sábado, 1 de marzo de 2014

5º día: Amsterdam


Hoy teníamos un día muy ocupado para visitar Amsterdam.

Hace unos veinte años había conocido esta fascinante ciudad y ahora tenía ilusión por verla de nuevo.

Antes de recorrerla sepamos algo de ella.

Amsterdam es la capital de los Países Bajos, aunque en este país la gobernación y la sede de la corona están en La Haya.

Tiene unos 750.000 habitantes, aunque con su área metropolitana pasan del millón y medio, y forma parte de la gran conurbación holandesa (Randstat), de la cual forman parte La Haya, Rotterdam y Utrech, una de las áreas metropolitanas mas grandes de Europa.

El nombre de Amsterdam aparece por primera vez en un documento de 1.275, que exime a los habitantes del lugar del pago del impuesto de portazgo, por haber construido un puente con presa (damm), sobre el río Amstel.

El lugar había sido fundado por pescadores, que según la leyenda provenían de la provincia de Frisia en el norte del país, considerándose su fundación oficial, la del documento citado mas arriba.

La importancia de Amsterdam,, como centro comercial entre las ciudades holandesas y alemanas creció y se consolido durante el s. XIV, cuando formo parte de la Liga Hanseática.

En el s. XVI todos los territorios que hoy día forman los Países Bajos y Bélgica pasaron a pertenecer al Imperio español, ya que el rey Carlos I de España los heredo de su abuela María de Borgoña, titular de los mismos.

Casi todo el s. XVI estuvo ocupado por la Guerra de Flandes o Guerra de los 80 años, en que las provincias del norte de los Países Bajos, que se habían separado de la Iglesia católica y habían pasado a ser protestantes, después de la reforma del monje agustino alemán Lutero, se revelaron contra el dominio español, consiguiendo su independencia.

A principios del s. XVII Amsterdam, durante el llamado Siglo de Oro holandés, se convirtió en una de las ciudades mas ricas de Europa, debido a su importante puerto, a la creación de su imperio colonial y a ser el uno de los principales centros financieros de Europa.

Esta prosperidad declino en el s. XVII debido a las guerras entre Holanda, el Reino Unido y Francia, que fueron seguidas por la invasión del ejercito francés de Napoleón Bonaparte, y que arruinaron Amsterdam.

A la caída del imperio napoleónico, tras la batalla de Waterloo, fue fundado el Reino Unido de los Países Bajos en 1.815, que comprendía Holanda, Bélgica y Luxemburgo y que tan solo duro quince años, pues la separación de Bélgica se produjo en 1.830.

Durante la Primera Guerra Mundial Holanda permaneció neutral, pero aun así la población padeció hambre y escasez en el suministro de combustibles.

En la Segunda Guerra Mundial, el intento de Holanda de volver a ser neutral fue eliminado, al invadir Alemania su territorio en mayo de 1.940, provocándose graves persecuciones de la población judía, y grandes penalidades entre toda la población.

Acabada la guerra, Amsterdam se fue recuperando, hasta conseguir, hoy día, altas cotas de bienestar.

Sin embargo ha perdido la importancia comercial que tuvo, en favor de Rotterdam y el poder político a favor de La Haya, pero sigue siendo el centro intelectual de los Países Bajos, el centro mundial de la talla de diamantes, y de importantes servicios como es su aeropuerto, que recibe miles de turistas a lo largo del año.

Se puede decir que Amsterdam, esta construida en el mar, ganada al mar, anclada sobre un millón de pilotes de madera, y como todo el país depende de la fortaleza de sus diques.

 La ciudad esta situada en la desembocadura y orilla sur del río Ij, afluente, que fue, del Zuidersee .El río Amstel la divide en dos.

El centro histórico de la ciudad fue construido en el s. XVII, en que se hicieron los  canales concéntricos alrededor del casco antiguo, que le prestan su fisonomía. Entonces se abrieron nuevas calles con las casas típicamente holandesas, que la han hecho famosa, y la hacen ser llamada la "Venecia del Norte".

                                                                    
Conducidos por una experta guía, empezamos por conocer el centro del comercio mundial de flores, una de las fuentes de riqueza de Amsterdam.
                                                                                           

Flora Holland es la mayor empresa de subasta de flores del mundo. Se encuentra en Naadlwijk, a pocos km de Amsterdam, cerca del aeropuerto, cuyo el tráfico aéreo se puede ver.

