domingo, 29 de noviembre de 2020

Londres. 4º día. Hyde Park, Marble Arch


El día se presentaba mejor que ayer, no llovía y hasta parecía que iba a salir el sol, excelente para realizar nuestro plan: visitar Hyde Park, que como ya he dicho está enfrente de nuestro hotel.

Sepamos algo de este gran parque antes de adentrarnos en él.

Hyde Park es el mayor de los cuatro parques que forman un conjunto muy grande en el centro de Londres. una cadena que comprende los jardines de Kensington donde se encuntra el Palacio del mismo nombre, Hyde Park Corner, Hyde Park y Green Park; también tiene dos lagos, Serpentine y Long Water.

El terreno pertenecía a la Abadía de Westminter, y fue expropiado por Enrique VIII, en 1.536 cuando se separo de la Iglesia católica y confisco todos los bienes de la misma. para dedicar el parque a coto de caza; no fue hasta el s. XVII que se abrió al público. por decisión de Carlos I,

El nombre del parque, que puede provenir del sajón, y se refiere a una unidad de superficie, procede del del Señorio de Hyde.

El parque ha sufrido , desde le s, XVI numerosas vicisitudes y diversos usos, ha sido escenario de duelos, manifestaciones y conciertos, tambien es muy popular altanto para turistas como para londinenses alquilar una barca y remar por el lago Serpentine, un pequeño oasis habitado por una variada fauna acuatica.

Uno de los grandes acontecimientos que se desarrollo en Hyde Park fue la Gran Exposición de 1.851, la primera Exposición Universal, cuyo principal promotor fue el Príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gota, esposo de la reina Victoria, para la cual se construyo el Palacio de Cristal,
                                                               

obra del paisajista inglés Joseph Paxton (1.803-1.865), hoy día  desaparecido, pues en 1.936, ya trasladado a otra ubicación, sufrió un pavoroso incendio que lo destruyo por completo. Empezamos nuestro parcial recorrido entrando por Lancaster Gate, la puerta mas cercana a nuestro hotel.
                                                                                                                                                                                                    

Seguimos una larga avenida, que pertenece a una de las secciones del parque, los jardines de Kensington jalonada de pequeños monumentos como el de Peter Pan, el famoso personaje del "niño que no quería crecer".

 Hay que saber que, precisamente los jardines de Kensington inspiraron al escritor
escoces J.M.Barrie (1.860-1.937) que vivia cerca de  para comenzar la historia de Peter Pan y que la estatua se encuentra en el punto exacto en el que Peter Pan aterriza en la primera versión del libro.


Se cuenta, entre la especie de leyendas que envuelven al personaje de Peter Pan y a su creador, que fue el mismo autor de la historia el que encargo al escultor británico George Frampton (1.860-1.928) la escultura de Peter Pan tocando la flauta, rodeado de hadas y pequeños animales y que el modelo fue un niño de seis años, vestido como el popular Peter Pan. Sea como fuere se ha convertido en un  símbolo y es una de las mas visitadas atracciones de Hyde Park.

Seguimos paseando al lado de la parte mas estrecha del Lago Serpentine, de que hablare mas tarde, con su pequeño y romántico puente, que no cruzamos ya que  nos dirigimos a los Jardines de Kensington.


Los Jardines de Kensington, junto con los otros espacios que comprende Hyde Park, forman el "pulmón verde " del centro de Londres;  primeramente los jardines del Palacio de Kensignton, eran privados; fueron y siguen siendo residencia de la realeza, actualmente viven en él los duques de Cambridge, Guillermo, nieto de la reina y Catalina, con sus tres hijos.
                                                

El palacio fue construido como un caserón de campo para el conde de Nottingham; en 1.6 89 el rey Guillermo III, compro el edificio y los terrenos que lo rodeaban, para hacer un gran jardín, y la mansión, bastante sencilla fue reformada, por sir Christopher Wren, el arquitecto de muchos edificios de Londres, entre los que se cuenta la catedral de San Pablo, para residencia de los reyes de Gran Bretaña.

Delante del palacio de halla un gran estanque redondo, con patos y cisnes, que bordeamos. El estanque fue creado en 1.730m para el rey Jorge II.
                                                                           

En el gran espacio de los Jardines e Kensington, al norste se encuentra otro de los monumentos del conjunto de Hyde Park mas visitados y que nosotros no dejamos de ver ampliamente, el Albert Memorial. 


El monumento mandado a erigir por la reina Victoria en memoria de su amado esposo, el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo Gotha,  fallecido en 1.862, a los 42 años. 

