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viernes, 22 de febrero de 2019

Javea, último paseo


Para nuestro último día en Javea elegimos un largo paseo, el de la visita al centro histórico también había sido largo, pero ese de hoy fue desde el hotel, por el paseo marítimo de la Playa de la Grava, hasta el cabo de San Antonio.

Según habíamos visto en un mapa turístico, un poco antes de llegar al cabo había señalado un sendero que subía hasta el parque del Montgó, lugar que conocíamos de otra anterior visita, en la que llegamos hasta allí en bus, pero el sendero solo era un proyecto, pues estaba señalado, pero sin arreglar.

A pesar de lo cual  disfrutamos con las magnificas vistas del paseo, playa, barrio de pescadores o de las Aduanas del Mar, ya "explorado" por nosotros, puerto deportivo y esplendida bahía, acompañado todo por un día primaveral, a pasar de estar en invierno.
                                                                             

La playa de la Grava, de 290 m, tiene un nombre descriptivo ya que es principalmente de grava, con algunas pequeñas zonas de arenilla. Para solventar la incomodidad de pisar la grava, diversas pasarelas de madera llevan, desde el paseo, hasta el mar.
                                                     
                       

El puerto de Javea se encuentra en la bahía que conforma el cabo de san Vicente, donde están amarrados tanto barcos de pesca, como embarcaciones de recreo, en mayor cantidad.
                                                         

El cabo de San Antonio, uno de los sectores mas orientales, ya que es el ultimo apéndice del Sistema Penibético, de la provincia de Alicante, separa Javea de su vecina Denia. Forma parte del Parque Natural del Macizo del Montgó, que como sabemos domina el paisaje de Javea.

En el extremo superior del cabo hay un faro y un mirador.

El cabo alcanza alturas de mas de 50 m sobre el nivel del mar, y sus fondos marinos están declarados Reserva Marina Natural del cabo de San Antonio, tanto por su interés pesquero, como por la diversidad de ambientes y de seres vivos de sus fondos marinos.

Esta fue nuestra despedida de Javea, lugar apreciable entre las localidades de la Costa Blanca, con menos densidad de construcción y muy cuidada.

viernes, 8 de febrero de 2019

Javea, centro historico

                                                                               
 
Hoy visitamos el centro antiguo o histórico de Javea, ya que en esta visita no podíamos pasarlo por alto.

Para llegar utilizamos métodos propios como es el caminar los cerca de 4 km que separan el hotel del centro histórico, pasando por la Playa de la Grava, con su paseo marítimo, el barrio de pescadores, algunas avenidas ya urbanizadas donde sin duda piensan seguir construyendo, para las viviendas de vacaciones y por ultimo la cuesta que llega hasta en centro antiguo.

Un paseo cómodo y fácil. con premio pues el centro conserva su carácter y encanto original; el recinto amurallado de origen medieval, rodea el entramado de sus calles empedradas, con las fachadas blancas, enrejados negros, algunos portales arqueados y ventanales góticos, adornados con la característica piedra tosca, de la zona, que remata sus casas.
                                                                   

Todo con muchos elementos defensivos pues, como ya he comentado, Javea fue marcada significativamente por los constantes ataques de piratas y corsarios, desde el siglos XVI hasta el último cuarto del s. XIX, que hicieron a la población alejarse de la costa y establecerse en alguna altura.

Entre sus edificios mas notables destaca la Iglesia-Fortaleza de San Bartolomé.

 Se trata de un edificio que tuvo una doble función como iglesia y como fortificación, cuyo origen está en la torre-ábside del s. XIV, a la que se añadió el templo gótico construido en el s. XVI.
                                                               


Está construido totalmente con la piedra arenisca tosca, tan abundante, en otros tiempos,
en toda la zona, y en estilo gótico.Por su lado izquierdo tiene una torre vigía que también hace funciones de campanario.
                                                     

Todo el templo tienes aspecto y funciones de fortaleza, con muros robustos, y conjunto rematado por almenas y saeteras y como elementos decorativos tiene dos portadas góticas, una dedicada a San Bartolomé y la otra a San Gil.

