lunes, 8 de febrero de 2021

Santander


Por motivos familiares y otros hemos visitado esta preciosa ciudad, a orillas del mar Cantábrico, varias veces desde hace años, con mal tiempo, viento y lluvia, con un esplendido sol y buena temperatura, así que tratare de resumir bastantes visitas en este capítulo, para tener una idea de lo que ofrece el enclave.

Unas lineas para conocer el entorno, antes de adentrarnos en la ciudad..

Santander se encuentra en el norte de la Península Ibérica, estrategicamente situada entre el mar y la montaña, pues, une a su privilegiada ubicación al nivel del mar, con cotas superiores a los 2.000 m de altitud a solo una hora de coche, favoreciendo lo relacionado con el mar y la alta montaña. 

Tiene mas de 170.000 habitantes que se convierten en cerca de 300.000, considerando la conurbación que se extiende alrededor de la bahía de Santander.

Una de las interpretaciones del origen del nombre de Santander sería la derivación lingüística del nombre latino de Sancti Emeterii, San Emeterio, patrono de la ciudad, desde que en el s. VIII los cristianos del sur de la península, que venían al norte huyendo de la invasión musulmana, trajeron consigo las reliquias de los Santos Emeterio y Celedonio. Otra interpretación, quizás derivada del mismo origen, proviene de mapas del s. XVI, en los que aparece como San Andrés, del que pudo derivar Santander.

Pocas noticias hay de Santander antes de la conquista romana, aunque su emplazamiento invita a pensar que pudo haber en la zona algún tipo de poblamiento, debido a las favorables disposiciones geográficas, al abrigo de su bahía y su abundante agua dulce.

De la época romana son los primeros datos de la ciudad, llamada por ellos Portus Victoriae lulobrigensium, del que hablan fuentes romanas en el 26 a.C. y de la que se conservan algunos restos arquelógicos.

En el s. VIII el rey Alfonso II el Casto de Asturias fundo un monasterio, dedicado a San Emeterio, alrededor del cual se conformo la población, principalmente de gentes de mar.

En 1.187 Alfonso VIII, doto a la villa de fuero para facilitar el tráfico marítimo, la pesca y el comercio.

Durante los s.s. XII y XIII la población vivía en el recinto de sus murallas, donde estaban el castillo y las Atarazanas o astilleros. mandados a construir por el rey, para aprovechar la riqueza forestal del territorio.

En 1.217 se empezó a construir la iglesia principal de la villa, en el mismo lugar donde habían estado los demás templos anteriores, y su edificación dura hasta el día de hoy,

                                           Vista de la ciudad a finales del s. XVI, por el pintor
                                                             flamenco Joris Hoefnagel

En el s. XVI Santander tenia actividad en su puerto con el comercio de la lana, las maderas, vinos y otros bienes que se exportaban a Flandes, y otros lugares de Europa, además de su actividad pesquera.

Tras algunas guerras locales, epidemias, incendios y otros desastres, en el s. XVIII la villa comienzo a recuperarse de estas crisis, que la habían dejado escasa en población, infraestructuras y lazos comerciales.

También el título de ciudad, que le otorgo Fernando VI en 1.755, y el desarrollo del intercambio del norte de la península con los principales puertos americanos, contribuyeron de forma decisiva al crecimiento e importancia de Santander.

Esta recuperación se vio bruscamente interrumpida con la invasión napoleónica, con su secuela, como en toda España, de guerra, destrucción del patrimonio nacional,  desastres, batallas, tanto durante la invasión y ocupación, de los años 1.808 hasta 1.813, como ante la retirada de las tropas francesas, que provocaron baños de sangre y agresiones de todo tipo. Mas de un siglo tardo España en recuperarse. 

En el s. XIX se desarrollo una potente burguesía, que creo industrias auxiliares de la navegación, de harina, azúcar y cerveza, así como los astilleros de San Martín, y que impulso fuertemente el desarrollo urbano de la ciudad.

A mediados del s. XIX se produjo un auge de las estaciones balnearias del norte de España, que promocionaron a Santander por sus playas, e impulsaron la creación del balneario de El Sardinero, frecuentado por la alta sociedad española, convirtiéndose, en el reinado de Alfonso XIII, en el lugar favorito de veraneo de la corte.

