lunes, 22 de marzo de 2021

Ravena


Hoy íbamos a ver una de las ciudades emblemáticas de nuestro recorrido, deseada de conocer por mi desde, podíamos decir, siempre, pero que ahora, por fin, se presentaba la ocasión.

Llegamos la noche anterior sin tiempo para nada mas que tomar posesión del hotel, cenar y descansar, así que, a la mañana siguiente después del desayuno, nos dirigimos andando al complejo bizantino, que estaba cerca.

Antes de conocerlo digamos dos palabros sobre Rávena y su historia.

Rávena pertenece a la región de Emilia-Romaña, como Bolonia, situada entre los Apeninos y a pocos km del mar Adriático, ya que en efecto, a 8 km se extienden los lidi ravennati, una serie de playas inmensas, con el verde de los prados próximos a la costa; tiene una población de cerca de 160.000 habitantes.

Se puede llamar a Rávena la ciudad de los mosaicos bizantinos y paleocristianos, que la han hecho famosa, que revelan su historia y su participación en la historia de Italia.

Los orígenes de Rávena son imprecisos, pues se atribuye a diferentes tribus, etruscos, tirrenos, tesalios y umbros, y la primera ocupación del territorio, varios milenios a.C.; estas gentes vivían en casas construidas sobre pilotes, en unas pequeñas islas que emergían en una laguna pantanosa, como es el caso, mas conocido y posterior, de Venecia.

Fue incorporada a la República Romana en el 89 a.C. y tuvo cierta importancia como región fronteriza. por ser una ciudad casi inaccesible, debida a sus pantanos . 

El emperador Augusto hizo construir, a unos 5 km, en la cercana localidad de Classe, un  puerto que primero tuvo función miliar y luego civil, y que llego a ser muy importante durante el Imperio Bizantino. Este puerto se fue colmatando entre los s. VIII y IX con la acción del mar y de los ríos que allí desembocaban, de manera que Classe perdió su importancia, hasta desaparecer como ciudad, en el s. X. De su glorioso pasado sobrevive la iglesia de san Apolinar in Classe, de la que hablare en su momento.

A principios del s. V (407), Rávena se convirtió en la capital del Imperio Romano, a donde había sido trasladada  por el emperador Honorio (395-423) por razones de seguridad, y cuando este sucumbió, siguió siendo importante durante el dominio de los ostrogodos, con su rey Teodorico I al frente, y del Imperio Bizantino, cuyo emperador Zenón (425-491) la recupero para él, en 476.

En la Edad Media Rávena tuvo un largo periodo de declive y aislamiento, que acabo en 1.400, cuando paso al dominio de Venecia. 

A partir del s. XVI Rávena perteneció a los Estados Pontificios durante los siguientes tres siglos, periodo durante el cual se procedió a la apertura del puerto-canal Corsini en 1.738, durante el pontificado de Clemente XII, (1.642-1.740) Lorenzo Corsini de nombre civil, canal navegable de 8 km que une el puerto con el centro de la ciudad y que sigue en uso, habiéndose ampliado en varias ocasiones, ya que ahora tiene 11 km, la construcción de la carretera de Forli y la deviación, al sur de la ciudad, de los ríos Ronco y Montone, que provocaban peligrosas inundaciones.

Tras otras muchas peripecias históricas Rávena, primero entro a formar parte del nuevo reino unificado de Italia en 1.861 y cuando este desapareció, tras el referendum convocado después de la Segunda Guerra Mundial en 1.946, sobre la forma del Estado, fue proclamada la Republica.

Después de la Segunda Guerra Mundial Rávena experimento un gran crecimiento económico y social debido al descubrimiento de yacimientos de gas metano, de manera que alrededor de la ciudad, hacia el Puerto Corsini, se extiende una amplia zona industrial dedicada a la química y la petroquímica.