El interior tiene una nave única, bóveda de crucería estrellada y pocos adornos. Sigue con su aspecto robusto de fortaleza.
                                                                         

Justo enfrente de la iglesia se encuentra el Ayuntamiento de Javea, en la misma plaza.
                                                             

El edificio se encuentra sobre lo que fue una antigua ermita dedicada a San Cristóbal del s. XVII, que, a su vez, había sido construida encima de una necrópolis cristiana de los s.s. XIV y XV.                                 

Este mismo enclave  ha tenido diversos usos a lo largo de su historia, pues además de la necrópolis y la ermita, ha sido utilizado como escuela pública hasta finales del s. XIX, y hasta como  capilla de la Virgen de los Desamparados.

La fachada del Ayuntamiento es de estilo neoclásico y no desentona en el entorno de la plaza.

Después de esta corta, pero agradable visita al centro histórico de Javea volvimos por el mismo camino hasta llegar al mar, a la Playa de la Grava, justo al lado del Puerto deportivo y cerca del barrio pesquero.
Recorrimos su amplio paseo Maritimo, por el cual se llega hasta el Parador de Turismo de Javea, que está enfrente de nuestro hotel.
                                                                           

Para descansar de la caminata nos sentamos en la terraza del parador, desde la que se tiene una magnifica y bella vista de otra de las playas locales y de sus acantilados en la lejanía.
                                                                                         


martes, 29 de enero de 2019

Moraira y Benisa


Hoy visitamos dos localidades cercanas a Javea, la primera fue Moraira, precioso enclave en el litoral.

Esta pequeña población costera, que dista algo mas de 13 km de Javea, pertenece al municipio de Teulada, situado en el interior a 6 km de la costa.

De sus 14.000 habitantes el 60% son extranjeros, atraídos tanto por su templado clima, con una media anual de 18º, como por sus excelentes playas, ya que tiene 8 km de costa con siete playas, como por su buena infraestructura y servicios, como por su bonito y bien conservado casco antiguo, con edificios históricos, iglesias fortificadas, castillos y murallas.

En la temporada veraniega la población llega a doblarse.

Aunque el topónimo de Moraira es  muy antiguo, en otros tiempos se refería a algunos accidentes geográficos de la costa, como cabo, puerto natural o bahía y no había ninguna población en toda esta zona hasta los años 30 del s. XIX, facilmente comprensible pues la piratería marítima era frecuente, y solo paró con la conquista de Argel por los franceses en 1.830, que acabo con esta desgraciada actividad.

Fue hacia mediados del s. XIX cuando empezó a construirse alguna casa, alguna tienda, e incluso una taberna, que fueron el origen del pueblo.

Posteriormente, ya en los años 60 del s. XX empieza la llegada del turismo, acompañada del desarrollo urbanístico, con sus aciertos y disparates.

Empezamos nuestro recorrido por la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados, situada en el núcleo urbano de Moraira; construida entre 1.875 y 1.878, se utilizaron algunas piedras antiguas del castillo de Moraira que había sido derribado durante las Guerras carlistas.
                                                                           

Ha sido renovada en varias ocasiones, la ultima en 1.989, en la que cierto aspecto derivado del  tradicional riurau levantino, ha quedado desvirtuado, al cegar dos de los arcos, que han sido decorados con vidrieras.
                                                                         
                                                              
Tiene planta rectangular, con tres naves y campanario también de planta rectangular en la izquierda.

Mas interesante resulta el paseo marítimo donde se encuentra el Castillo de Moraima, antiguo castillo fortificado, enclavado en una elevación rocosa, desde la que se domina la Playa de la Ampolla.
                                                                               

El Castillo de Moraira fue construido en el s. XVIII. Encima de la puerta de acceso se encuentra el escudo real de los Borbones, con la fecha de 1.742, posiblemente la de la finalización de la obra.
                                                                     

Esta fortificación se levanto para protección de la costa, que estaba asediada e invadida con demasiada frecuencia por los piratas berberiscos, que a veces llegaban no solo a la costa sino hasta capital del municipio, Teulada, asolándola.