                                                                   

Una terrible catástrofe sucedida en 1.893 en la ciudad, fue la explosión, precedida por el incendio del buque Cabo Machichaco,  que estaba cargado con dinamita y ácido sulfúrico, que produjo casi 600 muertos y otros tantos heridos, entre los cuales, la mayor parte de las autoridades civiles y militares de Santander, así como el Gobernador civil, y numerosos bomberos, trabajadores y curiosos que se habían acercado al lugar de los hechos.

Después de un pavoroso incendio en 1.941, que arraso, en dos días, la mayor parte de la puebla medieval, y que dejo a muchas familias sin hogar, la reconstrucción supuso una gran renovación urbana, que cambio la ciudad.


Aunque el crecimiento urbano ha sido bastante desordenado, principalmente durante el periodo 1.950-1.970, desde los años 80 Santander está en un proceso de recuperación, con  el traslado de la actividad portuaria fuera de la Bahía de Santander, al Puerto de Naos, quedando en Santander solamente la actividad de traslado marítimo de pasajeros.

Para la próxima década se prepara la modernización de la ciudad, con gran enriquecimiento infraestructural y cultural, alguno de cuyos elementos ya están en marcha, y otros aún en proyecto.

Santander es una ciudad que he visitado muchas veces, y en cada una, se puede decir que me ha servido para descubrir alguno de los monumentos, sus playas o sus rincones mas lindos, por eso hare un relato general empezando por sus lugares mas emblemáticos.

La catedral, con sus dos partes, la catedral inferior, parroquia del Cristo, o cripta, construida en torno al 1.200, sobre otros edificios mas antiguos. Su stilo es de transición entre el románico y el gótico; en la cripta reposan los restos de los santos Emeterio y Celdonio                

y la catedral alta,                                                                                         

ya que se trata de un conjunto monumental construido entre los s.s. XII a XIV sobre el antiguo monasterio en el estaban depositadas las reliquias de los santos Emeterio y Celedonio, llamada Abadía de los Cuerpos Santos, construida sobre un cerro, de manera que la iglesia comprende dos plantas superpuestas y un claustro .

En 1.754 se crea la diocésis de Santander y la abadía de los Cuerpo Santos es transformada en la catedral de la Asunción de Nuestra Señora , como cabeza del nuevo obispado.

La catedral sufrió enormes daños tanto con la explosión del buque Cabo Machichaco, en 1,893, como tras sobrevivir a la Guerra Civil, con el incendio de 1,941 y quedo muy dañada, siendo, entre los años 1.942-1,953, respetuosamente restaurada por los arquitectos Gonzalo Bringas (1.880-1943) y Juan José Resines del Castillo

En esta catedral he asistido a alguna solemne ceremonia.

Otro importante edificio es el Real Palacio de la Magdalena, situado en la península de la Magdalena, construido entre 1.909 y 1.911 financiado por suscripción popular en la que intervinieron con fondos no solo el Ayuntamiento sino gran número de familias del lugar, que ejercieron un micromecenazgo, para residencia veraniega de la familia real, que la ocupo hasta la proclamción de la II Republica, obra de los arquitectos Gonzalo Bringas, que se había ocupado de la restauración de la catedral y Javier González Riancho (1.881-1.953)´                                                                           

El Palacio es un edificio de estilo ecléctico, que combina las inflencias inglesas con las francesas y con la arquitectura tradicional de la región.

En 1.949 volvio a instalarse en el Palacio de la Magdalena, la Universidad Internacional Memendez Pelayo, pionera y decana en España de los cursos de verano y cursos de  lengua  y cultura española para extranjeros y que actualmente tambien imparte diferentes masters en diversas areas del conocimiento.

El propietario, como hijo del rey Alfonso XIII, Don  Juan de Borbón, vendio el palcio al Ayuntamiento de Santander en 1.977.

El Palcio aparece mencionado en un poema de José Hierro ( 1.922-2.002) enamorado de Santander

                                                            " La Magdalena,Soles, Sueños

                                                            Milnovecientos treinta y nueve 

                                                              Empezar a vivir de nuevo!

                                                               Y luego ya toda la vida

                                                             Y los años que no veremos"

Otro interesante enclave turistico de Santander es El Sardinero, conocido por sus extensas playas y por ser uno de los barrios mas exclusicos de la ciudad.