El centro histórico de Rávena muestra muchos rasgos de su antiguo esplendor gracias a la excelente conservación de sus monumentos paleocristianos y bizantinos, que fueron incluidos en el Patrimonio, de la Humanidad por la UNESCO en 1.996.
                                                                                

Nos trasladamos a pie al primer monumento que íbamos a visitar, ya que estaba cerca del hotel, era el complejo del Mausoleo de Gala Placidia y la iglesia de San Vitale, muy cercano uno de otro, podemos decir que en el arte paleocristiano y bizantino el punto fuerte de la ciudad.
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Empezamos por el Mausoleo de Gala Placidia (386-440), hija del emperador Teodosio y hermana del emperador Honorio, entonces en el poder, que fue, puede decirse, como moneda de cambio y de actividades diplomáticas durante toda su vida. Ella misma, ferviente defensora del cristianismo, decidió levantar el mausoleo, y sin embargo sus restos no reposan en él, y quizás nunca lo hicieron.
                                                                            

Su construcción data de entre los años 425-435. Una de sus características es que no parece un lugar destinado a los difuntos sino a las oraciones por los difuntos; la edificación estaba adosada al nartex de la desaparecida iglesia de la Santa Cruz, que mas tarde se dedico a San Lorenzo, y otra es que los restos que reposan allí fueron colocados mucho tiempo después de su construcción.

Hay que destacar que mas que por su arquitectura es famoso mundialmente por sus preciosos mosaicos de transición entre el arte paleocristiano y bizantino.

El exterior es un edificio de ladrillo y piedra, con cubierta de teja, que resulta encantador, aunque lo mas impactante es el interior cuyo crucero se cierra con un cúpula,


 y con bóvedas de cañón en las naves laterales, todo ello decorado con ricos mosaicos, que representan temas y símbolos cristianos.
                                                                                        
                                                                   

En el interior hay tres sarcófagos, aunque, parece, que debido al mucho tiempo transcurrido y a los avatares de la historia, ninguno es de Gala Placidia. Pasamos un buen rato contemplando este extraordinario monumento, para, a continuación llegarnos a la iglesia de San Vital, otra de las joyas del recinto. 



La iglesia de San Vital, que es basílica desde 1960, es uno de los templos mas importantes del arte bizantino. Construida en 527, su sencillo exterior con factura de ladrillo, se podría decir que no anuncia su magnifico interior, formado por una pieza central rodeada de columnas y coronada por una una cúpula, todo ello revestido de excepcionales  mosaicos.
                                                                            

Por destacar algunos de los mas conocidos, en el ábside, a la izquierda se encuentran el emperador Justiniano I y su séquito,
                                                               

 y a la derecha, su esposa la emperatriz Teodora con su cortejo de matronas y ministros.
                                                                                    

Se desconoce el nombre del arquitecto o arquitectos que diseñaron el templo, respetando muchos de los elementos de la tradición que exigía un rígido protocolo, como la asistencia de las altas jerarquías del poder político  o la separación de sexos, reflejado simbolicamente en los mosaicos, o la existencia de dos puertas de entrada, una para hombres y otra para mujeres.

Aunque la decoración de la iglesia ha sido dañada a través de los siglos,  el presbiterio se conserva intacto                                    
                                 

y todo el templo es de un enorme valor, pues se trata del único edificio bizantino intacto, con el que se puede llegar a imaginar como serían el palacio del emperador  y otras grandes edificaciones de la capital, Constantinopla.

Después de estos extraordinarios monumentos nos dirigimos a otro, singularmente evocador. Se trata del Baptisterio Neoniano, la construcción mas antigua de Ravena, el mejor y mas completo baptisterio de los primeros tiempos del cristianismo, que retiene rasgos del arte greco-romano en la representación humana.

Su construcción data de la regencia de Gala Placidia, tutora de su hijo de corta edad, Valentiniano III (419-455), emperador de Roma, que embelleció la ciudad durante su mandato, concluido por el obispo Neone, de ahí su nombre, a finales del s. V.

Fue construido encima de unas termas romanas y se trata de un edificio de ladrillos de planta octogonal, que simboliza la Resurrección.
                                                                          

 En la cúpula del interior, está representado en magníficos mosaicos el Bautismo de Cristo por San Juan Bautista, orlado seguidamente por los doce apóstoles, y otras representaciones religiosas en las paredes recubiertas de mosaicos igualmente.
                                                    

 La pila bautismal ocupa en centro del baptisterio data de la Edad Media, pero recientes investigaciones arqueológicas han demostrado que la primera pila tenia las mismas dimensiones que la nueva y que contaba con una circulación constante de agua.



