domingo, 15 de abril de 2018

Grecia 4º día: De Kalambaka a Amphipolis, Filipos, Lidia y Tesalónica


Ayer tarde cuando llegamos a Tesalónica tras atravesar Tesalia y llegar al centro de Macedonia, la región de Grecia mas al norte, después de cenar cogimos un bus municipal, ya que el hotel está
 a 3 km del centro, que nos llevo a la bahía de la ciudad.

Caminamos por el Paseo Marítimo donde ya podíamos ver, a pesar de que era de noche, la gran extensión del golfo a cuyas orillas se asienta la ciudad, y tanto en el paseo como del otro lado de la avenida, había una gran animación, con los paseantes, las terrazas de los bares y restaurantes llenas de gente y las tiendas abiertas, un ambiente muy mediterraneo.
                                                                         

Al día siguiente, cuarto de nuestro viaje, el programa era denso.

A temprana hora salimos hacia Amphipolis, pasando por paisajes que comprendían lagos y montañas, entre otros y mas bien lejano el monte Athos, una curiosidad política, administrativa y religiosa, que denomina la región montañosa de la península mas oriental de las tres que se extienden al sur de la península Calcídica, y que hoy día conforman mas de veinte monasterios monasterios ortodoxos con monjes de distintas nacionalidades, que forma un territorio autónomo bajo soberanía griega, autonomía que le permite tener leyes propias, como por ejemplo la prohibición de la entrada de mujeres y la no obligación de cumplir el Acuerdo de Schengen, de libre circulación en la Unión Euopea.
                                                                                 

Después de recorrer los mas de 93 km entre Tesalónica y el león de Amphipolis, en poco mas de una hora, hicimos una primera parada para contemplar esta monumental escultura, situada en las ruinas de la antigua ciudad de Amphipolis.
                                                                              

El león, una obra helenística del s. IV a.C., perteneció, seguramente, a la tumba de un alto dignatario de la Antigua Macedonia, probablemente del general y compañero de Alejandro Magno, Laomedonte de Mitilene.

Tras mirar y volver a admirar la monumental escultura en mármol, reconstruida a partir de restos dispersos encontrados por soldados del ejercito griego, y colocados después cerca del puente del río Estrimón y de la carretera que va de Tesalónica a Kavala, seguimos sin parar, por el momento en ella, hasta el sitio arqueológico de Filipos, en total unos 80 km, mas de una hora de bus.

Filipos fue una importante ciudad, en la Antigüedad, de Macedonia Oriental; fundada en 355 a.C. por Filipo II de Macedonia, en el lugar que ocupaba la colonia tasia de Crenides, a la que cambio el nombre por el suyo propio.
                                                                                 
El objetivo de esta fundación era doble: por un lado tomar el control de las minas de oro vecinas, y por otro establecer una guarnición que vigilara, desde este estratégico punto, un segmento de la gran carretera real que atravesaba de este a oeste Macedonia.

Tras la conquista de Macedonia, Filipo doto a la ciudad de importantes fortificaciones para defenderla de las tribus tracias; también  emprendió el saneamiento de las marismas, donde estableció colonos, y permitio que Filipos conservara su autonomía dentro del reino macedonio, con sus propias instituciones políticas.

El descubrimiento de nuevas minas de oro, cerca de la ciudad. contribuyo a aumentar las riquezas de Filipo II, que llego a acuñar moneda.

Filipos sirvió de punto de partida para Alejandro Magno, hijo de Filipo II, para conquistar el mundo.

En 167 a.C. fue conquistada definitivamente por los romanos.

En el año 46 tuvo lugar allí una gran batalla entre Octavio y Marco Antonio, y el asesino de Julio Cesar, su hijo adoptivo Bruto, aliado con Cayo Casio Longino, que finalmente ganaron los primeros.

Como commemoración de su gran victoria Octavio nombro a Filipos colonia romana y mas tarde, cuando fue nombrado por el Senado, emperador le dio el nombre de Colonia Augusta Julia Philippensis, la eximio de impuestos y le concedió otros privilegios, como la ciudadania romana.

Un hito importante de la historia del Cristianismo y de Filipos es que fue la primera ciudad europea visitada por San Pablo, hacia el año 52, en su segundo viaje misional. El apóstol se traslado allí ya que había una numerosa comunidad judía, y el empezaba su predicación del evangelio en ese entorno, aunque muchas veces los judíos no querían escucharlo, e incluso lo maltrataban y entonces tenia que dirigirse a los gentiles, como el llamaba a los paganos, según nos narran los Hechos de los Apóstoles

"Zarpando, pues de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia y al día siguiente a Neapolis; y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia. Estuvimos en aquella ciudad algunos días, y un sábado salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración y sentándonos hablamos a las mujeres que se habían reunido". (Hechos 16:12-13).

