sábado, 29 de diciembre de 2018

Javea. Paseando por el barrio de pescadores, las playas y calas

                                                                                     

Este segundo día en Javea lo dedicamos al entorno de la playa de la Arena; en primer lugar visitamos una de los monumentos mas interesantes de la localidad, la iglesia del Puerto de Javea, o iglesia de Nuestra Señor de Loreto, que acaba de cumplir su medio siglo de existencia, ya que su construcción se termino en 1.967.
                                                                               

En el centro del barrio de Duanes del Mar se encuentra esta original iglesia, una de las obras mas relevantes del s. XX, por su estilo vanguardista y renovador. No es solo una construcción arquitectónica sino que también tiene de escultura monumental.

Un aspecto interesante del templo es la iluminación. La entrada de la luz se produce a través de unos lucernarios ubicados a lo largo del remate superior del muro de la iglesia, de manera que esta resbale por las paredes y favorezca el recogimiento espiritual propio del lugar.
                                                                                 

La parte superior tiene forma de quilla de barco, muy apropiada dada la ubicación de la parroquia, en el barrio de pescadores, muy cercana al mar y al puerto.
                                                                        

Al final de la nave y se encuentra el altar coronado por un Cristo flotante colgado de la estructura, sobre el cual cae la luz, reclamando la atención de todo el que entra en el templo.

A la salida pudimos contemplar una pequeña estatua de la Virgen de la Caridad, obra del artista estadounidense Bayard Osborn, (Manhatan, NY, 1.922-2.012); fue adquirida por la señora alemana Theresia Pfänder, que la exhibió durante mas de 20 años en su jardín de Alemania. 

Cuando la sra. Pfänder, asidua visitante de Javea y de la parroquia del mar, falleció en 2.013, su familia dono la escultura a la Iglesia de la Virgen de Loreto, que, después de convenientemente restaurada, luce en el patio del templo 
                                                                              

La situación de la iglesia del mar no es la idónea para destacar su vanguardista arquitectura. pues se encuentra entre estrechas callejuelas, pero al mismo tiempo está en un barrio encantador.

Después de un aperitivo en la terraza del Parador de Turismo, que se encuentra enfrente del hotel y tiene magnificas vistas sobre la playa y el pueblo, pasamos a comer.

Por la tarde dimos un largo paseo por el Paseo Marítimo que bordea la Playa del Arenal, única playa de arena del municipio. Alrededor del paseo hay bares, restaurantes, heladerías, tiendas y negocios diversos abiertos al público, pues al contrario que otras localidades playeras, en Javea hay vida y cierta animación durante todo el año, aunque en el verano  la población aumenta al doble o quizás al triple.
                                                                                      

El final de la playa hay unas escaleras por las que se llega al Mirador de Punta del Arenal, desde que se ve la playa con el Montgó al fondo.

En tiempos del Imperio romano, entre los s.s.I.a VII. se desarrollo un gran asentamiento, con una factoría donde se elaboraban salazones y la famosa salsa de pescado garum, muy apreciada por los romanos, del que quedan algunos restos arqueológicos, no muy bien cuidados, según parece.

Nos paramos en el mirador para contemplar la playa del Arenal, el Parador de Turismo y el emblemático Montgó.

Luego seguimos por una calle con chalecitos a ambos lados, después siguen rocas y el mar; en algunos puntos de este litoral hay algunas escaleritas, o algún caminito de tierra para llegar hasta la roca e instalarse allí con una silla playera o una toalla.

Las aguas de esta zona son transparentes y con preciosos fondos marinos, lugar ideal para bucear por las cantidad de peces variados que allí se pueden ver.

Seguimos paseando por la avenida Ultramar hasta llegar al final del paseo marítimo bordeado de magníficos chalets, que nos lleva hasta la Cala Blanca.

En realidad esta Cala se compone de tres pequeñas calas: la Caleta I, la Caleta II y la Cala del Francés.

La Caleta I que practicamente es toda de roca, es un pequeño entrante del mar bastante protegido del oleaje.

