerra entre el Norte y el Sur de Francia, o entre los francos y los occitanos.

De esta cruzada le vino la idea de crear una Orden de Predicadores, en Toulouse, donde entonces residía, confirmada por el Papa Honorio III el 22 de diciembre de 1.216 y con sus estatutos regidos por la regla de San Agustín.

La Orden Dominicana ha destacado en teología y filosofía, derecho, economía, temprana defensa de los derechos humanos y evangelización de los territorios de África y América conquistados por los españoles, con figuras tan eminentes, además de su fundador, como San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, Francisco de Vitoria, fray Bartolomé de las Casas y San Vivente Ferrer, entre otros muchos.
                                                                   
Después de cierto declive de la Orden en la Edad Moderna, actualmente ha recuperado su prestigio e influencia dentro del catolicismo, participando activamente en el Concilio Vaticano II.

Santo Domingo de Guzmán falleció en su convento de Bolonia, tras una breve enfermedad, a los 51 años y se encuentra sepultado en la Basílica de Santo Domingo de esta ciudad.



                                       
                                                              Tumba de Santo Domingo

Tengo que decir que he tenido la ocasión, estando en Bolonia, de visitar su última morada

Bien pues nuestra visita a Caleruega fue de lo mas interesante.

Es un pueblo evocador de la familia y de la Orden fundada por Santo Domingo, donde se respira tranquilidad y belleza.

El conjunto monumental, comprende una serie de edificios religiosos colindantes entre si, a los que hay que añadir la Parroquia de San Sebastian, que está enfrente, todo ello en la misma gran Plaza.
                                                                       

Vimos los diferentes monumentos mediante una visita guiada, que fue exhaustiva y muy buena. Una amable señorita nos fue relatando el ambiente y las particularidades del lugar donde había nacido y crecido Santo Domingo.

Empezamos por donde se hallaba su casa natal; se trata de un monasterio de origen medieval, fundado por el rey Alfonso X, el Sabio, muy devoto del santo, en 1.270, para commemorar el primer centenario del nacimiento de Santo Domingo, que había sido canonizado en 1.234, transformando la casa de los Guzman. En palabras del rey

"para mejor honrar a este gran santo que el Señor concedio a Castilla"

El monasterio es de clausura, aunque las monjas dominicas, que lo habitan desde hace ocho siglos, dejan gustosas las llaves a quien quiera visitarlo.
                                         

En el interior se traspasa un hermoso arco ojival, que se cree pudo pertenece a la Sala Capitular, por el que entra en el magnifico claustro romanico, algo modificado en el s. XVIII.

Por la escalera de madera se llega al piso superior, el museo donde hay expuestas soberbias piezas de arte sacro y varios facsimiles de la época de la fundación del monasterio, tambien tiene un hermoso techo reconstruido, que quiere recordar al magnifico techo artesonado con pinturas perdido en el incendio de 1.959.

Despues de estas visitas llegamos a la iglesia, comenzada en el s. XIII, pero acabada en el XIV, templo sencillo de una sola nave, con una zona de coro donde las monjas pueden seguir los oficios.

Descendimos a la cripta en la cual hay un pozo, el pozito de Santo Domingo, y que segun la tradición el santo nacio en ese lugar exacto.


y tres altares adornados con tres mosaicos donde estan representados los Guzman, todo ellos santos: la madre santa Juana de Arza, el padre Venerable Felix de Guzman, junto con sus hijos, el Venerable Antonio, el Beato Manés, y Santo Domingo.

Contemplamos tambien el Torreón del s. X, situado en el jardin de la hospedería del monasterio, que pertenecia a la casa solariega de los Guzman; es el monumento mas antiguo de Caleruega, que formaba parte de una serie de fortalezas, en la ribera del Duero, para defensa de la zona.
                                                                             

Una vez concluida la visita del monasterio, y sabedores de que las monjitas del convento hacen ricos dulces, compramos algunos, y son efectivamente muy ricos.
                                                                               

Nos quedaba por ver la iglesia del monasterio, al lado del convento, que en realidad son dos templos.

Uno de ellos del s. XIII, el coro conventual separado por una verja, antigua iglesia fundada por Alfonso X, donde las monjas siguen los oficios religiosos, cuya nave es la original romanica, excepto pors us ventanas ojivales.
                                                                               
                   
La otra iglesia data del s. XVI, promovida por los Dominicos de Mejico, y está unida a la anterior.

El exterior de estilo renacentista, con fachada de piedra de sillería, ofrece un aspecto geometrico compacto y austero.

