lunes, 8 de abril de 2019

Lanzarote, capitulo 3. Teguise, Mirador del Río, isla La Graciosa

                                                                           

Seguimos conociendo la isla, con la visita a tres importantes lugares, Teguise, la primera capital, el Mirador del Río, el sitio mas visitado de Lanzarote, desde el que se ve, en su totalidad, la isla La Graciosa

La Villa de Teguise es una de las localidades mas históricas de Lanzarote, y podemos decir de las Islas Canarias, ya que fue su primera capital, tras la conquista en el s. XV, hasta que la capitalidad paso a Arrecife en 1.852.

Debido al excelente estado de conservación del casco histórico, el tiempo parece detenido en ella, produciendo el mismo efecto mágico de las ciudades fundadas en los s.s. XV y  XVI, tanto en las Islas Canarias como en Ámerica.

La Villa, como acostumbran a abreviar los habitantes de la misma, fue fundada por Maciot de Bethercourt, sobrino del mercenario y aventurero Juan de Bethencourt, conquistador de Lanzarote, junto a Gadifer de la Salle, como  vasallos del rey Enrique III de Castilla, que financio la expedición, y heredero durante unos años del Señorío de Canarias.

Según cuenta la leyenda fue llamada así en honor de la esposa de Maciot, Teguise, hija del último rey indígena, aunque no se tiene constancia documental de esta filiación.

Teguise fue la tercera urbe de las islas, tras San Marcial del Rubicón, al sur de Lanzarote y Betancuria en Fuerteventura.

Se convirtió en la capital de Lanzarote debido a su buen emplazamiento geográfico entre montañas y alejada de la costa, que la protegía de las frecuentes incursiones de los piratas. Sin embargo estos ataques continuaron produciéndose en varias ocasiones con saqueos, muertes y destrucción.

El primer Marqués de Lanzarote, don Agustín de Herrera y Rojas nació en Teguise, hacia 1.536 y en 1.586 dirigió la evacuación de la población hacia la Cueva de los Verdes, ante el terrible ataque del pirata berberisco Arraez, mientras sus secuaces lo asolaban todo.

Una nueva incursión berberisca destruyo la Villa en 1.618.

En la montaña de Guanapay, al pie de la cual se encuentra Teguise, se construyo el Castillo de Santa Bárbara, atalaya idónea de vigilancia, al divisarse desde allí  la practica totalidad de las costas de la isla.

En un principio Sancho Herrera, el Viejo, 1er. Señor de Lanzarote, hizo construir, en el s. XV, una simple torre, para la vigilancia de la costa. A mediados del s. XVI el arquitecto de Felipe II, Leonardo Torriani, acometió una serie de reformas, por orden del rey, que convierten la torre en castillo, que además de atalaya sirviera para refugio de la población, en caso de invasión enemiga.
                                                                                 
                                                                                     

El castillo va perdiendo importancia defensiva en el s. XVII, con la construcción de nuevas fortificaciones en el puerto de Arecife, hasta que en el s. XIX, con la desaparición de los ataques corsarios, pierde todo valor estratégico.

En la actualidad es sede del "Museo de la piratería" y ha sido declarado Bien de Interés Cultural, desde 1.993.

El casco histórico de Teguise se ha conservado casi intacto desde su creación en el s. XV y posterior desarrollo en el XVI.

Recorrimos en poco tiempo los algo mas de 17 km que separan Costa Teguise de Teguise.

Uno de los meteoros casi constante en Lanzarote es el viento. En efecto los vientos alisios se pasean por toda la isla con gran intensidad. Hay que considerar que si no fuera por ellos el calor seria excesivo e insoportable, pero la refrescante "brisa huracanada" también molesta.

Paseamos pues por el entrañable casco histórico, perfectamente mantenido hoy día.

En la Plaza de la Constitución, o de San Miguel, diseñada por Leonardo Torriani, arquitecto de Felipe II, y algo modificada a lo largo de los siglos, destaca la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de Guadalupe, fundada en la primera mitad del s. XV, con un templo mas sencillo que el actual, y con una larga historia de saqueos, incendios y destrucciones; ampliada con tres naves en el s. XVIII, volvió a ser incendiada en 1.909 y reconstruida con limosnas del pueblo.
                                                                                   

La torre de piedra de lava y muros blancos, como se ve tanto en estas islas, preside la plaza.

Para la inauguración de la iglesia restaurada, se añadió un prisma blanco a la torre para convertirla, así, en el edificio mas alto de Teguise.

En el interior preside el altar mayor una imagen de la Virgen de Guadalupe, que según recientes investigaciones fue traída a Teguise por Diego Garcia de Herrera.
                                                                 

En la misma plaza se encuentra el edificio del Ayuntamiento, construido sobre las ruinas del Convento de Santo Domingo fundado en el s. XVII, del cual se conservan dos arcadas del claustro y los aljibes originales.
                                                                           

Otro de los edificios notables de la plaza es la Casa Spinola, flanqueada por dos leones, añadidos en el s. XX, que fue la residencia de la familia de Feo Peraza en el s. XVIII, pasando mas tarde, ya en el s. XX  a Angel Spinola, por su matrimonio con la última heredera Adelina Feo Curvelo.
                                                                                   

Otro monumento destacable  de la plaza, situado enfrente de la Casa Spinola es la Casa-Palacio del Marqúes de Lanzarote


En el solar donde se encuentra  la casa del Marques de Lanzarote, estuvo la primera casa de la familia de Herrera y Rojas, donde se gobernó la isla desde el s. XV en adelante, hasta que los diversos ataques de los piratas berberiscos, sobre todo la invasión de Morato Arraez de 1.618, la arruinaron, quemando, además de la casa, la parroquia, el convento de San Francisco y los archivos públicos.