Antes de esa luctuosa fecha, ya  había planes, desde hacia ocho años, para construir un monumento dedicado al príncipe Alberto como redordatorio de su gran labor en el proyecto y ejecución de la Gran Exposición de 1.851; y con motivo de su fallecimiento y del dolor de la reina Victoria por la perdida de su esposo, se actualizo la idea de un memorial.

Despues de muchas deliberaciones y proyectos diferentes ekl munmento se encargo a se encargo a sir George Gordon Scott (1.811-1.878) arquitecto inglés muy conocido por sus restauraciones de iglesias y catedrales.

El estilo elegido fue el gótico, y puede considerarse como una de las extravagancias neogóticas de la época victoriana. El monumento es un recargado dosel, que contiene la estatua del príncipe Alberto, recubierta de oro.


Frisos, estatuas alegóricas a mayor gloria de Gran Bretaña, y toda clase de recordatorios del príncipe consorte, llenan el monumento.

El Albert Memorial forma parte de un conjunto, tambien organizado en honor de Alberto, como son el Royal Albert Hall, y el Imperial College of London que conforman el llamado Salón Central o Albertópolis, reconocimiento al príncipe Alberto, gran impulsor de este complejo, que también comprende algunos de los museos mas importantes de Londres, el museo Victoria y Alberto, de artes decorativas y diseño, el Museo de Historia y Ciencias naturales, que esta al lado del anterior, en suma una manzana de arquitectura victoriana de extrordinario valor cultural y educativo.

En esta ocasión, que no en otra anteriores, no entramos en ninguno de estos museos que ya conociamos sino que seguimos nuestro paseo por Hyde Park: Dejamos, pues los Jardines de Kensignton, con su precioso templete, para la música 


hasta llegar a otro espacio, los jardines italianos, tambien llamados Jardines de la reina Victoria, se cree que fueron un  regalo del principe Alberto a su amada esposa la reina Victoria.

Fueron agredados al Hyde Park en 1.860, diseñados por James Pennethorne (1.801-1.871), arquitecto y diseñador inglés, autor de numeroso jardines y obras en Inglaterra.

Los Jardines italianos tienen cinco estanques octogonales, con fuentes de mármol y barandillas. Hay tambien en ellos, un pabellón copiado del palacio de Versalles y algunos bancos con el nombre de sus seres queridos de los británicos que han hecho un donativo para las ejecución de esta obra, asi como parterres de muchas flores y árboles.



Cuando pasamos por ellos, estaban bien concurridos, y era muy agradable pasear por el entorno.

Paseando, paseando llegamos al Lago Serpentine, cuya creación data de 1.730, cuando la reina Carolina (1.683-1.737), esposa de Jorge II (1.683-1.760), gran impulsora de Hyde Park, ordeno que se construyera una represa del río Westbourne, afluente del Támesis, que entonces formaba ocho pequeñas lagunas naturales en el parque; actualmente el agua del lago es bombeada desde el Támesis, debido a la contaminación del río Westbourne, que dejo de proveer agua al lago en 1.834.

                           

bañistas invierno hyde park
El lago debe el nombre de Serpentine a su forma curvada parecida a una serpiente; alberga a una fauna silvestre de cisnes, patos y gansos, que tuvimos ocasión de contemplar en el rato que, sentados, nos entretuvimos viendolos.                  
                                                                                   


                                                                                
                                                                                     

En el lago hay botes para alquilar, y una zona para nadar,en la que el día de Año Nuevo algunos valientes bañistas, después de romper el hielo, se lanzan a nadar en el lago.

Nos sentamos en un banco enfrente del concurrido restaurante Dell, que armoniza con el lago y con el paisaje. El restaurante fue diseñado en 1.965 por el arquitecto modernista británico Patrick Gwynne (1.913-2.003), que se encargo de la integración del edificio en el entorno, un lugar favorito de muchos londinenses y turistas.
                                                                            

Continuamos recorriendo el parque hasta llegar a uno de los monumentos que ya fuera del parque,  Marble Arch, una referencia en esta ciudad.

Marble Arch, arco de triunfo de mármol blanco, fue diseñado por John Nash (1.752-1.835) arquitecto y urbanista inglés, en 1.827 para la entrada principal del Palacio de Buckingham, para ser trasladado posteriormente, y quedar colocado, de forma incongruente, aislado en la intersección de Oxford Street, Park Lane y Edware Road, donde lo vemos hoy día.
                                                                

El diseño se basa en el Arco de Constantino en Roma, y el Arco del Carroussel de París. Está revestido de mármol de Carrara, con adornos de mármol de Seravezza, en los Alpes Apuanos, Italia, famosa por sus canteras de mármol.