Caminado junto al mar llegamos a la Caleta II compuesta de roca y grandes piedras, y también bastante protegida del oleaje.

Bordeando la Caleta II se llega a la Cala del francés, llamada así porque allí vivía el sr. Lambert, ciudadano suizo, uno de los primeros  turistas de Javea, desde cuya vivienda y con mucha dificultad se podía descender hasta la cala.
                                                                         

Los acantilados siguen tras la Cala Blanca.

                         
Aquí acabo nuestro paseo, precioso e interesante, pues la costa de Javea lo es. Volvimos por el camino de ida cuando ya estaba anocheciendo y los muchos establecimientos, bares, terrazas y restaurantes estaban iluminados y animados.

lunes, 24 de diciembre de 2018

Navidad

                                                        

FELIZ NAVIDAD 

FRÖHE WEIHNACHTEN

JOYEUX NÖEL

MERRY CHRISTMAS

BUON NATALE

FELIZ NATAL

WESOLYCH SWIAT

POZDEVLYAY PRAZNIKOM


sábado, 22 de diciembre de 2018

Tronco de Navidad con fresas

                                                                       

Una nueva propuesta de tronco de Navidad, esta vez sin chocolate. La combinación de pastel con fresas resulta deliciosa.

Ingredientes


120 g de harina
100 g de azúcar
60 g mantequilla derretida
6 huevos
1 cucharadita de azúcar vainillado
125 de fresas
190 g de queso crema
125 g de nata
50 de azúcar glass
Fresas y hojitas de hierbabuena para decorar

Elaboración

Precalentar el horno a 180ºC

Para la crema del relleno
                                                
Batir el queso crema con las fresas, la nata y el azúcar glass.
                                             

Poner en la nevera y reservar.
                                                             

Para el bizcocho

Batir las claras a punto de nieve, agregar la mitad del azúcar y batir para mezclar.
                                             

Batir las yemas con la mitad restante del azúcar hasta que blanqueen, añadir el azúcar vainillado, las claras montadas, batir ligeramente y luego agregar la harina tamizada, poco a poco hasta integrarla del todo, añadir la mantequilla derretida.

En la bandeja del horno poner papel de horno, pincelarlo con mantequilla, extender la masa
                                                                 

y hornear 10 minutos.
Sacar del horno y espolvorae azúcar glas por encima, voltear sobre un papel encerado, colocar un trapo humedo encima y reservar.

Quitar el trapo humedo y extender el relleno por encima,
                                                                         

enrollar con cuidado de que no se rompa y poner en la nevera durante 1 hora.

Decorar con azúcar glass, fresas y hojas de menta.
                                                                         
                                                     
                                                                                 

sábado, 15 de diciembre de 2018

Una semana en Javea, Costa Blanca con el Imserso



Esta iba a ser nuestra segunda visita a Javea, donde ya habíamos estado en nuestro primer viaje con el Imserso, desplazándonos entonces desde nuestra base en Playa Gandía, hasta Javea, para una excursión mañanera.

En esta ocasión nuestra residencia fue durante toda la semana en la propia Javea, y la pudimos conocer mas ampliamente.

Javea pertenece a la provincia de Alicante, y a la comarca de la Marina Alta; cuenta con una población cercana a los 23.000 habitantes de los cuales mas del 53 % son de nacionalidad extranjera.

Esta antigua población de pescadores se encuentra entre los cabos de San Vicente y La Nao, que separa las bahías de Alicante y Valencia y es el punto mas occidental del litoral mediterraneo, con mas de 20 km de litoral, que tiene tanto calas y pequeñas playas, como playas largas, además de una extrordinaria belleza paisajística.