El interior tiene una sola nave de planta de cruz latina, caracteristico de las iglesias conventuales.
En el centro del crucero, sostenido por pilastras y arcos de medio punto se alza una cúpula dorada con estucos barrocos y medallones alusivos a la Orden Dominicana.
                                                                               

Dentro de la austeridad del conjunto destaca el retablo mayor, con pinturas de Blas de Cervera (1.594-1.643) pintor barroco español, natural de Palencia, que representa escenas de los hechos de Santo Domingo y de la Orden por él fundada.

El otro templo , la parroquia de Caleruega es la iglesia de San Sebastian que,  por decirlo así, preside la plaza de Santo Domingo, por estar mas alta que el resto de la plaza.

La iglesia de San Sebastián fue en su origen una iglesia románica edificada entre los s.s. XI y XII. Del primer templo solo se conserva la puerta de entrada, la torre del campanario y una ventana geminada visigoda.


La torre es anterior a la nave de la iglesia. En ella se conservan cinco campanas, la mas antigua de 1.789.  En esta iglesia fue bautizado Santo Domingo de Guzman.

Solo pudimos ver el exterior.

Despues de esta instructiva visita a lugar tan bello, de pasado tan importante, seguimos hasta Peñaranda de Duero, que veremos en el próximo capítulo.                                                                           

lunes, 29 de febrero de 2016

Edades del Hombre. La sede: Aranda de Duero


Después de un desayuno continental, pero abundante, dejamos el Monasterio para recorrer los 18 km que lo separan de Aranda. El día era precioso, y algo caluroso, como corresponde al verano.

La ciudad, única sede de la exposición de de las del Hombre, estaba ya muy animada, supongo que algo mas que de costumbre por ser fin de semana.

Sepamos algo de Aranda antes de adentrarnos en ella.

Aranda de Duero, localidad situada al sur de la provincia de Burgos, es la capital de la comarca Ribera del Duero; cuenta con una población de mas de 33.000 habitantes.

El río Duero la atraviesa, y desembocan en el término municipal sus afluentes el Arandilla, el Bañuelos y el Arroyo de la Nava.

Tanto la localidad, como su entorno disfrutan de un paisaje casi llano sin grandes desniveles.
                                                                         
                                                                             
El origen del nombre de Aranda es incierto; puede venir tanto del latín, aranda=tierra que se ha de arar, como de otro idioma en el que significaría valle grande. La segunda parte del nombre alude, evidentemente, al gran río que la cruza.

Hay poca evidencia del poblamiento de Aranda en épocas prehistóricas, aunque su emplazamiento en un ligero altozano y surcada por tres ríos la hacen idónea para el asentamiento humano; se han encontrado algunas sepulturas, círculos de piedra y mojones que así parecen indicarlo.

En la época prerromana estuvo poblada por varias tribus celtíberas como las de los pelendones, arévacos y vacceos que después de oponerse a la conquista romana, con episodios como el sitio y caída de Numancia y otros acontecimientos guerreros, pasaron a ser romanizadas por completo.

Tras la invasión islámica de 711, y el establecimiento del reino de Asturias, por los nobles visigodos comandados por Pelayo y apoyados por los habitantes de esta región, hubo continuas escaramuzas entre cristianos y musulmanes para conseguir botín y en el caso de los reyes asturianos para repoblar el territorio, con el fin de aumentar su capacidad trabajadora y guerrera.

Se produjo, por siglos, un gran espacio vacío de gente y de cualquier otra actividad que no fueran las razzias, en busca de botín, que se ha dado en llamar Desierto del Duero o Campos Góticos, en el cual estaba incluida lo que luego llego a ser Aranda de Duero, entre otras muchas localidades.

Aranda fue fundada por el rey Ordoño I en 861, pero este primer asentamiento fue destruido por los musulmanes en el mismo s. IX,

A pesar de la repoblación llevada a cabo en esta zona del Duero burgalés a comienzos del s. X, y de la función estratégica como vigilante del único puente que entonces existía para cruzar el río, la primera mención de Aranda data de 1.088, en el Concilio de Husillos, Palencia, en que se cita como una fortaleza levantada contra los moros.

Nacida como lugar de realengo, la ciudad se convierte en los s.s. XIV y XV en centro económico y administrativo de la zona, como es prueba la celebración en ella del Concilio de Aranda en 1.473, para la reforma del clero, y el haber sido residencia casual de Juana la Beltraneja y de su contrincante por el trono de Castilla, Isabel la Católica.

El centro histórico de Aranda conserva la trama urbana de hace 500 años, como atestigua el plano de la ciudad de 1.503, que fue utilizado, como referencia para el trazado de muchas ciudades del Nuevo Mundo, por los españoles que las fundaron. En el documento, que está depositado en el Archivo General de Simancas, se ve representada la ordenación de Aranda en la cual se pueden reconocer edificios y calles que han llegado hasta el día de hoy.
                                                                   


Aranda adquiere identidad propia a partir del s. XIII, en el que depende del rey Sancho IV de Castilla, y se constituye, por lo tanto, en villa de realengo

Entre los s.s. XIV a XVI Aranda vive una época de gran esplendor, pues se convierte en punto estratégico para la comunicación entre las dos Castillas, Aragón y Francia, lo cual favoreció su desarrollo económico, político y social, mientras mantenía su producción agrícola y vitivinícola. En estos siglos se levantan conventos, palacios y casonas, gran parte de los monumentos que adornan la ciudad.

