lunes, 22 de febrero de 2021

Viaje por el norte de Italia. Llegada a Florencia


Hace no mucho tiempo pasamos siete dias en Italia, con un recorrido del centro, noreste y norte, que podemos llamar exhautivo, como se ira viendo a lo largo de varios densos capítulos de mi relato.

Empezamos el viaje en Burgos, ya que el grupo estaba formado por antiguos alumnos y amigos de la Universidad de Burgos, y fue gracias a unos amigos, de siempre, que viven en Burgos, que nos pusieron al tanto del viaje, como lo hicimos.

A la mañana siguiente de nuestra llegada a Burgos, bien pronto, casi de madrugada. nos trasladamos al aeropuerto de Madrid, y de allí, después de casi dos horas de vuelo, llegamos a Florencia, primera parada del viaje.

Desde el aeropuerto nos dirigimos al Mirador de Michelangelo desde el que se tiene una privilegiada vista de Florencia, que disfrutamos un buen rato; era la hora de comer y cada cual tomo lo que es un tentempie.

Antes de discurrir por lo mas emblemático de esta ciudad digamos unas cuantas palabras sobre ella.

Florencia ciudad perteneciente a la región de Toscana, es la ciudad mas poblada de su región, con cerca de 400.000 habitantes y con millón y medio si se considera su área metropolitana.

Fue fundada por los romanos en el 59 a.C. con el nombre de Florentia, donde habitarían veteranos del ejercito, es decir un castro o fortificación; interesado Julio Cesar en  este castro, se diseño  según el modelo romano de ciudad, con las calles cardo y decumano cruzándose en la actual Plaza de la República, y pronto se conivirtio en un importante enclave comercial y tuvo todos los edificios que caracterizan a una ciudad romana, acueducto, foro, termas, teatro y anfiteatro, además de extensos campos de cultivo alrededor. El emperador Diocleciano en el s, III d.C. la declaro capital de la provincia de Tuscia.

Gran parte de las construcciones romanas están sepultadas bajo los edificios de las épocas posteriores, pero poco a poco van saliendo a la luz, debido a las prospecciones arqueologica.

Tras la evangelización, el primer mártir, durante la persecución del emperador Decio (201-251), fue San Miniato, probablemente un peregrino procedente de Grecia o de Siria, que fue decapitado alrededor de 250.

En este lugar se construyo un santuario, al que sucedio una capilla en el s. VIII. La construcción de la actual iglesia comenzó en 1.013 y continuo durante varios siglos; tuvo un monasterio benedictino, que paso a cluniacense, que sigue en nuestros días como una Congregación benedictina Olivetana.

La fachada de la iglesia es una de las obras maestras del románico florentino. La he visto en otras ocasiones aunque no esta vez, pero recomiendo su visita grandemente.                       


Tras la caída del Imperio Romano, paso por las manos de diversos pueblos gemánicos, ostrogodos, con la conquista por parte de Teodorico I, longobardos y francos, con el invasión de Carlomagno que dejo en Florencia un conde, sustituto del derrotado conde longobardo.

Una prueba de la recuperación ciudadana de Florencia en el s. XI fue, precisamente la construcción de la basílica de San Miniato.

Despues de unos convulsos siglos, por las luchas entre las familias de la misma ciudad, y contra o a favor de otros, como del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico o el Papa, disputa que durante los s.s. XII y XIII, dividió a la ciudad entre güelfos, defensores del poder del Papa, y gibelinos que apoyados por el emperador germánico se oponían a ese poder.
 
Estas luchas no impidieron que Florencia se convirtira en una de las ciudades mas prósperas y poderosas de Europa, ya que llegaron a acuñar moneda, el florín de oro, en 1.252. que permanecería durante tres siglos como uno de los patrones monetarios del mundo.

El arte florentino se abrió al Renacimiento a principios del s. XV, antes, en varias decádas al principado de los Medicis.

