jueves, 22 de enero de 2015

El Delta del Ebro

                                                                       
   
Una preciosa tarde de invierno acompaño nuestra excursión al Delta del Ebro.

Salimos pronto después de comer, ya que el día es corto en esta estación y hay que aprovechar la luz.

La primera parte de la excursión fue en el autobús, recogiendo pasajeros, también, de Vinaroz.

Llegamos al cabo de poco a la provincia de Tarragona, limítrofe con la de Castellón, donde se encuentra este extraordinario accidente geográfico, obra del gran río Ebro.

Fuimos atravesando, después de dejar atrás la última aglomeración urbana de importancia, San Carlos de la Rapita, por otros pueblos mas pequeños y por los campos, que mas adelante, en primavera seran fértiles arrozales. hasta llegar al embarcadero, donde nos subimos en un catamaran para dar un paseo de tres cuartos de hora, hasta la desembocadura.

Sepamos ahora algo de todo este gran entorno.

El Delta del  Ebro es el tercer gran humedal de Europa y el segundo de España, tras la Camarga en Francia y Doñana en España.

Su gran importancia ecológica contrasta fuertemente con la gran humanización de gran parte de su superficie, y con su intenso uso agrícola, circunstancias dificiles de armonizar en muchos casos. Para tratar de encontrar puntos de acuerdo,  se ha creado el Parque Natural del Delta del Ebro, a instancias de los habitantes de la zona, en 1.983, ampliado en 1.986, que comprende mas de 11.000 k2, entre los dos hemideltas.

El río Ebro, el mas caudaloso de la Península Ibérica, a la cual ha dado nombre, es el "creador" de este entorno, ya que aporta los materiales arrastrados desde su cabecera en el norte, hasta llegar al Mediterraneo. Los sedimentos que deposita en su desembocadura proceden de los Pirineos, el Sistema Central y Cantabria, donde nace.

Todo este material ha formado una superficie de mas de 320 km2, que comprende muy variados habitats. La actual forma del delta es una punta de flecha, que penetra cerca de 22 km en el mar, creando el tercer gran delta del Mediterraneo después del del Nilo y del del Ródano.
                                                                 

El paisaje del delta es muy caracteristico. Es una zona muy llana donde hay cultivo de frutales y de hortalizas, pero sobre todo extensos arrozales, de aspecto cambiante según las estaciones, terrosos en invierno, inundados por el agua en primavera y verdes en verano.

El cultivo del arroz, hoy día el mas importante del delta, fue introducido a mediados del s. XIX. lo cual produjo riqueza y un gran aumento demográfico, al mismo tiempo que cambiaba la zona. Las actividadades anteriores, la pesca y la salinas, que venian de la Edad Media van bajando, y ya quedan pocas; en cuanto a la pesca se mantiene algo, pero es minoritaria.

Hoy día viven en el delta mas de 50.000 personas. Esta intensa actividad humana tiene que convivir con el cuidado medioambiental, lo cual origina algunos problemas.

Otro problema no menor, son las grandes presas hidroeléctricas en el cauce del río, que han frenado el crecimiento del delta, lo han hecho retroceder varios metros por año, y hacen hundirse la zona mas próxima a la desembocadura, así como otros cuantos desastres mas.

En las orillas hay grandes lagunas rodeadas de cañizales y juncos, donde viven gran cantidad de aves, y en la periferia largas playas de arena blanca, y dunas coronadas de plantas adaptadas al medio halófilo. Todo ello de una gran belleza, como pudimos ver durante nuestro paseo en barco.
                                                                     
                                                     
Llegamos finalmente a Deltebre, última población, donde se coge el barco para un paseo fluvial de 45 minutos hasta la desembocadura del río.
                                                                                   

El paseo fluvial, por el centro del río, permite admirar la belleza de los contrastes del agua y ofrece una panorámica privilegiada del tramo final del río.



En una de sus orillas se encuentra el Mirador del Molino de los Mirones, que cuenta con una zona para hacer picnic.
                                                   

El Delta del Ebro es un entorno privilegiado respecto a la flora y la fauna, sobre todo de aves acuáticas.

 El humedal va cambiando de huespedes vegetales y animales, a lo largo del recorrido, sobre todo según la mayor o menor salinidad del agua. Lagunas, islas y playas van desfilando ante nuestros ojos.

Muchas mas cosas se podrían decir del delta, pero lo dejaremos en paseo maravilloso.

A la vuelta paramos para descansar un momento en San Carlos de Rápita, que no visitamos.

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