                                                             
El Montgó es la cumbre mas destacable y visual de la comarca, con sus 750 m de altura, forma, con su entorno, el Parque Natural del Montgó, desde donde se puede contemplar Javea. y tener una amplia perspectiva de la zona.
                                                                   
     
Javea tiene dos núcleos urbanos no contiguos, el casco antiguo, con su entramado medieval de pequeñas calles empedradas y casas de piedra, con edificios notables como la Iglesia-Fortaleza de San Bartolomé, de estilo gótico-isabelino, el mercado de abastos y las casas mandadas construir por la burguesía en el s. XVIII,

El otro núcleo es el del puerto y la playa, siendo esta zona la mas concurrida; hay que decir que la playa es artificial, ya que lo propio de Javea es la playa de roca tosca, muy usada antaño para adornar las puertas con dinteles de esta piedra, muy típicas de la región. Hoy día esta practica esta prohibida como medida de conservación del entorno natural.
                                                                             
                                                             

La playa tiene un hermoso paseo muy agradable de hacer.
                                                                     

La privilegiada y estrategica situación del Valle de Javea ha favorecido el asentamiento de pueblos y culturas mediterraneas que han dejado sus huellas.

Esta zona tuvo ocupación humana desde el Paleolítico Superior, hace unos 30.000 años; los restos arqueológicos, cerámica, pinturas rupestres, enterramientos, útiles de metal y pequeños poblados de la Edad del Bronce muestran esta presencia humana.

Mas adelante tuvo contacto comercial con fenicios, y en menor medida con griegos, sin olvidar el componente ibérico de estas sociedades. A estos sucedieron los romanos, los visigodos y los musulmanes, todos los cuales han dejado sus huellas.

Tras la conquista cristiana llevada a cabo por el infante Alfonso de Castilla, futuro Alfonso X, el Sabio y mas tarde por el rey Jaime I de Aragon, en 1.244, seguida del repartimiento de tierras, y de intentos de repoblamiento, que fueron lentos.

Las primeras noticias documentales de Javea son del reinado de Jaime II, a finales del s. XIV.

Una de las circunstancias historicas que marcaron de manera significativa a Javea fueron los ataques constantes de piratas y corsarios a las costas levantinas durante el s. XVI, que provocaron el alejamiento de los habitantes de la costa y su instalación a dos km de la misma, en las elevaciones del terreno, y la construcción de murallas alrededor, que perdurarían hasta 1.877, último tercio del s. XIX.

La participación de Javea en la Guerra de Sucesion (1.702-1.713), apoyando al ya rey de España Felipe V de Borbón, le proporciono una serie de privilegios que la impulsaron economica y demograficamente a lo largo de la centuria.

Entre 1.810 y 1.812 se vio involucrada en la Guerra de la Independencia durante la invasión napoleonica, con sus secuelas de destrucción y muerte, como en el resto de España.

Durante el s. XIX la economia de la población fue la agricultura. como venia siendo, con cultivos de secano, almendro, viñas, algarrobo, olivo siendo el mas destacado el del trigo y su transformación en harina, y tambien la creciente importancia de la elaboración y comercialización de la pasa. qie se convirtio en motor de la economia de la región, provocando la aparición de una burguesia mercantil.

En la decada de los 60 del s. XX, en Javea como en otras localidades del Levante se produce el boom turistico, que es desde entonces la principal actividad economica de Javea.

Bien , pues tras un viajecito en avión de una hora mas o menos, con aterrizaje en Alicante llegamos a esta población de la que ibamos a disfrutar una una semana. Desde el hotel se veia el mar y la costa, ademas de los correspondientes edificios de varias plantas asi como agrupaciones de chalets y hoteles, todo bien mezclado, como es habitual en la osta levantina.
                                                                             

jueves, 29 de noviembre de 2018

Bougatsa, pastel griego



Un poco de historia sobre este rico postre, actualmente uno de los mas populares de la gastronomía griega.

Es un pastel originario de Oriente Medio, incorporado a la cocina griega a través de su larga pertenencia al imperio Otomano. En Grecia se elabora con pasta filo, variante que se desarrollo entre los judíos sefardíes de Tesalónica. También tiene una versión salada que cambia la crema pastelera por queso o carne picada.

