jueves, 21 de julio de 2011

Espaguetis negros con gulas, gambas y esparragos verdes

Este plato queda muy bien, digamos, esteticamente, por el conjunto de colores; por otro lado ya sabemos que la pasta combina con muchos otros alimentos.

Si no se encuentra la pasta con tinta de calamar se puede utilizar pasta normal.

Ingredientes

  • 500 g de espaguetis de tinta de calamar
  • 2 dientes de ajo
  • 1 manojo de esparragos verdes
  • 250 de gambas
  • 200 g de gulas
  • Aceite de oliva
  • Sal
Elaboración

Cocer la pasta en abundante agua hirviendo con sal hasta que este "al dente", siguiendo las indicaciones del fabricante.

Remover de vez en cuando para que no se pegue.

Escurrir

Pelar los dientes de ajo y laminarlos.

Dorar a fuego mediano en un poco de aceite.

Trocear los esparragos, desechando las partes mas fibrosas.

Añadirlas al ajo y rehogar unos 5 minutos.

Pelar las gambas. Añadirlas al rehogado.

Añadir las gulas.

Rehogar unos 2 minutos, hasta que las gambas esten hechas.

Añadir la pasta al rehogado, mezclar bien y servir.

Para beber recomiendo un vino blanco joven D.O. de Rueda.

sábado, 16 de julio de 2011

Mallorca. C´an Pastilla y alrededores

Al día siguiente y en los salones del hotel nos esperaba la guía de Mundo Senior, para hablarnos de las excursiones que podíamos hacer, durante nuestra estancia en la isla.

Nos apuntamos a todas; pero todas empezaban al día siguiente, el día de hoy era libre.

Decidimos conocer un poco el lugar de nuestra residencia: Can Pastilla.

Como estábamos en enero salimos abrigados, pero el día era magnífico, con sol y buena temperatura, así que tuvimos que ir aligerando las ropas; me desprendí del fulard, de la chaqueta e incluso de las medias.

Tuvimos una gran suerte con la climatología, pues durante toda la semana que estuvimos en Mallorca, el tiempo fue soleado y bastante templado. Posteriormente veríamos en las noticias que los meteoros invernales se habían abatido sobre la isla, y llego hasta nevar.

Nuestro hotel, el Roc Leo, está muy bien situado, en segunda linea de la playa. El reparto de habitaciones quiso que tuviéramos una que daba al mar, vista que siempre es agradable.

El gran paseo que bordea casi toda la bahía de Palma está a unos pocos minutos del hotel.

Can Pastilla es uno de diez núcleos de población que pertenecen a Palma de Mallorca, con cerca de 5.000 habitantes, situado en la bahía de Palma, y que tiene su alcalde de barrio.

Está a 8 km de la capital, unido tanto por transporte público, como por autovía y por una gran avenida de 11 km, que recorre toda la bahía de Palma, con los núcleos de población que se asoman a ella.

Su origen data de los años 20 del siglo pasado, cuando uno de sus ciudadanos, Bartomeu Riutort, urbanizador de la futura barriada, consiguió de sus propietarios que cediesen un solar para edificar en él un templo, donde están actualmente la plaza y la iglesia del pueblo. Desde entonces los edificios, muchos dedicados al turismo, como apartamentos y hoteles, han llenado el lugar.

Por lo demás lo único interesante de la localidad, es su hermosa playa, y el magnifico paseo marítimo, que como he dicho la une con Palma de Mallorca, y proporciona preciosas
panorámicas.

Por ese paseo caminamos un buen rato, contemplando con deleite el mar, las lejanas montañas y Palma de Mallorca, que se veía, también en la lejanía, pero de la que se podía distinguir alguno de sus monumentos.

Observamos que los edificios son bastante feos y desiguales, aunque no tanto como en Levante, por ser mas bajos; en Can Pastilla, excepto los hoteles que son altos, la media de pisos debe andar por las cuatro plantas.

También vimos bastantes deportistas que corrían, o iban en bicicleta. Según nos contaros, algunos equipos de atletismo o de ciclismo aprovechan el benigno, en general, clima de Mallorca para entrenar, cuando en sus países el crudo invierno no lo permite, al aire libre.

Comimos en el hotel, que tiene en todas las comidas un buffet bastante agradable.

Por la tarde un nuevo paseo nos llevo en la otra dirección. Caminando hacia el oeste encontramos las poblaciones de Las Maravillas y El Arenal, que sin solución de continuidad se van sucediendo.

Vimos la puesta de sol sobre el mar.

Por la noche, en el hotel había diversiones propias de estos viajes; compatriotas y extranjeros bailaban sin descanso, con gran entusiasmo.

Nos retiramos pronto pues la excursión del día siguiente empezaba temprano.

Hasta entonces

lunes, 11 de julio de 2011

Tarta de queso y albaricoques

Esta rica tarta de queso adimte variantes en la fruta empleada. Pruebe tambien con peras, o con nísperos.

Ingredientes

Para la masa

300 g de harina
100 g de azúcar
1 cucharada de azúcar vainillado
200 g de mantequilla
1 huevo

Para el molde

Un poco de mantequilla blanda
1 cucharada de pan rallado

Para el relleno

75 g de pasas
2 dl de ron
1 kg de requesón descremado
200 g de nata
2 huevos
100 g de azúcar
1 cucharada de azúcar vainillado
50 g de maizena
el zumo de 1/2 limón
400 g de albaricoques

Elaboración

Amasar la harina, el azúcar, el azúcar vainillado, la mantequilla y el huevo hasta formar una masa quebrada
Forrar un molde recubierto de mantequilla y espolvoreado de pan rallado.
Formar un reborde de unos 3 cm de alto.
Dejar reposar la masa en las nevera 1 ó 2 horas.
Dejar el molde preparado también en frío el mismo tiempo.

Lavar las pasas con agua caliente.
Escurrirlas.
Meterlas en el ron durante 1 ó 25 horas.

Batir el requesón con la nata, los huevos, el azúcar, el azúcar vainillado, la maizena, y el zumo de limón.
Añadir las pasas.
Extender la masa de requesón sobre el molde cubierto con la masa quebrada.
Alisarlo.

Escaldar los albaricoques con agua hirviendo.
Dejarlos 2 minutos dentro del agua hirviendo.
Pasarlos por agua fria.
Pelarlos.
Partirlos por la mitad.
Deshuesarlos.

Extenderlos sobre el requesón

Poner la temperatura del horno a 180ºC y con aire circulante, durante 30 minutos.
Dejar reposar con el horno apagado otros 10 minutos.
Sacar la tarta con cuidado del molde
Dejarla enfriar sobre una fuente.

¡Deliciosa!