Allí nos entretuvimos otro buen rato, para seguir, luego, el recorrido por otro de los monumentos de Ravena, el mausoleo de Teodorico, personaje muy apreciado por mi después de leer Las Sagas islandesas de Teodorico de Verona, anónimo del s. XIII, inspirado en muchas leyendas germánicas, traducida del islandés por nuestro compatriota Mariano González Campo, (Murcia 1.968), licenciado en filología islandesa y residente en ese país, que leí con gran placer.
                    

Situado en las afueras de Rávena, junto a la necrópolis reservada a los godos, que eran arrianos, fue encargado, como su tumba por el rey Teodorico el Grande en 520, poco antes de morir en 526, tomando como modelo el mausoleo de Augusto, en Roma, donde el sarcófago imperial estaba debajo de una cúpula. 

Se encuentra ubicado en un parque de las afueras de la ciudad, espacioso, con grandes parterres de hierba y algunos arboles, que me pareció muy adecuado para el reposo eterno del rey Teodorico.
                                                                      

Se distingue de los otros edificios de Rávena porque no está construido de ladrillo, sino con bloques de piedra de Istria; tiene planta octogonal y está dividido en dos plantas. El piso bajo albergaba funciones religiosas o protocolarias, mientras el piso superior fue utilizado como cripta funeraria, donde, en una tumba circular de pórfido rojo, se supone que debieron descansar los restos mortales de Teodorico. 

La falsa cúpula está construida en mármol de Dalmacia y pesa alrededor de 300 toneladas 


                                                                                 

Dichos restos fueron extraídos durante la dominación bizantina de Ravena, tras el edicto de Justiniano en 561, contra los arrianos.

Hay que recordar que todos los godos y otras muchos pueblos bárbaros eran arrianos, creencia cristiana que fue declarada herejía en el Concilio de Nicea de 325 y ratificada como herejía en el Concilio de Constantinopla de 381; tras el desalojo de los restos del gran rey, el mausoleo de Teodorico se convirtió en una capilla católica.

Después de comer fuimos a visitar el ultimo monumento que íbamos a ver en Ravena; en la ciudad hay otros muchos que ver, pero para una primera visita, era suficiente.

Fue la iglesia de San Apolinar in Classe, llamada así por estar situada en Classe, el puerto histórico de Ravena, de cuyo centro hoy día dista 5k y 8 k del mar.

Fue construida por orden del rey de los ostrogodos, que ya conocemos, Teodorico el Grande, en 505, para el culto arriano y tras la conquista bizantina de Ravena en 540, paso a ser habilitada para el culto católico a mediados del s. VI, consagrada en 547 y dedicada a san Apolinar, ciudadano de Antioquía, que fue enviado según la leyenda por el apóstol Pedro a evangelizar Rávena entre otros lugares, y fue el primer obispo de Rávena y mártir durante el reinado del emperador Vespasiano en el año 70.

Ninguna de las primitivas iglesias cristianas se ha conservado tal como se construyo y esta no es una excepción; sin embargo y a pesar de los añadidos y alteraciones es de las mejor conservadas, y permite hacerse una idea de lo que fueron los edificios religiosos de aquellos tiempos.

Al llegar delante de esta iglesia, de exterior bastante modesto, aunque grande, es difícil imaginar la grandiosidad de su interior, tanto en extensión, ya que es enorme, como en su extraordinaria decoración.


Se trata de un edificio de tres naves, siendo la central mas alta y ancha, con una fachada a dos aguas hecha de ladrillo, en la parte de la izquierda se eleva un campanario circular, también de ladrillo, que data del s. IX.

La gran sorpresa espera en el interior, donde la magnífica nave central termina en un ábside semicircular, cubierto de mosaicos policromados, de distintas épocas, y sostenida por doce columnas enfrentadas que sostienen arcos de mediopunto
                                                   

Lo mas destacado de la basílica es el gran mosaico del ábside, que es de distintas épocas, hay mosaicos del periodo ostrogodo y otros del periodo bizantino. 
                                                     

En cambio no hay mosaicos en las paredes laterales.