Ingredientes

                                                         

700 ml de leche
2 yemas de huevo
3 cucharadas de maizena
3 cucharadas de harina
1 taza de azúcar
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharadita de azúcar vainillado

1 paquete de pasta filo
mantequilla blanda
azúcar glas

Elaboración


Para la crema

Poner la leche en una cacerola con la harina y la maizena previamene disueltas en unas cucharadas de leche fría. Hervir a fuego mediano hasta que espese, agregar la mantequilla, las yemas de huevo  y el azúcar, sin dejar de remover hasta espesar mas, sin dejar que hierva.
                                                             

Para el pastel

Precalentar el horno a 180ºC.

Mientras se calienta el horno, disponer una hoja de pasta filo sobre papel sulfurizado y con ayuda de un pincel de cocina pintar la hoja filo con mantequilla derretida.

Repetir el proceso con todas las hojas filo que se quieran emplear; yo utilice cuatro.

Sobre la ultima hoja filo echar la crema paselera fría y exenderla con una espatula.

Colocar otras cuato hojas filo con el msmo proceso que las primeras.

Cerrar los bordes metiendo el sobrante lateral de hojas filo debajo.
                                                           

Meter en el horno 35 minutos, al cabo de los cuales sacar la bougatsa y dejar enfríar 15 minutos.

Espolvorear con azúcar glas y con papel de horno hacer unas tiras a modo de rejilla y espolvorear con el azúcar glas para que queden bonitos cuadrados que serviran como guía para cortar el pastel, operación que, naturalmente es optativa.
                                                                                   

jueves, 22 de noviembre de 2018

Grecia, 8º día. Atenas, Museo de la Acropolis


El viaje llegaba a su fin, teníamos la mañana libre, ya que el traslado al aeropuerto se haría después de comer, así que aprovechamos para ver otra de las muchas joyas de Atenas, podría decirse de obligada visita, el Museo de la Acrópolis, donde están magníficamente expuestos los hallazgos y restos arquelógicos encontrados en la misma Acrópolis.

El Museo de la Acrópolis es un necesario complemento de la visita a la propia Acrópolis, que ayuda a apreciarla y comprenderla mas.

Un antiguo museo se había establecido en el interior de la Acrópolis, con los materiales encontrados, cuando los turcos se retiraron de Atenas, en 1.833, después de 377 años de dominio.

Este pequeño museo, y otro mas amplio que hubo después, no podía contener todo lo que se iba descubriendo en las excavaciones arqueológicas, de manera que se decidió hacer un museo fuera de la Acrópolis; este nuevo y magnifico museo se inauguro en 2.009 y su elevado coste, que asciende a unos 130 millones de euros, ha sido financiado entre Grecia y la Unión Europea.

Tras el desayuno fuimos andando desde el hotel hasta el museo, subiendo, trayecto que ya conocíamos, hasta llegar a la calle Dionisio Aeropagita, pasando al lado del palacete de la Embajada de España, y una escalinata que lleva directamente a la entrada del museo.

Se trata de un edificio de arquitectura contemporánea, con estructura de hormigón, acero y cristal que le proporciona una gran transparencia. Su diseño trata de aprovechar al máximo la luz natural, para resaltar las 4.000 piezas expuestas.

El concurso internacional para adjudicar el proyecto fue ganado por el arquitecto estadounidense-suizo Bernard Tschumi y su socio el arquitecto griego Mijalis Fotiades.

El museo tiene tres plantas.

Al entrar en la planta baja, el visitante se encuentra con los restos arqueológicos encontrados en el solar donde está construido el Museo, datados entre los s.s. IV a VII d.C, situados mas abajo del nivel de la planta, que se pueden contemplar perfectamente.
                                                     


En esta planta, está la "Sala de las laderas de la Acrópolis" donde hay varías maquetas de la colina de la Acrópolis y sus laderas, en las que puede apreciar la evolución de los diferentes edificios que la ocupaban desde la época clásica hasta  nuestros días

Desde esta planta se asciende por una leve pendiente, que quiere recordar la subida a la Acrópolis. En sus vitrinas se exponen hallazgos provenientes de los santuarios que estaban excavados en la roca.
                                                                       