Esta zona moderna de Londres, muy transitada, ya que al tener una estación de metro mucho público se desplaza por allí, como nosotros que nos proponiamos seguir caminando por la ciudad, pero eso será para otro capítulo
                                                                                 


                                                                                 




  
 


                                                                                          


 



                                                                                         

domingo, 22 de noviembre de 2020

Pastas caseras

                                          

                                 

Dentro de la repostería estas pastas son de elaboración sencilla y propias para desayunar, merendar, o para tomar en cualquier momento, y quedan muy ricas

Ingredientes                                                                                      

3 huevos

 un pellizco de vainilla en polvo

200 g de azúcar

250 g de harina

un poco de mantequilla para untar la bandeja del horno

Elaboración

Batir los tres huevos con el azúcar                                                                                                                                                                                                                                   

                                                                  

Añadir la harina tamizada y la vainilla; mezclar hasta obtener una masa consistente

                                                                          


Untar con mantequilla la bandeja de horno y con una cuchara de café hacer montoncitos de masa y colocarlos bastante separados unos de otros, para que al ensancharse no se toquen                                                                                

                                                                             


                                

Poner a horno a 170ºC, durante 20 minutos hasta que las pastas estén doradas, mirar la cocción de vez en cuando.

Sacar la bandeja y, cuando están calientes retira las pastas a otro recipiente. por ejemplo a una lata, donde pueden conservarse varios días.                  

                                                     

                                                                 

domingo, 15 de noviembre de 2020

Londres, 3er. día, Museo Británico y pub The Leinster Arms


Dedicamos gran parte de la mañana e incluso, desde el punto de vista inglés parte de la tarde, a visitar una de las mas importantes joyas de Londres: el Museo Británico, que siempre me ha entusiasmado.

Este gran museo acoge todo tipo de arte, como dibujos y pinturas de Goya, Durero y otros pintores, asi como una extensa muestra etnográfica, aunque su colección se centra principalmente en el arte antiguo.

El Museo Británico es el principal museo de historia del Reino Unido y uno de los mas importantes del mundo. Su colección consta de mas de ocho millones de objetos, con piezas de los cinco continentes y de todas las épocas, desde la prehistoria hasta nuestros días.

El origen del museo se remonta a 1.753, cuando sir Hans Sloane, médico y naturalista angloirlandes,  lego a la nación británica su colección de mas de 80.000 objetos, con el deseo de que perdurara a su fallecimiento, entre los que había 40.000 libros, y antigüedades procedentes de Egipto, Grecia, Roma, Oriente Medio y América. El museo abrió sus puertas en enero de 1.759. 

Su primera ubicación fue en la Casa Montagu, en el barrio de Bloomsbury, zona muy exclusiva en las afueras de la ciudad, en el s. XVII, en la que, a principios de este siglo, se construyo la primera casa Montagu.

Fue la segunda Casa Montagu la que fue escogida para sede del Museo Británico en 1.755, y, tras años de reformas, anexos y críticas fue demolida, para construir el actual complejo que ocupa el museo desde entonces. Fue diseñada por sir Robert Smirke (1780-1.867) destacado arquitecto inglés. uno de los lideres de la arquitectura neogriega, de los cuales la fachada y el cuerpo principal del Museo británico son su mejor obra, por la que es recordado.


Las mas importantes aportaciones, además de la del que, podríamos llamar el fundador del museo, fue la donación de sir Hans Sloane.
                                                                             

Después, a colección del anticuario, arqueólogo, vulcanólogo y diplomático sir William Hamilton (1,730-1.803) embajador británico en Nápoles, que vendió parte de su colección al Museo Británico, en 1.772, colección que sirvió como base para el departamento de antigüedades griegas y romanas del Museo.
                                                                                       
                                                                                   

La colección siguió aumentando con la donación de los Mármoles del Partenón por sir Thomas Bruce, VII conde Elgin (1.766-1.841), diplomático y arqueólogo británico, recordado hoy día porque llevo a Inglaterra gran parte de las esculturas del Partenón de Atenas, entonces en poder del Imperio Otomano, salvándolas así de su posible total destrucción.
                                                                                 

El rey Jorge IV (1.762-1.830) dono en 1.823 la llamada Biblioteca del Rey, que su padre el rey Jorge III había reunido durante su reinado. El Museo Británico tuvo que ser ampliado para dar cabida a los 66.000 libros del rey, que se añadieron a los 116.000 ya existentes. El mismo arquitecto que construyo el nuevo Museo añadió otro espacio para albergar los libros.
                                                                   

 Desde 1.997 la biblioteca del Museo Británico tiene otra ubicación.