Hubo, entonces, que emprender trabajos de restauración que la cambiaron bastante y no fue esta reconstrucción la única ya que, como sabemos la isla fue saqueada varias veces mas, antes y después. 

A finales del s. XVII, el Cabildo de la isla dejo de utilizar la casa del Marques como su sede.

Tras recorrer este bonita e histórica localidad, hoy muy cuidada, seguimos  hasta el Mirador del Río, el lugar mas visitado de Lanzarote. 

Para llegar a este espectacular, en todos los sentidos, lugar hay que atravesar  el municipio de Haría, uno de los mas antiguos de Lanzarote y con mas población residente.
                                                                        

El paisaje en este norte de Lanzarote es distinto que en el resto de la isla, ya que es principalmente verde, debido a su mayor altitud, que aunque escasa, determina una mas pluviosidad. Hay áreas con gran riqueza vegetal, como se nota en la cantidad de palmeras que se ven, sobre todo en Haría.
                                                                                        

Uno de sus mas famosos vecinos fue Cesar Manrique (1.919-1.992) pintor, escultor y polifacetico artista lanzaroteño, que después de recorrer, podemos decir, el mundo, obteniendo un reconocimento universal por sus muchas obras, fijo su residencia en su isla natal, y allí trabajo sin descanso, por hacer compatible el turismo con la conservación del territorio. 
                                                                                 
                                                                 
En Haría construyo y decoro su última residencia, en 1.988.

Bien pues una de sus obras es, precisamente, el Mirador del Río, a donde nos dirigíamos este día.

Tengo que decir que era mi segunda visita, con unos cuantos años por medio, a tal lugar y que en la primera los meteoros fueron mas benevolos.

Había un elemento que auguraba que no tendríamos la visibilidad deseada, la bruma, que ya nos había acompañado por aquellas montañas. Sin embargo y por un corto momento tuvimos suerte y pudimos ver el canal y la isla La Graciosa; el viento era fuerte, en aquellos riscos, y pronto transporto un espesa niebla que lo cubrió todo. Esperamos un buen rato por si se produia una mejoría, que no llego, al contrario el paisaje acabo desapareciendo.
                                                                     
                                                                 
En esta sucesión de fotos se puede apreciar como va avanzando la bruma, que pronto lo cubrió todo; una lástima.

En cuanto al Mirador del Río, es una de las obras mas representativas de Cesar Manrique, en su deseo y entusiasmo por integrar el arte y la naturaleza.

Se encuentra cerca de una antigua batería militar de finales del s. XIX, de la guerra con E.E.U.U., por la soberanía de Cuba.

Ofrece una privilegiada vista sobre el pequeño Archipiélago Chinijo formado por las islas la Graciosa, Montaña Clara, Alegranza, Roque del Este y Roque del Oeste, de las cuales la única habitada es la Graciosa, que ultimamente, el 26 de junio de 2018, ha sido declarada la octava isla del Archipiélago de las Islas Canarias, dejando, por tanto, de ser considera un islote.

Fue al principio de los años 70 cuando Cesar Manrique diseño esta espectacular obra en el Risco de Famara, que se confunde con su entorno, un espacio natural protegido.

El Mirador se ubica entre dos imponentes monumentos naturales, el citado Roque de Famara y el Volcán de la Corona y se integra en el paisaje de manera que pasa casi desapercibido desde el exterior
                                                                           

La obra esta hecha en piedra. En su interior predominan los amplios ventanales circulares que iluminan la gran estancia.
                                                                         

Un pasillo exterior rodea el conjunto, y tiene una terraza en la parte superior a la que se accede por una escalera de caracol.
                                                    

También cuenta con una cafetería en el interior, que ese día estaba llena, con los aburridos visitantes que no alzanzaban a ver nada del exterior.

Mientras hubo visibilidad permanecimos en el balcón; menos mal que pronto, como he dicho la niebla lo cubrió todo, porque no era nada confortable el lugar, debido a una brisa huracanada. 

Para acabar con ese lago capitulo dos palabras sobe la isla La Graciosa. 

Esta pequeña isla esta separada de Lanzarote por un brazo de mar que llaman Río, de ahí el nombre del Mirador. Cuenta con algo mas de 700 habitantes.
                                                                        

Fue la primera tierra del Archipiélago Canario que pisaron los mercenarios normandos Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle,vasallos de Enrique III de Castilla, cuando llegaron al mismo en 1.402.

En 1.945 fue construida la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en una de sus dos únicas localidades, la Caleta del Sebo.
                                                                          

La Graciosa es solo accesible desde el mar; también posee un helipuerto cerca de este mismo pueblo, el único habitado permanentemente, la población del otro pueblo de la isla, Pedro Barba, el primer asentamiento que hubo en la isla desde 1.880, al calor de la fabrica de salazón de pescado, establecida allí, es turística, es decir que va y viene.
                                                                              

Con esto habíamos acabado la excursión del día y regresamos a Costa Teguise.  

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