En el primer piso se encuentra la "Sala de las obras arcaicas" dedicada a las obras arcaicas de entre los s.s. VIII a V a. C., donde al entrar en la sala salta a la vista el" Frontón de la leona", que perteneció al edificio mas antiguo de la Acrópolis, el Templo Viejo o Hekatompedon, templo dórico construido en el mismo lugar que luego ocupo el Partenón clásico.
                                                                 

En la sala se exhiben majestuosas esculturas de los periodos arcaico y clásico, que un día adornaron los primeros grandes templos de la Acropólis; las estatuas están dispersas a lo largo de una gran galería, que evoca una muchedumbre en el ágora
                                                                     

                                                                           

                                                                                 

Entre ellas destacan, por citar algunas de las que mas me impresionaron, la Atenea Polias, que se veneraba en el Templo Viejo o Hekatompedon


 Una de las varias que alli se exhiben, la Kore del peplo, con enigmática sonrisa
                                                               

y el Moscóforo, estatua de mármol de 165 m de altura, que representa a un muchacho portando un carnero a los hombros, considerada una de las obras maestras del periodo arcaico


La segunda planta no está dedicada a exposición, sino que está ocupada por una cafetería, pero desde la que se tienen inmejorables vistas del lado sur de la Acrópolis y del palacete de la Embajada de España.

Una parte de esta planta está ocupada por cinco de las seis cariátides, figuras femeninas esculpidas, que hacen función de columna, con un entablamento que descansa sobre su cabeza, y que formaban parte de la Tribuna de las Cariátides del templo Erectión en la acrópolis. La cariátide que falta se encuentra expuesta en el Museo Británico de Londres, a donde fue llevada a principios del s,. XIX por Lord Elgin.
                                                                               

                                                                           
Seguimos subiendo hasta la tercera planta, donde se halla la "Sala del Partenón", la galería de mármoles del Partenón,  donde se exhiben, por primera vez en su orden original, los famosos relieves del friso que representaba la procesión de las Panateneas.

El giro del edificio en ese nivel permite contemplar los mármoles en la posición exacta que ocupaban en el Partenón.

Aunque el legado de Lord Elgin comprende, expuesto en la sala dedicada en exclusiva a Partenon, buena parte del friso y las metopas del mismo, en el Museo de la Acropolis han reservado el sitio necesario cubierto actualmente por copias en yeso de los que hay en Londres, para el hipotético caso de que sean devueltas a Grecia. Por el momento, tanto en la correcta conservación de los mármoles, como en el numero de visitantes, interesados en la cultura griega, gana, de forma abrumadora,  la capital de la Gran Bretaña.

Tras ver esta sala, con la sensación de habernos sumergido, unas pocas horas, en el fantástico mundo griego y contemplar una vez mas la Acrópolis desde este privilegiado lugar, regresamos al hotel desde donde se salia hacia el aeropuerto.

lunes, 22 de octubre de 2018

Grecia 7º día, Nauplia y Epidauro


Recorrimos los casi 24 km que hay entre Micenas y Nauplia en unos 40 minutos, para llegar a ese precioso enclave.

Nauplia ciudad del Peloponeso, situada en la Argólida, es un  importante puerto del golfo Argólido, y tiene unos 34.000 habitantes.

La mitología afirma que su nombre deriva de Nauplio, hijo de Poseidon, dios de los mares y de la danaide Amimone, y según la tradición, en tiempos legendarios fue una colonia egipcia.

En el s. VII a.C. era una ciudad independiente que formaba parte de la Confederación de la Argólida, pero tras ser conquistada por Argos, otra importante ciudad de la Confederación, en adelante paso a ser el puerto de Argos.

En tiempos de Pausanias, geógrafo e historiador griego del s.II, que recorrió el país, relatando todo lo que encontraba y veía, a modo, podemos decir, de guía de viajes, no encontró, en este emplazamiento, mas que ruinas.

Nauplia permanecio en manos romanas primero, y luego bizantinas hasta el s. XIII, en las que fue semiindependiente, bajo el poder de uno de los últimos señores bizantinos, León Esguro.