Fue la comunidad cristiana mas querida por el apóstol, a la que dirigió una de sus Epístolas, y no es de extrañar pues allí logro la conversión de varios gentiles entre los que destaca Lidia, como cuenta el cronista de los Hechos de los Apóstoles

"Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de purpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo. El Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Cuando fue bautizada con toda la familia, nos rogó diciendo:-Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, venid a hospedaros en mi casa- Y nos invito a quedarnos"

Los filipenses se mostraron generosos con Pablo y le entregaron una buena colecta, y él los volvió a visitar en ocasión de su tercera gira misional.

En primer lugar, y aunque el sol de mediodía era fuerte paseamos por las ruinas de lo que fue esplendida ciudad.
                                

                                      
Después de la época romana, bizantina, otomana y de los francos durante la Cuarta Cruzada, y de varios cambios de poder, fue abandonada definitivamente y probablemente en el s. XV, ya que el viajero francés Pierre Belon. que la visito en el s. XVI no encontró mas que ruinas.

La primera descripción arqueológica data del s.XIX, pero no fue hasta 1.914, cuando empezaron las primeras excavaciones interrumpidas inmediatamente por la I Guerra Mundial y retomadas en 1.920. 

Se excavaron el teatro,  
                                                          

el foro romano, dos basílicas, el ágora, la plaza del mercado, un podio que servía de tribuna para los oradores, que, probablemente, debió utilizar San Pablo, 
                                                              

las termas del sur y la muralla, todo ello de la época romana.

Tras la II Guerra Mundial se prosiguieron las excavaciones. 

Se sacaron a la luz las ruinas del barrio episcopal del Octógono, donde vimos lo que debió ser una basílica cristiana, de la cual quedan solo algunas partes del mosaico del pavimento
                                                                       


                                                                 

Seguidamente nos trasladamos a lo que podría llamarse un memorial de Lidia, la primera cristiana europea, de la ya he hablado.

 En un entorno precioso se ha construido una pequeña iglesia ortodoxa, hay un río que pasa cerca, donde se puede suponer que Lidia y toda su familia fueron bautizados, resulta un lugar muy emotivo.
                                                                     
           
Entramos en la pequeña iglesia, decorada con iconos de San Pablo y Santa Lidia
                                                                  
                                                                              
Mientras, había llegado la hora de comer, para lo cual nos dirigimos a Kavala, populosa ciudad de Macedonia, principal puerto de la región después del de Tesalónica.

El antiguo nombre de Kavala fue Neapolis, como la llamaron sus fundadores, colonizadores procedentes de la isla de Tasos, en el s. VI a.C. El lugar elegido para su ubicación domina la ruta de la costa, y tiene un excelente puerto natural, que fue el puerto de Filipos en época macedónica. En el cercano monte Pangeo hubo minas de oro que la hicieron prospera.
                                                                        

El apóstol san Pablo desembarco en Kavala, acompañado de sus discípulos Timoteo, Silas y el evangelista Lucas, en su primer viaje misionero.

Kavala perteneció al imperio otomano durante 541, de manera que varios de sus monumentos son de aquella época, como el acueducto, mandado a construir por Solimán el Magnifico (1.494-1.566), para suministrar agua a los baños turcos.

Otra de las construcciones otomanas fue el Imaret, institución turca que servía de hospedería para jóvenes estudiantes del Corán y como casa de beneficencia para necesitados, hoy día restaurado y convertido en hotel. 

Como personaje importante nacido en Kavala hay que citar a Mehmet Ali (1.769-1849)  constructor del Imaret de esta ciudad, y pachá de Egipto desde 1.805, hasta su muerte.

El lugar está coronado por el castillo veneciano, construido durante la época en que estos dominaron la zona. claro.

Una de las actividades económicas en Kavala es la pesca: hay numerosos restaurantes que sirven pescado y en uno de ellos, con una agradable terraza comimos.
                                                                           

Un corto paseo para contemplar la bahía, el mar y el castillo veneciano, completo el mediodía. 
                                                                                

A continuación emprendimos el regreso a Tesalónica, 153 km, en los que atravesamos montes, bosques, un lago, el mar allá abajo, por casi toda la ruta, y pequeños pueblos pintorescos.
                                                                              

Volvemos a Tesalónica, cansados pero contentos de lo interesante y variado que ha sido el día.
                                                                               

Mañana recorreremos la ciudad.

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