El edificio llego a estar en ruina pero fue restaurado en la década de los años 80, del siglo XX, tratando de dejarlo de la manera mas parecida al original.
                                                                       

El castillo estuvo en funcionamiento hasta mediados del s. XIX. Como ya he mencionado parte de sus sillares fueron utilizados en la construcción de la iglesia de Nª Sra. de los Desamparados, así como de otras casas de la población.

Es un edificio de planta de pata de buey, con fachada semicircular y entrada por el lado opuesto a la costa y debido a su situación, en la pequeña elevación resulta muy agradable de ver.
                                                                           

Paseamos por los alrededores del Castillo, de la playa, donde vi por primera vez a un particular con un detector de metales, recorriendo la Playa de la Ampolla, supongo que buscando monedas u objetos metálicos perdidos, como si fuera a encontrar un tesoro...
                                                                           

                                                                                 

A lo lejos entre dos grandes peñas se podían atisbar las casas de Calpe, aunque no el peñón de Ifax, característica principal del paisaje de este lugar.
                                                                                 

Tras estos paseos nos desplazamos hasta la próxima villa de Benisa, a poco mas de 11 km de Moraira, situada en el interior de la comarca, a 4 km de la costa, con un casco histórico, bien bonito y cuidado.
                                                                                   
                                                                                     
Benisa cuenta con mas de 13.000 habitantes de los que un 44% son extranjeros, que provienen sobre todo  de la UE, y principalmente de Alemania y Reino Unido.

Su topónimo viene del árabe, Ben Isa, que quiere decir hijo de Isa, pues se supone que fue un importante núcleo de población musulmana después de la invasión e implantación de los invasores en 720.

Paso a manos cristianas con la conquista del rey Jaime I de Aragón en 1.248, que la incorporo al reino de Valencia.

Formo parte, con otras poblaciones del Levante, del Señorío de Concetaina, que se concedió a Roger de Lauria, marino y militar, como recompensa por su trayectoria al servicio de la corona de Aragón.

Durante los s.s. XV y XVI sufrió numerosos ataques de los piratas berberiscos.

Tras la expulsión de los moriscos, asentados principalmente en el campo, se procedió a un repoblamiento con gentes de otras regiones cristianas y se amurallo la villa, así como se contruyó una torre de vigilancia para defenderse de los piratas, que como, como sabemos, en todo el Levante español asolaban las costas.

En Benisa los efectos de la Guerra de la Independencia (1.808-1.814) contra la invasión de España por las tropas francesas de Napoleón, fue acompañada de desastres de todo tipo, como requisas de alimentos, incendios, saqueos, asesinatos, violaciones y destrucción del patrimonio cultural, como se puede ver con la ocupación del convento franciscano, fundado en la villa en 1.645, que fue usado como cuartel de tropas, después de haber expulsado a su comunidad .Acabada la guerra los franciscanos pudieron volver a su convento.

Ya en Benisa dimos un agradable paseo por el pueblo que, como he comentado, es muy bonito,
contemplando algunas casonas antiguas que pertenecieron a los notables del lugar con familia numerosa, con su propia y gran capilla de la misma arquitectura que la casona.                                                                                   
                                                                             

Destaca entre estos edificios la Casa-Palacio parcialmente fortificada de los Torres Orduña, construida en el s. XVI y reformada en el XVII, donde vivió la familia que le da nombre, y que en el s. XX fue adquirida por el Ayuntamiento de Benisa, para Casa Consistorial.
                                                                     
                                                       
Pero, el monumento que mas llama la atención en Benisa, es la iglesia de la Purísima Concepción, advocación mariana que es Patrona de Benisa, llamada también la Catedral de la Marina Alta, comarca donde se encuentra la villa.
                                                                               
                                                                             
La construcción de esta enorme iglesia neogótica, fue financiada por suscripción popular, en la que contribuyeron, cada uno según sus posibilidades, todos los habitantes de Benisa.