Los Medicis, poderosa e influyente familia, ligados a la historia de Florencia, de modestos orígenes, ya que no procedían de la nobleza feudal, ni de ninguna dinastía, hicieron su fortuna lentamente, sin llamar la atención, en base a los negocios y a su Banca, ya que se convirtieron en banqueros del Papa y de otros altos dirigentes políticos de casi todos los reinos europeos de la época. 

Llego el Cuatrocento, en que las clases populares dominadas por una oligarquía, se aliaron con los Medici, y el primer dirigente político de la familia, Cosme I de Medicis (1.519-1.574), derroto a la oligarqía, iniciando el gobierno de los Medicis,
                                                               

 Los Medicis gobernaron, con alguna interrupción, la política florentina durante 350 años, periodo durante el cual Florencia destaco por su poder económico y por ser el centro de la cultura y del arte.

En 1.737 se extinguió la linea directa de los Medicis, y el gran ducado fue heredado por Francisco de Lorena, esposo de la emperatriz de Austria María Teresa de Habsburgo.

En 1.861, tras un  plebiscito, fue depuesto el último duque de Toscana Fernando IV de Habsburgo-Lorena (1.835-1.908) y la Toscana fue anexionada al recientemnete creado Reino de Italia. Florencia fue la capital del reino durante seis años, desde 1.865 hasta 1,871.

En la Segunda Guerra Mundial fue ocupada por los alemanes (1.943-1.944); esta ocupación tuvo como consecuencia la destrucción de los puentes de Florencia, a excepción del Puente Viejo (Ponte Vecchio) de extraordinadrio valor artístico.

Florencia es conocida por su grandioso patrimonio artístico; aunque con obras notables de todos los siglos anteriores, fue semillero de artistas en el Renacimiento, que sería demasiado largo enumerar, tanto arquitectónicas como plásticas. 

He estado varias veces en Florencia, ciudad a la que cuando se ve una vez se quiere volver tantas veces como se pueda. En esta ocasión, y debido a que era una visita corta, ya que teníamos que llegar a dormir a Bolonia, nos paseamos por el centro, lugar mas visitado y conocido de la ciudad, y solo discurriendo entre sus extraordinarios monumentos.

En primer lugar contorneamos la Catedral obra maestra del arte gótico, Il Duomo de Santa Maria Dei Fiore, en pleno casco antiguo, símbolo de la riqueza y poder de la capital toscana durante los s.s. XIII y XIV, Destaca en ella la grandiosa cúpula, obra de Brunellesqui (1.377-1.476), que fue el que la ideo y consiguió que no se derrumbara, con su extraordinario peso.
                                                                                 

Otro elemento a destacar en la catedral es la torre campanario, el Campanile, trazado por Giotto (1267-1.337) y finalizado a su muerte, en 1.359 por F. Talenti.

La altura de la torre, de mas de 84 m, está recubierto de mármoles policromos, como la catedral y el Baptisterio, y perfectamente integrado en el conjunto. Hay 414 escalones para subir a lo mas alto, pero la subida no resulta demasiado pesada y tiene la recompensa de tener una de las mejores vistas de Florencia.

El Baptisterio dedicado a San Juan Bautista, patrón de la ciudad está enfrente de la Catedral, 
                                                                              

y es el edificio mas antiguo de la plaza, donde se celebraban los bautizos, tiene grandes dimensiones para albergar a la multitud que se reunía allí los días de bautizo.
                                                                   

Fue construido en el s. V, sobre antiguas construcciones romanas. Tuvo la categoría de catedral, consagrada por el Papa Nicolas II (990-1.061) en 1.059.

Son muy importantes las tres puertas de bronce.

 La puerta sur, la mas antigua, debida al escultor Andrea Pisano (1.290-1.348). tiene 28 paneles que representan la vida de San Juan Bautista, entre otros.
                                                                            

 La puerta norte, obra del escultor y orbefre Lorenzo Ghiberti (1.378-1.455) describe en sus 28 paneles la vida de Cristo y de los cuatro evangelistas. 
                                                                              

La puerta tercera, también de Ghiberti, que Miguel Angel llamo "La Puerta del Paraíso", tiene diez paneles que representan episodios del Antiguo Testamento.
                                                                               

Delante de esta última puerta había el habitual  grupo de espectadores, ya que es la mas conocida y apreciada, y con razón, pues siendo todas notables, está es la mas bella.