Flora Holland es una cooperativa a la que pertenecen los mayores productores de plantas y flores de  Holanda y en todo el mundo, con mas de dos millones de m2 de instalaciones y mas de 6.000 empleados.
                                                                         

Antes de la implantación del sistema de subasta on-line, en este edificio con muchas salas, se efectuaban las subastas de flores, en una animada y rápida puja. Ahora hay muy pocas salas que mantengan el sistema, incluso sospecho que solo quedan para enseñarlo a los turistas, pues sin desplazarse a ningún lado, desde la oficina o tu propio domicilio es posible subastar lo que sea, en este caso flores y plantas.

En el interior del edificio se almacenan, clasificadas en filas ordenadas, una enorme cantidad de plantas y flores que después de la compra, parten del vecino aeropuerto a sus destinos.

Recorrimos a continuación, en el bus, varios barrios de Amsterdan alejados del anillo de canales que rodean el centro histórico, mientras la guia local, nos explicaba una versión edulcorada de la historia de Holanda.

La pausa del recorrido la hicimos en el canal Singel, donde hay instalado, permanentemente, un gran mercado de flores y algunos otros objetos para el cuidado y cultivo de las mismas, todos ellos expuestos en gabarras, vestigio de los tiempos en que las flores y plantas que se vendían, llegaban al mercado transportadas en esas barcazas.

El mercado de flores flotante, se remonta a 1.862, y se puede asegurar que, en él, se encontrara la flor deseada.
                                                                              

Como nuestra intención no era la de comprar ni flores, ni plantas, nos dedicamos a pasear por la orilla del canal, donde también abundan las tiendas de recuerdos.

El canal Singel está al lado de un cruce de calles muy transitado, la Muntplein o Plaza de la Ceca, en español, que es en realidad un puente, el mas ancho de Amsterdam, que cruza el canal Singel, en el punto en que desemboca en el río Amstel. Todos los puentes de Amsterdam están numerados y el Muntplein lleva el número 1.

Este cruce de seis calles recibe su nombre de la Munttoren, torre que formaba parte, en el pasado, de una de las tres puertas principales de la ciudad medieval.


Tuvimos a continuación ocasión, que pasamos por alto, de comprar diamantes, pues fuimos conducidos a un establecimiento donde se tallaban diamantes, que, después de poder observar parte de ese trabajo, se podían adquirir, convenientemente montados en joyas de diversos tamaños, formas y precios.

La fabrica de diamantes era grande y se componía de diversas salas de exposición de joyas muy variadas y lindas, pero logramos sobreponernos a los deseos que afloran en esos momentos, de comprar algo, lo que fuera, y salimos indemnes, al exterior.

La visita guiada había acabado. Como estábamos cerca de la Plaza de los Museos, Museumplein, y, como ya he dicho, en Amsterdam es posible caminar por el centro sin agotarse, nos fuimos al Rijksmuseum, con la intención de ver su renovado aspecto y su cuadro principal, entre las muchas obras de arte que hay en su interior.

El Rijksmuseum, literalmente Museo del Reino, en español, llamado también Museo Nacional de Amsterdam, fue fundado en 1.800, promovido por el financiero holandés Alexander Gorel, y no siempre ha estado en su actual ubicación, ya que su primera sede fue en La Haya, desde fue trasladado a Amsteram por orden de Luis Bonaparte, hermano de Napoleón, y breve rey de Holanda.

Durante casi todo el s. XIX, el museo tuvo distintas ubicaciones, hasta que en 1.885 paso a la actual, en la que ha permanecido desde entonces.

Mientras tanto su colección, que provenía principalmente de las de los statuders holandeses, se fue ampliando con otras pinturas que ya estaban en Amsterdam y con diversas compras, hasta llegar a la colección que ahora se exhibe

El edificio definitivo fue diseñado por el arquitecto holandés Pierre Cuypers, en estilo ecléctico, pues combino elementos góticos y renacentistas y lo decoro con referencias a la historia del arte holandés.
                                                                                   

Es el principal edificio de la Plaza de los Museos, donde también se encuentran el Museo Van Gohg y el Museo Municipal de Arte Moderno.
                                                                   

Como dato singular hay que señalar que el edificio está atravesado por un pasadizo para peatones y ciclistas, que refiere el doble uso que tuvo cuando su construccíón, pues servía, además de Museo, como conexión entre el centro de Amsterdam, al norte, y los nuevos barrios que se estaban levantando en el sur.

Este doble uso ha condicionado y dificultado su empleo como museo, ya que el pasaje, practicamente una calle, divide el edifico en dos, obligando al museo a tener dos entradas, y dos escaleras principales, que hacían que solo en la planta principal, el museo estuviera conectado.

Al haber sido intervenido en múltiples ocasiones a lo largo del s. XX, para subvenir a las crecientes necesidades de visitantes y espacio, la carencia de luz era casi total.