Es una iglesia grandiosa que deja el ánimo asombrado ante tanto esplendor, tan antiguo y tan simbólico.

Esta fue la última visita que hicimos en esta ciudad, que tiene otros monumentos, debido a la importancia que tuvo en los s.s. V y VI.

Aunque no la vimos quiero reseñar que en Rávena se encuentra la tumba de Dante Alighieri uno de los escritores italianos mas destacados de la historia, cuya actividad política le llevo al exilio en esta ciudad, en la que falleció en 1.321

Seguidamente abandonamos la ciudad, para ir a nuestra próxima etapa Padua, que quedara para otro capítulo.

lunes, 15 de marzo de 2021

Espaguetis a la boloñesa


La salsa boloñesa es de las salsas mas conocidas y apreciadas de la cocina italiana, como gran acompañamiento de la pasta preferida. Queda deliciosa y os animo a confeccionarla pues es fácil.


Ingredientes

                                                                                  


500 g de espaguetis

500 g de carne picada

400 g de tomate troceado de lata

50 g bacon en cuadritos

1 cebolla 2 dientes de ajo

1 zanahoria

1 tallo de apio

2 cucharadas de aceite de oliva

2 cucharadiras de orégano seco

125 ml de vino tinto

100 g de queso parmesano rallado

Sal

Pimienta  


Elaboración

Picar la cebolla, el ajo, la zanahoria pelada y el tallo de apio en cuadritos.

Calentar el aceite en una cazuela y sofreir, a fuego mediano la cebolla y el ajo durante 5 minutos.

Añadir la zanahoria, el apio y el bacón y saltear a fuego fuerte, otros 5 minutos, hasta que todo empiece a dorarse.
                                                                             

Agregar la carne picada y seguir sofriendo a fuego vivo 5 minutos mas

Incorporar el tomate, el orégano y el vino, reducir el fuego y cocerlo durante 45 minutos, revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera.                                                                                


Poner en una cazauela grande a hervir abundante agua con sal. Cuando el agua este hirviendo introducir la pasta y tenerla después de que vuelva a hervir, los minutos indicados en el paquete.

                                                                       

Servir la pasta en  el plato de cada comensal y añadir la salsa boloñesa por encima.


Llevar a la mesa un bol con el queso parmesano rallado para poner encima de la salsa a gusto de cada comensal.                                                                              


lunes, 8 de marzo de 2021

Bolonia



 Asi pues llegamos de Florencia a Bolonia de noche cerrada y depues de tomar posesión de la habitación en un hotel, algo alejado del centro, llegamos al restaurante, donde nos esperaban para cenar. 

Por una de esas casualidades, la última vez, hace unos años que había estado en Bolonia, habíamos ido mi marido y yo a ese mismo restaurante, llamado Victoria,
                                                                                              

 en una zona con otros muchos, que entonces estaba cercana a nuestro hotel, que me gusto entonces y ahora, como si fuera habitual para mi ir a Bolonia, lo cual por desgracia no es cierto. Allí cenamos muy bien.

La visita a la ciudad empezó al día siguiente después del desayuno.

Pero antes digamos algo sobre esta magnifica ciudad.

Bolonia es la capital de la región de Emilia-Romaña, con una gran densidad de población de cerca de 380.000 habitantes.

Situada en la llanura padana o Valle del Po, al pie de los montes Apeninos, entre los ríos Reno y Savena, su casco histórico es el uno de los mas grandes y mejor conservados de Europa.

Fue fundada por los etruscos, que la llamaron Felsina; conquistada y establecida como la colonia romana de Bononia en 189 a.C., era atravesada por la calzada romana Via Emilia, construida por el político y militar romano Marcus Emilio Lepidus, que le dio su nombre.

A la desaparición del Imperio Romano perteneció al Imperio Bizantino.

Durante la la Alta Edad Media tuvo un periodo de decadencia que acabo en el s. XIV, cuando en 1.361 se consolido, después de numerosos incidentes guerreros y diplomáticos, el dominio del Papado sobre la región y la ciudad, que duro mas de 400 años, hasta la  invasión napoleónica de 1.796.