El Museo siempre ha estado abierto, excepto en la Guerras Mundiales en las que permaneció cerrado por temor a posibles daños en sus obras, principalmente durante los bombardeos alemanes sobre Londres. Desde siempre su entrada es gratuita para todo el público 

Una de la últimas ampliaciones del museo, inaugurada en diciembre de 2.000, es el Gran Atrio de la Reina Isabel II. que ocupa el centro del museo, diseñado por el estudio del arquitecto inglés sir Norman Foster (1.935), que es verdaderamente magnifico, con su preciosa cúpula, y su luminosidad.
                                                              

  

Largo seria ennumerar los tesoros del arte universal que hay en este museo, así que solo mostrare alguna de las piezas que mas aprecio.

Una de la salas que me interesan es la sala de Sumeria, Acadia y Babilonia, las primeras civilizaciones del mundo, que se desarrollaron en Mesopotamia, zona de Oriente Próximo, ubicada entre los ríos Tigris y Eufrates.

                                                Estandarte de Ur, ciudad sumeria, 2.500 a.C   
                                                                                      
                                  Código de Hammurabi, rey de Babilonia (1.792-1.759 a.C.)    
                                           Primer código de leyes promulgado en el mundo

                                                      Sargón, rey acadio (2.270-2.215a.C)
                                             

                               Reina de la Noche, probable diosa sumeria Innana,1.800-1.750 a.C
                                                                                                                              
                                                  Tocado de la reina sumeria Puabi, 2.600 a.C

En esta sala había otros muchos  objetos y estatuas de esta cultura, la primera civilización del mundo, pero sería demasiado largo poner mas.

Pasamos después a otra sala, también de Mesopotamia, con maravillosos relieves del palacio de Asurbanipal, imperio asirio, sucedido varios siglos después.
                                                                               

precedida por los impresionantes toros alados o Lammasu,  dos enormes esculturas, cuyo peso supera las diez toneladas, que guardaban el palacio de Asurbanipal II, que reino desde 668 al 627 a. C,, en su capital Nínive.

Tras pasar estos gigantescos guardianes, se entra en la sala donde se exponen los bajorelieves que adornaban el interior del palacio de rey asirio, gobernante, guerrero y erudito.

El Museo Británico tiene una de las mejores colecciones de bajorelieves asirios, todos realizados en alabastro, entre los que destaca el de la leona herida, que además de su belleza demuestra un asombroso estudio anatómico del artista
                                                                       

El mural al que pertenece esta figura se corresponde con una cacería de leones de Asurbanipal, que era considera, en aquellos tiempos, un deporte  regio.

Otros paneles del mismo relato muestran al rey desarrollando la cacería y son verdaderamente hermosos 
                                                                            

Palacio de Asurbanipal


                              

                                                                   .

Para hacer una de las visitas obligadas, pasamos luego a la sala Elgin, para admirar los Mármoles del Partenón, que tiene un gran espacio para ellos.

 En efecto, estas magnificas piezas se exponen desde 1.939, en una sala habilitada para ellos en el Museo Británico.
                                                                 
                             

Detalle del friso
                                    




Unas muestras del legado Elgin.

La donación de lord Elgin nos solo comprendió el friso del Partenón sino otros restos, como algunas partes del Mausoleo de Halicarnaso y diversas esculturas que se encuentra a la entrada de la sala del Partenón. 

El Museo es tan grande que hay que limitarse uno mismo, si solo se dispone de un día, así que pasamos delante de la piedra Rosetta, que estaba, como de costumbre, rodeada de mirones, ya que es uno de los tesoros del Museo mas visitados, pero no nos paramos.

Después de varias horas invertidas en el recorrido, estabamos, mi marido y yo cansados y hambrientos. En la cafetería, situada en el último piso servían solamente la merienda; el té de las cinco, con sus correspondientes tartas y pasteles. Elegimos, ademas del té, algún dulce, y con eso nos consideramos servidos.

Por la noche pasamos un buen rato en una taberna cercana al hotel, "The Leinster Arms" donde había buen ambiente, pero no comida a partir de una cierta hora.
                                                                               


Para cena nos tuvimos que conformar con unas galletitas compradas en uno de esos comerciosde la zona, pequeños pero surtidos de aperitivos, que resuelven algunas situaciones.