En el s. XVII comienza una decadencia, con notable disminución de población, decadencia de la cual se recuperara en el s. XVIII; pero como en otras muchas villas y ciudades de España la invasión napoleónica de 1.808, causa terribles trastornos, pues en el propio termino se desarrolla una cruenta batalla en 1.812, en la que intervino el guerrillero Duran, que causo, con sus acciones en la retaguardia francesa, sensibles perdidas.

Hoy día es una ciudad, con un importante parque industrial, y con un pujante sector agrario, en que el cultivo de la vid y la elaboración del apreciado vino con D.O. Ribera del Duero, son fuente importante de su prosperidad.

La gastronomía es uno de los puntos fuertes de la localidad, pues además del vino Ribera del Duero, tiene reconocidos con D.O., el lechazo asado, la morcilla de Aranda, variedad local de la morcilla de Burgos y la Torta de Aranda.

Así que ya estábamos en Aranda, tras el corto traslado desde La Vid. Dejamos el coche en un aparcamiento al aire libre habilitado por el Ayuntamiento, para absorber la gran cantidad de visitantes, y nos dispusimos a recorrer la ciudad, para empezar por la visita a la iglesia de San Juan, una de las dos sedes de la exposición de Las Edades del Hombre.

 Antes de llegar a la iglesia tuvimos una agradable sorpresa al encontrar el busto del general Antonio Gutierrez de Otero y Santayana, ilustre arandino, Comandante general de las Islas Canarias,  y teniente general de los Reales Ejércitos, que ha pasado a la historia por haber derrotado al almirante británico Horacio Nelson, el 25 de julio de 1.797, cuando trataba de tomar el puerto y plaza fuerte de Santa Cruz de Tenerife.
                                                                 

La iglesia de San Juan, donde fue bautizado el general Gutierrez, está al lado de este busto, así que pasamos a, primero contemplarla por fuera, y luego a la exposición.
                                                                                         

La iglesia construida en el s. XIV es de estilo gótico isabelino con algunos elementos  aprovechados de un templo románico anterior, como el muro este. Está situada entre los ríos Duero y Bañuelos y asociada al nacimiento de la villa

Tiene adosada la mayor torre defensiva de la villa, cuyos dos primeros cuerpos datan del s.IX, 

Se la puede ver y contornear sin ninguna dificultad, pues está en una agradable placita, y así contemplar su preciosa fachada principal, del s. XV y la esbelta torre
                                                                                       
             
La exposición Edades del Hombre está dedicada, en la XIX edición, a la Eucaristía, dividida en cuatro capítulos, de los cuales, en la iglesia de San Juan se desarrolla el cuarto de ellos, Mirabile sacramentum (Sacramento admirable), mostrando los aspectos mas religiosos y trascendentes de la Eucaristía, centrados en la figura del cuerpo de Cristo y su significado para la religión cristiana en el Nuevo Testamento, con tres etapas:


  • Orígenes en Jesús, 
  • Institución de la Eucaristía y 
  • La primitiva iglesia.


Este cuarto capitulo se divide en varios apartados, el primero de los cuales es "Salutare conviviun" ilustrado entre otros, con el cuadro, de los comienzos de Joaquín Sorolla, "La Primera Comunión de Carmen Margariñas"
                                                                         

o por esta parte del Retablo de la Iglesia de San Hipólito, de Támara, Palencia, sobre la vida de su titular San Hipólito.
                                                                          

 El segundo bajo el nombre de "In mei memoriam" está centrado en la muerte y resurrección de Cristo, como es muestra ese impresionante Cristo yacente, talla en madera policromada  de Pedro de Ávila (1.678-1.742)
                                                               
                                                                                     
o la escultura de madera policromada "Ángel recogiendo la sangre del cordero" de Juan Sanz (1.607) que proviene de la iglesia de Santa María de Catalañazor de Almazán (Soria).
                                                                             

En el tercero "Vinculus caritatis" podemos contemplar entre otras obras de calidad, el cuadro atribuido a Plácido Constanzi (1.746) San Pedro Regalado sale del sepulcro para socorrer a un mendigo
                                                                           

o la escultura de Alejandro Carnicero (1.738) que representa a San Martín partiendo su capa con un pobre, que se encuentra en la iglesia parroquial de Cogerces (Valladolid)
                                                                                     

Los tres primeros capitulos se desarrollan en la iglesia de Santa María la Real.