 En el s. XII se fortifico la Acrópolis, pero en 1.210 fue conquistada por los francos, que establecieron el señorío de Acaya, dentro del cual estaban Argos y Nauplia. Después de casi 150 años fue vendida a la República de Venecia en 1.389. Venecianos y otomanos se disputaron Nauplia durante los siguientes tres siglos, ocupándola tanto unos como otros, hasta que los venecianos, en su segunda ocupación, construyeron el castillo de Palamidi y fortificaron la ciudad.

El castillo de Palamidi (o Palamedes, en honor al héroe homérico del mismo nombre) se construyo en un corto periodo de 1.711 a 1.713, siendo una fortaleza barroca típica. Para llegar a ella hay que subir 913 escalones de la escalera de caracol que va de la ciudad hasta la fortaleza, aunque para culminar la cima hay mas de 1.000, de modo que tuvimos que pasar de las magnificas vistas que dicen, hay, desde allí, y ver los muros del castillo desde abajo.
                                                         

La disputa acabo en 1.715 en que fue concedida a Turquía, hasta que Grecia la recupero en 1.822, tras la retirada de los turcos, vencidos en  la Guerra de la Independencia Griega.

Durante 11 años, de 1.823 a 1.834 fue capital y sede del Congreso y del Gobierno de Grecia, hasta que la capital paso a Atenas.

Hoy día es un atractivo pueblo, con un casco antiguo lleno de casas neoclásicas y de tabernas portuarias,
                                                                       




Tiene una preciosa bahía, siempre en calma, con muchos veleros y en medio, como un gran adorno, la  isla-fortaleza de Bourtzi, que emerge de las aguas frente al puerto. Su nombre viene de la voz turca que significa la Torre; fue construida por los venecianos en 1.471; el  diseño del castillo es magnifico, ya que se adecua perfectamente a las dimensiones y original forma de la pequeña isla sobre la que se asienta.
                                                                     
                                                                         

El motivo de su construcción fue la amenaza de los piratas que navegaban por aguas cercanas. Desde la estratégica posición de la fortaleza, se podía impedir cualquier ataque a la ciudad.

Estuvo unida a la fortaleza Palimidi del Acronauplia con unas gruesas cadenas, por lo que entones se la conocía como Porto Cadena.

Paseamos un rato por la bahía y el barrio residencial, contemplando el mar, el castillo Bourtzi, lugares espectaculares en este pueblo, al decir de otros viajeros y visitantes uno de los mas bonitos de la Grecia peninsular.

Después de comer seguimos viaje hasta Epidauro.
                                                     

Epidauro fue una ciudad-estado independiente, hasta la conquista de Grecia por los romanos, en 198 a.C. que la incorporaron al distrito de Argólida.

La ciudad fue gobernada por reyes, tuvo una república oligárquica y ejercieron el poder en ella algunos tiranos, volviendo después a la oligarquía.

Conocida en la antigüedad por el Santuario de Asclepio, dios de la Medicina entre los griegos, que fue el mas importante de entre los dedicados a este dios.

Desde el s. XVI a.C. en este lugar se rendía culto a una divinidad sanadora, pero el culto a Asclepio comenzo en el s. VI a.C.

En el santuario se practicaba la medicina combinada con la interpretación de los sueños. Comprendía varios edificios públicos, como un gran templo construido en el s. IV a.C., el tholos, el teatro y algunos otros pequeños templos.

Las ruinas de Epidauro fueron excavadas en el XIX; sacaron a la luz el santuario de Asclepio, un templo de Artemisa, un tholos y mención aparte merece el teatro, uno de los mejor conservados de  Grecia.
                                                                         

Fue construido aprovechando la vertiente de una montaña, según hacían los griegos para los teatros.

Ya en la antigüedad era famoso por la armonía de sus proporciones. Tenia cabida para 12.000 espectadores y una magnifica acústica, y es todavía utilizado en nuestros días, para algunas representaciones.

Paseamos por el teatro y demás restos del parque arqueológico, disfrutando mucho de última visita a la cuna de nuestra civilización, ya que al día siguiente dejábamos Grecia.