Una obra de gran envergadura se ha acometido, para su adecuación, entre los años 2.001 y 2.013, entre proyecto y realización, que ha sido diseñada por el despacho del arquitecto español Cruz y Ortiz.


Con la reforma se ha conseguido una única entrada, con un luminoso vestíbulo donde se realiza la entrada de visitantes; la configuración primitiva, por otro lado se ha restablecido y la luz ha vuelto.

Cuando llegamos al vestíbulo que vemos mas arriba, no nos fue ofrecida tan tranquilizante imagen pues una multitud lo llenaba.

Nosotros íbamos con la idea de una sola visita: "La ronda de noche" de Rembrandt. No se si seria también la de la gran masa de contempladores del cuadro, porque la sala donde está colgado, estaba llenisima.


Esta obra maestra de la pintura universal fue creada por Rembrandt en 1.642, por encargo del gremio de arcabuceros, que eran empleados municipales, por lo que pertenece al Ayuntamiento de Amsterdam, que lo tiene depositado y cedido al Rijkismuseum.

La representación del cuerpo de milicia era habitual en ese y otros siglos posteriores; de hecho, con la nueva ordenación del Museo, en las paredes laterales de la sala donde se exhibe "La Ronda de Noche" hay varios cuadros, de otros pintores holandeses, con diferentes conjuntos de milicias municipales.

El inigualable cuadro de Rembrandt, destaca por encima de los demás, tanto por la composición, como por el intenso claro-oscuro de la escena, y el retrato de los personajes.

La obra paso por diversas visicitudes a lo largo de los siglos, desde la mutilación de parte de su lado izquierdo, ya en el s. XVIII.

En 1.975 un perturbado mental le asesto varios cortes en zig zag, con un cuchillo, y aunque fue bien restaurado, se pueden ver sombras de los cortes en él. Diez años después, en 1.985 un visitante roció el cuadro con un spray ácido, pero la rápida intervención de la guardia de seguridad y el agua pulverizada que se le aplico hicieron que solo fuera dañado el barniz de la pintura.

El cuadro cuyo nombre completo es "La compañía militar del capitán Frans Banninck Cocq y el teniente Wilhem van Ruytenbourgh", fue llamada desde el s. XIX "La ronda de noche", con el que se le conoce popularmente, aunque la escena se desarrolla de día, debajo de un portalón, ya que el cuadro estaba tan deteriorado y oscurecido por la oxidación y la suciedad el barniz, que apenas se distinguían las figuras, y parecía una escena nocturna.

Fue después de su restauración en 1.947, cuando se vio como era de forma total.

Tras contemplar el cuadro, rotando por la sala para verlo entre la multitud, y a pesar de las muchas obras de arte que alberga el museo, de los grandes maestros holandeses de varios siglos, abandonamos el lugar, para no hacerle sombra a la magistral pintura de Rembrandt.

 Estábamos cansados y era la hora de comer, así que en una terraza de la Plaza de los Museos tomamos unas tapas, y descansamos un rato viendo como la multitud se movía de acá para allá.
                                                                 

Volvimos al hotel andando, paseo agradable, porque caminar por Amsterdam es muy bonito. 


Mas adelante, en la tarde hicimos un típico paseo en barco por los canales, que sirve para completar los paseos entre los canales.
                                                                   

Lo que menos me gusto del paseo fue la vista de los barcos-vivienda, mas de dos mil quinientos actualmente, muchos de los cuales, tengo que decirlo, dan asco. 

Esta curiosa manera de alojamiento surgió después de la Segunda Guerra Mundial, por la escasez de viviendas, que se combino con la modernización de la flota holandesa, con lo que muchos barcos quedaron disponibles a bajo precio,

Pero el gran desarrollo de esta manera de vivir se produjo en los años setenta del siglo pasado, cuando los hippies, se instalaron en ellas.

Ha habido intentos de hacerlas desaparecer, que no han prosperado por la oposición de usuarios y otros ciudadanos. Las autoridades vigilan el estado del barco, por medio de revisiones periódicas y obligatorías y la salubridad de las mismas, pero desde mi punto de vista, no es un espectáculo propio de un país tan rico y civilizado como Holanda. Se ven algunas bien mantenidas, pero la mugre es lo mas visible y frecuente.

El paseo por los canales es muy interesante para ver, sin cansarse, muchas de las magnificas casas de la aristocracia y la burguesía acomodada, como también las curiosas casas estrechas, con su fachada triangular, y otras curiosidades.

Nuestro día acabo con una excelente cena en el restaurante del hotel.                                                     

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