La primera piedra se coloco en 1.901y la construcción concluyo en 1.929, sorteando todas la dificultades que a lo largo de esos veinte años se produjeron.

El templo se erigió en el solar donde había estado la iglesia fortaleza de San Pedro Apóstol.

 El interior consta de tres naves coronadas por un cimborio que tiene una espectacular claraboya, que proporciona luz al interior del templo.


La mas preciada joya del interior es un relicario incluido en una tablilla de la Purísima Concepción, atribuido a la escuela de Juan de Juanes, s. XVI.
                                                                     


En el interior destacan también las vidrieras de colores y las dimensiones de la nave central, así como toda la estructura negótica del templo, tanto interior como exterior.

Nuestra excursión había acabado. Unas visitas bien interesantes y bellas.

martes, 15 de enero de 2019

Fontilles


Después del desayuno salimos hacia Fontilles, nuestra visita de hoy, que lleva unos 40 minutos desde Javea.

Atravesamos la comarca de la Marina Alta desde Javea hasta Fontilles con sus preciosos paisajes, sierras, llanura de La Plana, y pueblos, Pedreguer, Benideleig,  El Capso y otros, que pasaron rápidamente
                                                                         

ante nosotros, hasta que empezamos a ascender, ya que Fontilles se encuentra en la montaña.

El propósito principal de la visita era el Sanatorio de San Francisco de Borja, que está en el termino de Fontilles, núcleo que pertenece al municipio de Val de Laguar.

Este municipio está ubicado en la zona montañosa del interior  del norte de la provincia de Alicante, entre dos majestuosas sierras que forman el valle.

En Fontilles y en el año 1.902 el abogado y figura destacada del catolicismo político y social de la región, Joaquín Ballester Lloret (1.865-1.951), junto con el padre jesuita Carlos  Ferris Vila (1.856-1.924), interesados y preocupados por esta enfermedad y sus consecuencias sanitarias y sociales, fundaron el Sanatorio de San Francisco de Borja, como colonia-sanatorio para leprosos.
                                                               

Digamos dos palabras sobre esta enfermedad, conocida desde la mas remota antigüedad, que ha infundido, desde siempre, pavor a los hombres, pues era incurable y mutilante, ya que afecta a la piel y a los nervios periféricos, deformando la fisonomía y el cuerpo de los que la padecen.

Los enfermos eran separados de las comunidades y se les proveía de unas tablillas que servían para anunciar su proximidad, para que la gente se alejara de ellos, cuando salían de los lugares apartados donde habitaban recluidos, llamados lazaretos.

Actualmente se utiliza como primer metodo, la prevención, que consiste en evitar el contacto físico cercano y prolongado  con personas afectadas, incluso si están sometidas a tratamiento.

Y los tratamientos con antibióticos y otros medicamentos, por periodos de seis meses hasta dos años, con lo cual el enfermo deja de ser contagioso.

En 1.987 el médico e investigador venezolano Jacinto Convit (1.913-2.014) fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica por haber desarrollado la vacuna contra la lepra.

La lepra es una enfermedad contagiosa, aunque mucho menos de los que suponía antes de conocer su origen, y que debidamente tratada no es contagiosa.

Puede ser producida por dos bacterias, el Mycobactarium leprae, descubierto en 1.874 por el médico noruego Gerhard A. Hansen, por lo que se le conoce también como bacilo de Hansen y  el  Mycobacterium lepromatosis, identificado en 2.008 en la Universidad de Texas, E.E.U.U., muy parecido al anterior.

El periodo de incubación es de 3 a 5 años y los síntomas pueden manifestarse a los 20 años del contagio.Su transmisión es por minúsculas gotas que provienen de la nariz y de la boca.

El contagio se produce en condiciones de hacinamiento, mala alimentación y falta de higiene.

Pasemos ahora a la historia del Sanatorio.