En sentido amplio el Sardinero comprende la costa comprendida entre el Palacio de la Magdalena y la zona de Matalascañas, formando la pequeña bahía que lleva su nombre,

Con la inauguracion del Palacio de la Magdalena, que sería la residencia de verano de Alfonso XIII y familia real, se crearon nuevos edificios al estilo arquitectónico de la "Belle Epoque" como el Hotel Real, en el que, por cierto, celebramos con mi marido y otros miembros de la familia, la entrada en el nuevo siglo, durante la cena de la Nochevieja de 1.999 y la llegada del año 2.000, el Gran Casino inaugurado en 1.916 , obra del arquitecto santanderino Eloy Martinez del Valle (1.870-1.939)

y también se procedio a la instalación de grandes balnearios: mas tarde hacia mediados del XX el Sardinero se convirtio en una zona residencial, con grandes chalets y también bloques de viviendas de alto nivel.

El Sardinero cuenta con dos playas de su mismo nombre, la Primera Playa del Sardinero

 y la Segunda Playa del Sardinero, que aunque playas distintas se unen con marea baja.

                                       

Hemos paseado muchas veces por la avenida que bordea las playas, que es muy bonita, y cuidada, y desde el Hotel Chique en el que hemos estado alojados alguna vez <,se tienen excelentes vistas del mar y de la  playa del Sardinero.

                                                                                           


Volviendo al centro de la ciudad tengo que referirme al Ayuntamiento de Santander, situado en la Plaza del Ayuntamiento, el corazón de la ciudad, cuyo edificio es de principios del s. XX; se trata de un edificio de estilo modernista ecléctico, donde estuvo el desaparecido. antes del s. XVIII, Convento de  San Francisco. El proyecto de la Casa Consistorial se debe al premiado arquitecto Julio M- Martinez Zapata (1.863-1.915); fue inaugurado en 1.907, y ha tenido, desde entonces, ampliaciones y reformas.
                                                                               

Por indicaciones de los conocedores de Santander, hicimos un bonito paseo desde muy cerca del hotel hasta el Faro de Cabo Mayor, 
                                                           


el sendero discurre en paralelo al litoral cantábrico, que toma, altura rapidamente, en un entorno, el Parque de Mataleñas, de gran riqueza botánica. 
                         asamos luego, por una pequeña playa, Los Molinucos, que solo se ve, al parecer con marea baja,
                                                                       

por el campo de golf de Mataleñas, y enseguida llegamos a los acantilados del Cabo Mayor, desde donde se tiene un magnifica vista del Sardinero, la isla de Mouro, el Palacio de la Magdalena, y mas lejos aún la isla de Santa Marina.

Seguidamente llegamos a la Playa de Mataleñas, a la que se puede acceder por una escalera bien empinada.
                                                                           

Y finalmente teniamos delante el faro Mayor
                                                                      

                                                                          
El Faro Mayor esta ubicado en el Parque del Faro Mayor, y preside la entrada de la Bahía de Santander, privilegiado balcón al mar y a la ciudad.

Hubo algún intento de construir en ese lugar un fro, pero, finalmente, el actual encendio sus luces  el año 1.839. 

El edificio es de forma cilindrica, construido en piedra de sillería; la torre tiene 30 m desde su base y 90 desde el mar, y como todos los foros que he visto su vista impresiona.

Alli se acabo nuestra pequeña excursión, y emprendimos el regreso al hotel.

Para acabar el capitulo, que es largo pero podía serlo mas, nos pasearemos por otro de los recorridos mas típicamente santaderinos el Paseo de Pereda, la calle mas emblematica y transitada de Santander.
                                                                                    

Este largo paseo, situado en el centro urbano, paralelo durante todo el recorrido a la bahia de Santander, comprende una serie de edificios construidos entre finales del s. XVIII y principios del s. XX, declarado Conjunto Histórico en 1.985.