En el Renacimiento Bolonia se convirtio en un centro de cultura y llego a ser una de las mayores ciudades de los Estados Pontificios, creados en 757 por el Papa Esteban II (715-757) y a los que perteneció de forma total desde 1.361, hasta la unificación de Italia en 1869. con la desaparición de dichos Estados.

En el s. XVI fue un importante centro político, como atestigua que en Bolonia fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, en la basílica de San Petronio, de Bolonia, Carlos I de España y V de Alemania, acontecimiento mítico, ya que fue el último emperador del Sacro Imperio en ser coronado por un pontífice. 
                                                                                  
 Plato de loza esmaltada de 1.530, con la coronación del emperador Carlos V, por el Papa Clemente VII,                                                    Museo Cívico de Bolonia

                                                                      
                                  
                      Carlos I de España y V de Alemania por el pintor flamenco Jan Cornelisz  
 Vermeyen (1.504-1.559), en 1.530    

Posteriormente, cuando la unificación nacional italiana y la fundación del reino de Italia, que incorporo todos los Estados Pontificios entre los cuales la Emilia-Romaña, cuya capital era Bolonia, y que existió entre 1.861-1.942, desaparecido tras la Segunda Guerra Mundial, para dar paso a la Republica italiana.

Algunas ciudades italianas tienen un nombre que refleja su historia y su fama, eso pasa con Bolonia que recibio no uno sino tres "apellidos": erudita, grasa y roja

 Erudita por su famosa Universidad, fundada en 1.088, que dice ser la universidad mas antigua del mundo, entre cuyos alumnos mas estacados figuran Dante Alighieri, Petrarca, Erasmo de Rotherdam, Nicolás Copernico y una lista interminable de colegiales españoles que desde 1.369, año en que abrió el Real Colegio de San Clemente de los Españoles, han ampliado su formación universitaria en las distintas facultades de la Universidad de Bolonia.
                                                                    

Grasa por su reputación gastronómica, con platos y productos locales, como su famosa mortadela y su no  menos famosa salsa boloñesa. 
                                                                            
                                                             

           
Roja debido al color de muchas de sus construcciones con ladrillos y tejas rojas.


Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue fuertemente bombardeada.

Empezamos nuestro recorrido en el Oratorio de Santa Cecilia, contiguo al pórtico de San Giacomo Maggiore, en la pórticada Via Zamboni                                                                      


Este pequeño oratorio es parte integral de la iglesia de San Giacomo Maggiore, al que se accede por una pequeña puerta en la parte trasera de la iglesia.

                                                                                     

            
 
                                                                             

El oratorio fue encargado por el dirigente de Bolonia Giovanni II Bentivoglio (1.443-1.508) que goberno Bolonia durante casi medio siglo, embelleciéndola  en gran medida.

Uno de sus proyectos fue este oratorio, con bellos frescos pintados por sobresalientes artistas y que representan la vida de santa Cecilia y de su esposo, san Valeriano
                                                     



Una muestra de alguno de ellos.

Después de admirar este pequeño pero precioso oratorio, seguimos andando por la ciudad hasta llegar a la inmediaciones de la Plaza Mayor, pasando antes por las dos torres, distintivo de Bolonia, ya que son visibles desde casi todos los puntos de vista de la ciudad.

Entre los s.s. XII y XIII se construyeron muchas torres en Bolonia de las que quedan estas dos, la Torre Asinelli, con mas de 97 m de altura, erigida en el s. XII, probablemente como torre vigía, ya que desde su cima se puede ver toda la ciudad y mas allá, y la Torre Garisenda de mas de 48 m., mas inclinada que la primera, contruída a finales el s. XI.


                                                                                   

Las torres están muy cercanas a la Plaza Mayor.
                                                                           

La magnifica Plaza Mayor, plaza principal de Bolonia, está rodeada por los edificios mas importantes de la ciudad medieval.

Es un espacio cerrado, cuya mayoría de edificios fueron construidos entre los s.s. XIII a XVI, lo que indica la importancia de Bolonia para la economía y la cultura europea. 