Con ocasión de estar hospedado en casa del sr. Ballester, el padre Ferris tomo conciencia, al oír los lamentos de un enfermo de lepra, del grave problema que suponía esta enfermedad, ya que los afectados por ella eran  rechazados completamente por la sociedad de la época, y ser esta bastante frecuente en la comarca de la Marino Alta.

Tras varios años de complicadas gestiones, luchas y disgustos al ser rechazado el proyecto por algunos políticos, la inauguración del Sanatorio se efectuó en enero de 1.909, con el ingreso de ocho pacientes.

Situado entre los municipios de Orba y Campell y con una extensión de cerca de 800.000 m2, Fontilles llego a ser el mejor sanatorio del mundo para esta enfermedad.

Hoy día Fontilles es el único centro en toda Europa que aun alberga enfermos de lepra.

Dotado de pabellones, viviendas,
                                                                 

dependencias asistenciales, talleres, almacenes,

                                                                         
 iglesia,
                                                     
                                                                       
 etc. cercano al mar, rodeado de un frondoso bosque y numerosas fuentes, Fontilles, que significa -fuentecillas- lugar con mucha agua, forma un verdadero paraíso natural.

Una larga muralla de casi 4 km de largo y 3 m de altura rodea todo el complejo de Fontilles. El compacto muro fue levantado en 1.923, ante la insistencia de los vecinos de la zona que querían evitar que los enfermos pudieran escapar y el temor al contagio, lo que hizo que su aislamiento aumentara.

 Los pueblos cercanos se habían opuesto a la instalación de un Sanatorio para leprosos, y con el argumento de que seria  un foco de infección, fue rechazado por los habitantes de la zona.

Alguno de los pacientes de aquella época  hablan del sanatorio como de una cárcel o un campo de concentración, aunque parezca injusto, ya que allí fueron curados y pudieron llevar una vida normal.

Aunque todavía residen en Fontilles algunos antiguos enfermos ya curados, que no han conocido otro hogar, el descenso de pacientes con la enfermedad de Hansen, ha hecho que el sanatorio se haya reconvertido en una residencia de ancianos y enfermos crónicos, así como en uno de los mas prestigiosos centros de investigación sobre esta dolencia.

Hoy día en España se producen unos 15 casos al año, en general con  personas que provienen de otros países, pero cada año hay cerca de un cuarto de millón de casos al año, sobre todo en Asia, América latina y África.

Fontilles a  través de su fundación centra sus esfuerzos en la cooperación internacional, con el objetivo de prevenir y curar la enfermedad, colaborando con los programas de lucha contra la lepra en Cuba, Haití, Honduras y Ecuador y otros proyectos.

Después de recorrer las instalaciones de esta meritoria institución y de pasear un buen rato por el amplio complejo, regresamos a Javea



sábado, 29 de diciembre de 2018

Javea. Paseando por el barrio de pescadores, las playas y calas

                                                                                     

Este segundo día en Javea lo dedicamos al entorno de la playa de la Arena; en primer lugar visitamos una de los monumentos mas interesantes de la localidad, la iglesia del Puerto de Javea, o iglesia de Nuestra Señor de Loreto, que acaba de cumplir su medio siglo de existencia, ya que su construcción se termino en 1.967.
                                                                               

En el centro del barrio de Duanes del Mar se encuentra esta original iglesia, una de las obras mas relevantes del s. XX, por su estilo vanguardista y renovador. No es solo una construcción arquitectónica sino que también tiene de escultura monumental.

Un aspecto interesante del templo es la iluminación. La entrada de la luz se produce a través de unos lucernarios ubicados a lo largo del remate superior del muro de la iglesia, de manera que esta resbale por las paredes y favorezca el recogimiento espiritual propio del lugar.
                                                                                 

La parte superior tiene forma de quilla de barco, muy apropiada dada la ubicación de la parroquia, en el barrio de pescadores, muy cercana al mar y al puerto.
                                                                        

Al final de la nave y se encuentra el altar coronado por un Cristo flotante colgado de la estructura, sobre el cual cae la luz, reclamando la atención de todo el que entra en el templo.