Destaca por su monumentalidad y envergadura la sede central del Banco de Santander, obra del arquitecto Javier Gonzalez de Riancho (1.881-1.953), que funciona en este edificio desde 1.950.
                                                                                     

Otro atractivo del lugar son los Jardines de Pereda, dedicados al novelista cántabro José Mª de Pereda mismo se (1.833-1.906), que  se puede calificar como escritor realista de carácter independiente, como él mismo se describia. En los Jardines se encuentra una escultura del propio Pereda.
                                                                                   


Tengo también que mencionar otro de sus originales edificios, el Centro Botín de las Artes y de la Cultura, inaugurado en 2.017, y diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano (1.937)


El edificio. que destaca por sus modernas lineas y por el lugar donde está ubicado, esta formado por dos volumenes de diferente tamaño, apoyados en columnas, con gran luminosidad en el interior está dividido en dos zonas, una pra exposiciones de arte, y otra que tendrá actividades culturales y de formación.  

Sin duda, todavia hay muchas cosas interesantes que ver y que hacer en esta preciosa ciudad, he procurado hablar de las mas interesantes desde mi punto de vista, y me ha salido bastante largo, por cierto. Ya solo falta. al que se haya interesado, ir a verla. El único pequeño problema que puede encontrar es que, bien mirado Santander son como dos ciudades: la baja, al lado de la costa y llana y la alta. con gran desnivel respecto a la otra. lo que quiere decir que hay grandes cuestas y muchas escaleras urbanas, pero eso, quizas sirva para mantener la salud de sus habitantes.

lunes, 1 de febrero de 2021

Arroz con higaditos de pollo

                                                                    

Receta tradicional de la cocina española, con ingredientes sencillos y de gran valor nutricional, y con muy rica.

Ingredientes 

                                                                               


500 g de arroz

3 higaditos de pollo

1 cebolla

2 tomates

1 diente de ajo

Perejil, azafran, pimentón y sal

4 cucharadas de aceite de oliva


Elaboración

Calentar el aceite en una sartén y freìr la cebolla, hasta que este dorada.

                                          

Escaldar el tomate en agua hirviendo, pelarlo, trocearlo y añadirlo a la cebolla, junto con una cucharadita de pimentón. 

Tenerlo cociendo 10 minutos, al cabo de los cuales añadir los higadillos picados y rehogarlos otros 5 minutos.                                                       


 Machacar en el mortero un dite de ajo, una rama de perejil y unas hebras de azafrán desleir con un poco de agua y agrega a la cazuela.

                                                                                     

Medir el  arroz; echar doble cantidad de agua que de arroz sobre el refrito y sazonar, dejando que rompa a hervir.                                                                    


En ese momento echar el arroz y cocer todo durante 15 minutos.

                                                       


Pasado este tiempo dejar reposar otros 15 minutos y servir

viernes, 29 de enero de 2021

Ultimo día en Londres, Royal Opera House, Cosi fan tutte, restaurante griego



El día transcurrio paseando por los lugares ya descritos en capítulos anteriores de Londres, disfrutando de esta entretenida y atrayente, ciudad.

Nos llegamos en primer lugar al barrio donde se encuentra la Royal Opera House, el Covent Garden, como es también conocido este teatro, para ver que función estaban representando, y tuvimos suerte pues era "Cosí fan tutte" la famosa ópera de W.A. Mozart, que ya conociamos, pero que nunca deja de gustar. Así que compramos las entradas para verla por la tarde.

Antes, aprovechamos para darnos una buena comida en el restaurante mejor del barrio del hotel, se trata del restaurante griego  Halepi, donde elegimos algunas de la especialidades de ese país
                                                                               

                                                                                  

Tras un buen descanso en el hotel volvimos al barrio donde está el Teatro Real o Royal Opera House, para escuchar la ópera Cosí fan tute

El teatro que vemos hoy en día es el tercero que ha ocupado el lugar; el primer teatro fue inaugurado en 1.732 y allí se interpretaron obras teatrales durante los siguientes 100 años.

Los primeros trabajos musicales se deben a la interpretación de óperas y oratorios de G.F. Haendel (1.685-1.759) compositor alemán nacionalizado inglés, una de las figuras cumbres de la música barroca.

Después de un incendio del teatro en 1.808, en el que se perdieron valiosos elementos, el teatro fue reconstruido y reinaugurado el siguiente año de 1.809, en el que siguieron dándose funciones de ópera, teatro y ballet.