En esta plaza tuvieron lugar importantes acontecimientos como la coronación en 1.530, de Carlos I de España y V de Alemania como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. a manos del Papa Clemente VII (1.478-1-534) de nombre civil Julio de Medicis, en la basílica de San Pretonio, patrono de Bolonia.

También fue escenario de fiestas populares, de ejecuciones publicas y del vocerío de los mercaderes que allí se daban cita durante mucho tiempo.

La basílica de San Petronio fue construida en el s. XIV, y a pesar de que ciudadanos acaudalados hicieron muchas donaciones, nunca se acabo de edificar. La obra se detuvo porque tal como mostraban los planos llegaría  ser mas alta que la iglesia de Roma, y eso no fue bien visto por las autoridades eclesiásticas.

                                                          
                    

                                                                       

San Petronio domina la plaza Mayor con sus imponentes dimensiones y su alta cúpula. Dedicada a san Petronio patrono de la ciudad, un obispo boloñes del s. V, descrito como santo obispo renombrado en Italia por su virtud, su construccion se remonta a 1.390, cuando el ayuntamiento encargo al arquitecto Antonio de Vincenzo (1.350-1.401) una gran catedral, de estilo gótico.

La construcción se alargo durante siglos, tanta demora tuvo que el revestimiento de la fachada ha quedado sin concluir hasta el día de hoy, y las reliquias de San Petronio solo están dentro de la basílica desde el año 2.000.

El interior es imponente. como todo los demás, con innumerables obras de arte, pero nos detuvimos sobre todo en la capilla donde se dice que fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano en 1.530, nuestro rey Carlos I de España y V de Alemania.
                                
                             
De los importantes otros edificios de la Plaza Mayor el mas antiguo es el Palacio del Podestá, en su lado norte, que data de 1.200 y está coronado por la Torre dell´Arengo, llamada así porque el sonido de su campana congregaba al pueblo.
                                                                  

Nuestro conocido Giovanni II Bentivoglio le encargo en 1.493 a  Aristoteli Fioravante la renovación de la fachada románica con un estilo renacentista, y se coloco la campana de la torre. Seguramente ahora apreciaríamos mas la fachada anterior, pero la de Fioavantie nos resulta familiar, ya que ha sido copiada en otros edificios y en otros países muchas veces.

Otro, mas que interesante palacio, que fue añadido, como ampliación al Palacio del Podestá, es el Palacio del rey Enzo, sobre el que hay una leyenda medieval, derivada de hechos ciertos.
                                                             

En efecto el rey Enzo de Cerdeña,(1.224-1.272) hijo del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico II, Hohenstaufen, fue capturado en la batalla de Fossalta (1.249), entre guelfos, partidarios del Papa y gibelinos partidarios del emperador, y trasladado a Bolonia, donde permaneció prisionero el resto de su vida, ya que murió en este mismo palacio donde fue preso.

Parte de la leyenda cuenta que, al tener relación, en su permanente prisión, con mujeres que lo visitaban, tuvo con una campesina que era su favorita, Lucia de Viadagolia un hijo que llamaron Bentivoglio, que en italiano quiere decir "amor mio ven que te quiero", que es origen de la dinastia de ese nombre que gobernó Bolonia durante mas de un siglo de 1.401 a 1.506
                                                           
                                                                     Rey Enzo

Otro, de los mas antiguos es el Palacio Comunal o Palacio de Arcussio, hoy día sede de la Comunidad de Bolonia, complejo arquitectónico monumental del s. XIV, que  debe su nombre a su primer propietario Francesco d´Acurssio, jurista y maestro de derecho de la Universidad de Bolonia; fue restaurado por Fioravanti en el s. XV y tuvo otras de las reestructuraciones en el s. XVI.

A destacar el reloj que adorna la impresionante torre del conjunto
                                                                     

La fachada está presidida por " la Madonna de la Piazza del Bambino"

Al lado de la basílica de San Petronio está situado el Palacio de los Bancos, edifico de principios del s. XV, con gran fachada y enorme cúpula.