La exposición ha coincidido con el V centenario de la finalizacion, entre 1.514-1.516, de la magnifica fachada de estilo gótico isabelino de esta iglesia.
                                                     


La iglesia actual construida sobre otro templo anterior de estilo románico, del cual solo queda una torre, se comenzo a edificar en 1.439, a menos de un km de la iglesia de San Juan, que hemos visto anteriormente.
                                                                           

Como suele suceder en estas exposiciones el continente es  mas importante aun que el contenido.

El primer capitulo de la exposicion "Panis quotidianus", el pan de cada día., quiere hacer evidente la mirada del Salvador sobre los objetos y acontecimientos comunes, para lo cual nos propone algunos ejemplos.

Como este bajorelieve, perteneciente al retablo mayor de la iglesia de Santa María la Mayor de Briviesca (Burgos), que represnta la parabola del El pobre Lazáro y el rico Epulon, realizado en el taller del escultor Manuel de Agreda, (1.772-1.843)


o este cuadro sobre el Milagro en el banquete del apostol santo Tomas, procedente de la Colegiata de Covarrubias, atribuido al Maestro de los Balbases, finales del s. XV


Y por poner un ultimo ejemplo del apartado, aqui está el bajorrelive "Ultima cena" de Felipe Vigarny (1475-1.543), escultor y tallista borgoñon, radicado en españa,  procedente de la vecina iglesia de San Juan de Aranda.
                                                                       

Estas tres propuesta ilustran certeramente el capítulo I.

El II capitulo llamado Antiquum documentun, Antiguo testamento, prehistoria de la eucarístia, se refiere a los hechos que anuncian, veladamente, lo que mas tarde se convertira en realidad, en los cuales se inspira en Nuevo testamento.

De los muchos preciosos objetos de la exposicion que tratan de este tema elegire dos
                                                               

El sacrificio de Abraham, procedente del sepulcro de los reyes Juan II e Isabel de Portugal, padres de Isabel, la Catolica en la Cartuja de Miraflores.

El precioso bajorelieve en alabastro es obra de Gil de Siloe (1.440-1.501) e ilustra la obediencia del profeta Abraham que no dudo en sacrificar a su hijo Isaac, por orden de Yhave, su dios. Su fidelidad le valio la bendición de Dios para el y su descendencia.
                                                            

Y para acabar con este capitulo el magnifico Sagrario-Tabernaculo, procedente de la iglesia parroquial de San Román de Villaherreros (Palencia), realizado por el orfebre Manuel Alvarez, 
s. XVI

El III Capítulo "Cena Novissima", explica el nacimiento de la eucaristia, y para acompañar la explicación se
exhiben algunos cuadros importantes como la  Santa Cena del notable pintor Bartolomé Esteban Murillo (1.617-1.682), oleo procedente de la iglesia de Santa María la Blanca, de Sevilla
                                                                           

o este cuadro de la Resurrección de Jesús, del taller de Juan de Borgoña que se encuentra habitualmente en el Convento de la Anunciación, mas conocido como las "Ursulas" de Salamanca
                                                                    
                                                            
Interesante, ademas de magnifico, es el caliz mostrado en la Exposición; se trata del Caliz de los Condestables de Castilla. realizado en 1.487, con oro, perlas, piedras preciosas y esmaltes, que procede del Museo de la Catedral de Burgos, de gran importancia historica y artistíca, podemos decir, la mejor y mas extrordinaria pieza de la exposición .
                                                                   

Estas y otras notables piezas, tanto de artistas de otros siglos, como tambien modernos y actaules, forman un magnifico conjunto en esta XIX Exposición de las Edades del Hmbre organizada por las diocesis de Castilla-León, a traves de la Fundación Edades del Hombre.

Disfrutamos durante mas de dos horas de la visita a las dos sedes arandinas y luego, para reponer fuerzas, comimos en uno de los mas conocidos restaurantes del centro de la ciudad "El lagar de Isilla", en la calle del mismo nombre, con un menu castellano tipico de Aranda, morcilla de Aranda, cordero lechal asado, y un deliciosa milhojas, todo ello con vino de Ribera del Duero, como no podia ser menos.
                                                                             

Despues tan opipara comida, dimos un largo paseo a la vera del río Duero, que en Aranda se muestra grande y frondos.

                                                               


Tras este agradable paseo volvimos a nuestra base en el Monasterio de la Vid, donde pudimos asistir a vísperas, recitadas por los monjes agustinos que habitan el convento y llevan la hospedería. Al acabar los rezos pasamos todos, monjes y huespedes, al refectorio o gran comedor donde se nos sirvio una  sencilla y buena cena.