El teatro fue de nuevo presa de las llamas en 1.856, siendo reconstruido en su actual forma en 1.857, diseñado por arquitecto inglés Eward M. Barry (1.830-1.880)


En los años 60 del siglo pasado se hizo evidente que el teatro necesitaba una puesta a punto, podemos decir casi total, que fue emprendida entre 1.995 y 2.000 y que supuso la demolición de, practicamente todo el edificio, y de varios edificios adyacentes, quedando totalmente preparado para su función operística.

Bien, pues en este magnifico teatro asistimos, como he dicho, a la representacion de "Cosí fan tutte", una de las mas famosas y representadas óperas de Mozart  (1.756-1-791), que ya conocíamos.
                                                                       


"Cosí fan tutte", "Así hacen todas" en español, aunque cuando se representa en España se pone siempre en italiano, es un drama jocoso, en dos actos con música de W.A. Mozart y libreto del poeta y libretista italiano Lorenzo da Ponte (1.749-1.838), autor del libreto de tres de las óperas de Mozart.  
         
                                                                       W. A. Mozart  

                                                                    Lorenzo da Ponte
El argumento, que se considero atrevido, mas en el s. XIX que cuando la ópera fue estrenada, trata de la puesta a prueba del amor entre dos parejas Dorabella y Ferrando y Fiordiligi y Guglielmo, por el cínico filosofo Don Alfonso, con la complicidad de los dos hombres que son soldados, seguros de la fidelidad de sus respectivas amadas, que aceptan la apuesta.

Don Alfonso ayudado por la criada Delpina, disfraza a los dos amantes, consiguiendo que las dos jovenes, que además son hermanas, se enamoren, cada una, del prometido de la otra.

Aunque don Alfonso triunfa demostrando su teoría de que el amor de la mujer es superficial, finalmente, aunque algo amargamente, los jovenes perdonan la ligereza de su prometidas. 

Hay una perfecta simetría en toda la obra, dos oficiales del ejercito, dos hermanas, y aunque está pensada como comedia delicada de "corte", "Cosi fan tutte" se transforma en un juicio burlesco del amor, que quiere probar la fragilidad de los sentimientos, y la debilidad que gobierna el corazón humano, aunque finalmente se perdonen unos a otros. 

Bien, pues ya estábamos dentro del extraordinario teatro que es el Covent Garden. Antes de empezar la función un miembro de la junta directiva nos explico las tremendas dificultades por las que pasaba el teatro, para la creación de las diferentes actividades, ballet y ópera, que allí se representaba; hizo bien en advertirnos, porque la escenografía y el vestuario eran tan pobres que, incluso, no se atenían a las necesidades del argumento, En efecto, como los protagonistas masculinos deben aparecer disfrazados, para no ser reconocidos, tienen que aparecer con otros ropajes y tocados, pero esta tarde en el Covent Garden, ningún personaje, ni ellos ni ellas, cambiaron de vestimenta, que por mas detalles era actual, en ninguno de los dos actos; era sorprendente que a cara descubierta el engaño funcionara, pero la "magia" de los motivos presupuestarios encubría lo evidente.
                                                                            

La maravillosa música de Mozart y el buen canto y actuación de los cantantes, suplieron esas deficiencias, y así disfrutamos de las actuaciones de la joven soprano estadounidense Corinne Winter en el papel de Flordiligi, la también joven y también estadounidense mezzo-soprano Angela Brower que interpreto a Dorabella, acompañadas por el barítono italiano Alessio Arduini como Giugelmo,  y el tenor alemán Daniel Behle como Ferrando, así mismo jovenes cantantes. que defendieron bien su papel.
                                                                         

 Delpina corrió a cargo de la soprano española Sabina Puértolas, con destacada actuación.

Todos ellos tuvieron una excelente intervención, cantando de maravilla y actuando, dentro de las limitaciones del vestuario, lo mejor que pudieron.
                                                                                                         

La dirección de la Orquesta del Teatro Real conto con Paul W. Griffiths , perteneciente al elenco del mismo, y la escenografía con el director de escena alemán Jan Gloger, que hizo lo que pudo, con los, por lo visto escasos medios de que disponía.

Disfrutamos mucho con la función; la maravillosa música de Mozart, bien desarrollada y bien cantada, lo hace todo, a su vez, maravilloso.

Ese fue la culminación de esa tarde y de nuestra semana en Londres.