 El palacio se une, a través de los pórticos, con otro importante palacio, el Archigimnasio, primera sede, que fue, de la Universidad de Bolonia.
                                                                                          

Todavía me queda por hablar, en este entorno, de la magnifica fuente de Neptuno, que  preside la plaza del mismo nombre, contigua a la Plaza Mayor.
                                

La monumental fuente, con la colosal estatua del dios del mar Neptuno, hace que por sus dimensiones sea llamada por los boloñeses "El Gigante".

La plaza fue poyectada por el arquitecto y pintor Tomasso Laureti (1.530-1.602), en 1.563, y concluida dos años después en 1.565, coronada por la imponente estatua de Neptuno, del escultor flamenco
 Giambologna.
                                                                          

Para la construcción de la fuente fue derribada una manzana entera y los gastos se repartieron entre los inquilinos de las casas y las bodegas adyacentes.

Para la comida nos reunimos con nuestros amigos C.R. y M. y comimos en la terraza de nuestro conocido restaurante Victoria, en Via Augusto Righi, que disfrutamos mucho por el buen tiempo, el ambiente, la compañia y la comida.

Después de descansar un buen rato, salimos para encontrar por nuestra cuenta la Basílica de Santo Domingo, sede de la Orden Dominicana. donde se encuentra el  Monumento funerario del santo, el Arca de Santo Domingo, que teníamos gran interés en ver.

Unas palabras sobre Santo Domingo de Guzmán, uno de los mas conocidos e importantes santos de la Iglesia Católica, nació en Caleruega, Burgos, España en 1.170, en una familia noble y muy religiosa.
                                                                    

Hemos estado en Caleruega, hace poco tiempo y allí se puede ver lo que queda de la casa solariega de los Guzmán, y se respira la devoción a Santo Domingo.

Dedicado desde los siete años al estudio de las Artes, la Filosofía y la Teología, profeso como sacerdote en 1.190. 

El Obispo de Osma, con el que estaba destinado como ayudante, reconoció sus relevantes cualidades intelectuales y morales, lo que hizo que le encomendara diversos asuntos del gobierno  la diócesis.

En 1.205 el rey Alfonso VIII de Castilla nombra al obispo de Osma como embajador extraordinario para concertar el casamiento de su hijo Fernando con una princesa danesa, boda que no se pudo celebrar pues la princesa murió antes.

 A la vuelta de este encargo se encuentra en el sur de Francia, la Provenza y el Languedoc, con la extendida  herejía albigense, y dedica casi dos años a predicar la conversión entre los cátaros como fraile mendicante, sin querer después, tomar parte en la cruzada guerrera decidida por el Papa Inocencio III (1.161-1.216), con la colaboración del rey de Francia, Felipe II Capeto (1.165-1.223), que constituyo una verdarera masacre de cátaros.

Para remediar los males que la ignorancia religiosa producía en la sociedad, funda la Orden de Predicadores, confirmada por el Papa Honorio III( 1.148-1.227), en 1.216; la Orden tomo su forma definitiva en el I Capítulo General celebrado en Bolonia en 1.220, que le dio un estatuto de Orden mendicante.

Con su orden perfectamente estructurada y mas de setenta comunidades dominicas funcionando, agotado, despues de una vida tan entregada a la fe y un viaje reciente de regreso de Venecia, muere el 6 de agosto de 1.221 en el convento de Bolonia que el mismo haba fundado, donde sus restos permanecen sepultados en el monumento del Arca de Santo Domingo. 
 

Santo Domingo fue un gran renovador de la iglesia y un gran orador sagrado, hombre emprendedor, predicador infatigable.

 Fue canonizado en 1.234 por el Papa Gregorio IX (1.145-1.241)

Bien pues al caer de la tarde nos llegamos hasta esta iglesia dominica, tan importante para la historia de la Iglesia Católica. El lugar, a esa hora desierto, es recogido  e inspirardor.

Pudimos entrar en interior y venerar el Arca de Santo Domingo, monuemto que se ha ido haciendo a lo largo del tiempo, instalado en una de las capillas de la iglesia.
                                                                             

Esta fue nuestra estancia de un día en Bolonia, que nos encanto una vez mas.