Desde Padua, llegamos por la tarde a Vincenza, llamada "la ciudad de Palladio", otra bella e interesante ciudad, de las mas antiguas del Veneto, centro arquitectónico de esa región y de Italia, con casi 115.000 habitantes.
Vicenza está situada a 39 m del nivel del mar y su centro histórico se ubica entre el río Bacchiglione y su afluente el Retrone, bordeada al sur por las Colinas Benti y por el oeste por los Prealpes.
Fue fundada por la tribu de los Euganeos, sus primeros pobladores y anexionada en 157 a.C. a Roma, que la llamo Vicentia.
Conquistada por diferentes pueblos bárbaros a la caída del Imperio Romano durante la Edad Media, principalmente longobardos y francos, paso a poder de Venecia en el s. XV.
Alcanzo un gran esplendor entre los años 1.400 y 1.700; durante el s. XVI la ciudad se enriqueció con magníficos monumentos debidos al talento y la genialidad de Andrea Palladio (1.508-1.580), uno de los mas grandes arquitectos del siglo, cuya labor continuaron sus discípulos. La obra de 16 villas de Palladio, ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad, en 1.994.
Después de la invasión de Napoleón, que fue a Italia y a toda Europa un desastre de grandes proporciones, y de su posterior derrota, Vicenza formo parte del Imperio Austro-Húngaro en 1.813, y tras la unificación italiana paso a ser una parte del país en 1.866.
En la actualidad es una de las capitales mundiales de la joyería de oro y ocupa el tercer puesto entre las ciudades industriales de Italia.
Bien, pues después de esta pequeña introducción, vamos a pasear un rato por Vicenza.
Empezamos por el Teatro Olímpico de Vicenza, diseñado por Palladio en 1.580, primer teatro cerrado del mundo y uno de los mas antiguos de Europa.
El arquitecto Vincenzo Scamossi (1.548-1.516), sucesor de Palladio a su fallecimiento, diseño un escenario a modo de trampantojo, cuya decoración imita el estilo romano y produce una perspectiva de calles que se alejan hacia el horizonte
La estructura del proscenio es de los elementos mas destacados del teatro Olímpico, conservado en perfecto estado, el único que ha perdurado del renacimiento.
Las gradas están ordenadas en un semicírculo y en su proyecto original pretendían crear la ilusión de estar al aire libre; ahora, el techo ligeramente abovedado azul cielo es una modificación de 1.914.
En esas gradas nos sentamos un buen rato para contemplar este impactante y magnifico monumento.
Otra visita, también a la obra de Palladio, fue llegarnos hasta su famosa Villa Rotonda
que vemos, aqui reproducida en tres dimensiones, que permiten apreciar toda su belleza.
Construida en la cima de una pequeña colina en las afueras de Vicenza, con magnífícas vistas en todas direcciones, fue encargada a Palladio por el sacerdote y conde Paolo Almerico (1.514-1.589), que después de una exitosa carrera en la corte papal, con los Papas Pio IV y Pío V, se retiro a su ciudad natal Vicenza, donde se hizo construir esta residencia de campo, que gracias a su arquitecto Palladio, se convertiría en uno de los proyectos arquitectónico mas estudiados e imitados de los siguientes cinco siglos.
Las obras se iniciaron en 1.567 y se realizaron rapidamente de manera que 1.571, Paolo Almerico ya vivía en ella, aunque nunca la llego a ver totalmente acabada.
Después de su muerte la heredo su hijo natural Virginio Almerico, que la vendió a los hermanos Capra en 1.591, de ahí el nombre de Villa Capra por la que la villa Rotonda también es conocida. Desde 1.911 la villa pertenece a la familia Almenara, de Venecia.
La Villa Rotonda ha sido la inspiración de numeroso edificios, en todo el mundo y a su vez ella misma inspirada a Palladio por el Panteón de Roma.
Es un bello y reposante edificio, con sus lineas netas y clásicas que contemplamos por fuera.
Tras estas densas visitas, varios de nuestros compañeros siguieron recorriendo algunas otras maravillas de Vicenza, pero nosotros y otros pocos preferimos sentarnos y tomar un rico café italiano para completar el día en una terraza cerca de la muralla.
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