A la salida pudimos contemplar una pequeña estatua de la Virgen de la Caridad, obra del artista estadounidense Bayard Osborn, (Manhatan, NY, 1.922-2.012); fue adquirida por la señora alemana Theresia Pfänder, que la exhibió durante mas de 20 años en su jardín de Alemania. 

Cuando la sra. Pfänder, asidua visitante de Javea y de la parroquia del mar, falleció en 2.013, su familia dono la escultura a la Iglesia de la Virgen de Loreto, que, después de convenientemente restaurada, luce en el patio del templo 
                                                                              

La situación de la iglesia del mar no es la idónea para destacar su vanguardista arquitectura. pues se encuentra entre estrechas callejuelas, pero al mismo tiempo está en un barrio encantador.

Después de un aperitivo en la terraza del Parador de Turismo, que se encuentra enfrente del hotel y tiene magnificas vistas sobre la playa y el pueblo, pasamos a comer.

Por la tarde dimos un largo paseo por el Paseo Marítimo que bordea la Playa del Arenal, única playa de arena del municipio. Alrededor del paseo hay bares, restaurantes, heladerías, tiendas y negocios diversos abiertos al público, pues al contrario que otras localidades playeras, en Javea hay vida y cierta animación durante todo el año, aunque en el verano  la población aumenta al doble o quizás al triple.
                                                                                      

El final de la playa hay unas escaleras por las que se llega al Mirador de Punta del Arenal, desde que se ve la playa con el Montgó al fondo.

En tiempos del Imperio romano, entre los s.s.I.a VII. se desarrollo un gran asentamiento, con una factoría donde se elaboraban salazones y la famosa salsa de pescado garum, muy apreciada por los romanos, del que quedan algunos restos arqueológicos, no muy bien cuidados, según parece.

Nos paramos en el mirador para contemplar la playa del Arenal, el Parador de Turismo y el emblemático Montgó.

Luego seguimos por una calle con chalecitos a ambos lados, después siguen rocas y el mar; en algunos puntos de este litoral hay algunas escaleritas, o algún caminito de tierra para llegar hasta la roca e instalarse allí con una silla playera o una toalla.

Las aguas de esta zona son transparentes y con preciosos fondos marinos, lugar ideal para bucear por las cantidad de peces variados que allí se pueden ver.

Seguimos paseando por la avenida Ultramar hasta llegar al final del paseo marítimo bordeado de magníficos chalets, que nos lleva hasta la Cala Blanca.

En realidad esta Cala se compone de tres pequeñas calas: la Caleta I, la Caleta II y la Cala del Francés.

La Caleta I que practicamente es toda de roca, es un pequeño entrante del mar bastante protegido del oleaje.

Caminado junto al mar llegamos a la Caleta II compuesta de roca y grandes piedras, y también bastante protegida del oleaje.

Bordeando la Caleta II se llega a la Cala del francés, llamada así porque allí vivía el sr. Lambert, ciudadano suizo, uno de los primeros  turistas de Javea, desde cuya vivienda y con mucha dificultad se podía descender hasta la cala.
                                                                         

Los acantilados siguen tras la Cala Blanca.

                         
Aquí acabo nuestro paseo, precioso e interesante, pues la costa de Javea lo es. Volvimos por el camino de ida cuando ya estaba anocheciendo y los muchos establecimientos, bares, terrazas y restaurantes estaban iluminados y animados.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Una semana en Javea, Costa Blanca con el Imserso



Esta iba a ser nuestra segunda visita a Javea, donde ya habíamos estado en nuestro primer viaje con el Imserso, desplazándonos entonces desde nuestra base en Playa Gandía, hasta Javea, para una excursión mañanera.

En esta ocasión nuestra residencia fue durante toda la semana en la propia Javea, y la pudimos conocer mas ampliamente.

Javea pertenece a la provincia de Alicante, y a la comarca de la Marina Alta; cuenta con una población cercana a los 23.000 habitantes de los cuales mas del 53 % son de nacionalidad extranjera.

Esta antigua población de pescadores se encuentra entre los cabos de San Vicente y La Nao, que separa las bahías de Alicante y Valencia y es el punto mas occidental del litoral mediterraneo, con mas de 20 km de litoral, que tiene tanto calas y pequeñas playas, como playas largas, además de una extrordinaria belleza paisajística.

                                                             
El Montgó es la cumbre mas destacable y visual de la comarca, con sus 750 m de altura, forma, con su entorno, el Parque Natural del Montgó, desde donde se puede contemplar Javea. y tener una amplia perspectiva de la zona.
                                                                   
     
Javea tiene dos núcleos urbanos no contiguos, el casco antiguo, con su entramado medieval de pequeñas calles empedradas y casas de piedra, con edificios notables como la Iglesia-Fortaleza de San Bartolomé, de estilo gótico-isabelino, el mercado de abastos y las casas mandadas construir por la burguesía en el s. XVIII,

El otro núcleo es el del puerto y la playa, siendo esta zona la mas concurrida; hay que decir que la playa es artificial, ya que lo propio de Javea es la playa de roca tosca, muy usada antaño para adornar las puertas con dinteles de esta piedra, muy típicas de la región. Hoy día esta practica esta prohibida como medida de conservación del entorno natural.
                                                                             
                                                             

La playa tiene un hermoso paseo muy agradable de hacer.
                                                                     

La privilegiada y estrategica situación del Valle de Javea ha favorecido el asentamiento de pueblos y culturas mediterraneas que han dejado sus huellas.

Esta zona tuvo ocupación humana desde el Paleolítico Superior, hace unos 30.000 años; los restos arqueológicos, cerámica, pinturas rupestres, enterramientos, útiles de metal y pequeños poblados de la Edad del Bronce muestran esta presencia humana.

Mas adelante tuvo contacto comercial con fenicios, y en menor medida con griegos, sin olvidar el componente ibérico de estas sociedades. A estos sucedieron los romanos, los visigodos y los musulmanes, todos los cuales han dejado sus huellas.

Tras la conquista cristiana llevada a cabo por el infante Alfonso de Castilla, futuro Alfonso X, el Sabio y mas tarde por el rey Jaime I de Aragon, en 1.244, seguida del repartimiento de tierras, y de intentos de repoblamiento, que fueron lentos.

Las primeras noticias documentales de Javea son del reinado de Jaime II, a finales del s. XIV.

Una de las circunstancias historicas que marcaron de manera significativa a Javea fueron los ataques constantes de piratas y corsarios a las costas levantinas durante el s. XVI, que provocaron el alejamiento de los habitantes de la costa y su instalación a dos km de la misma, en las elevaciones del terreno, y la construcción de murallas alrededor, que perdurarían hasta 1.877, último tercio del s. XIX.

La participación de Javea en la Guerra de Sucesion (1.702-1.713), apoyando al ya rey de España Felipe V de Borbón, le proporciono una serie de privilegios que la impulsaron economica y demograficamente a lo largo de la centuria.

Entre 1.810 y 1.812 se vio involucrada en la Guerra de la Independencia durante la invasión napoleonica, con sus secuelas de destrucción y muerte, como en el resto de España.

Durante el s. XIX la economia de la población fue la agricultura. como venia siendo, con cultivos de secano, almendro, viñas, algarrobo, olivo siendo el mas destacado el del trigo y su transformación en harina, y tambien la creciente importancia de la elaboración y comercialización de la pasa. qie se convirtio en motor de la economia de la región, provocando la aparición de una burguesia mercantil.

En la decada de los 60 del s. XX, en Javea como en otras localidades del Levante se produce el boom turistico, que es desde entonces la principal actividad economica de Javea.

Bien , pues tras un viajecito en avión de una hora mas o menos, con aterrizaje en Alicante llegamos a esta población de la que ibamos a disfrutar una una semana. Desde el hotel se veia el mar y la costa, ademas de los correspondientes edificios de varias plantas asi como agrupaciones de chalets y hoteles, todo bien mezclado, como es habitual en la osta levantina.