Seguimos después hasta otra esplendida obra florentina, la Plaza de la Señoría, con sus palacios y estatuas. 


La   Plaza de la Señoría es el centro político y monumental de la ciudad. Su historia se remonta a la época de los romanos y en los siglos posteriores tuvo diversos cambios y distribución. Hubo allí unas termas romanas y luego una iglesia paleocristiana, como han evidenciado las prospecciones arqueológicas, pero fue a partir de 1.268 cuando empezó a tomar el aspecto con la que la vemos hoy día. 

Cuando pasemos por ella estaba llena de gente; también había coches de caballos, que se pueden alquilar, para dar una vuelta sin cansarse.

El edifico mas destacado de la plaza es el Palazzo Vecchio, cuya torre de la Vacca, se distingue desde varios puntos de la ciudad,
                                                                             

El Palacio Viejo se encuentra en esta magnifica Plaza, entre la Plaza del Duomo y el río Arno. 

Hoy día, es el Ayuntamiento de la ciudad, pero sus usos a lo largo de los siglos han sido variados. 

Los orígenes del actual edificio se remontan al s. XIV, cuando los dirigentes florentinos decidieron construir un palacio para albergar los organismos del gobierno de la Republica.

Su realización fue encargada al arquitecto florentino Arnolfo di Cambio (1.240-1.310), que ya había diseñado la catedral  y la iglesia florentina de la Santa Cruz, entre otras muchas obras en Italia. Arnolfo incorporo también la antigua Torre de la Vacca, utilizándola como parte baja de la torre actual, por lo que no es el centro del edificio, al que da su majestuosidad, con sus 94 m de altura.

 El arquitecto, para ahorrar tiempo y dinero también aprovecho los cimientos de las construcciones anteriores; el edifico refleja el estilo austero de las fortificaciones medievales

El Palacio fue construido en el lugar donde estuvo el Teatro romano, y sobre las ruinas del Palacio de Fanti y del Palacio de Justicia, que lo habían precedido.

Cosme I de Medicis. en el s. XVI ordeno su restructuración y decoración para convertirlo en su residencia, que paso a ser el Palacio Ducal.
 
En el exterior, también magnifico, delante de la entrada estuvo copia de la escultura del David de Miguel Ángel, obra maestra del Renacimiento, cuyo original se encuentra ahora en la Galería de la Academia de Florencia.
                                                                                 

Justo enfrente del palacio se encuentra la Loggia dei Lanzi, en otra esquina de la plaza, con estatuas de enorme calidad, que lo convierten en un excepcional museo.
                                                                      
Construida entre 1.376-1.381 por los arquitectos Benci di Cione (1.31-1.388) y Simone di Francesco Talenti (1349-1.388),. su nombre se debe a que en el año 1.527 acamparon en la logia los lansqueneti, soldados de infantería, del emperador Carlos V, en camino hacia Roma.
                                                                                           

En un principio la logia fue utilizada para ceremonias y asambleas, pero en el s. XVI empezó a utilizarse como galería al aire libre de las esculturas de los Medicis, y en efecto fue Cosme I de Medicis quien en el año 1.555 coloco en la logia el Perseo de Benvenuto Cellini (1.530-1.571), considerada la escultura mas importante del pórtico, estatua en bronce que representa al héroe griego, alzando la cabeza que acaba de cortar a la Medusa  
                                                                     

Otra de las obras sobresaliente es el rapto de las Sabinas, escultura en mármol del flamenco Juan de Bolonia, llamado por los italianos Giambologna (1.529-1.608) 
                                                                                     

Otros monumentos de la Plaza de la Señoría  son el Tribunal de las Mercancías, construido en 1.359.
Sobre la fachada en lo alto se encuentran las copias de las veintitres artes, mas el escudo del Tribunal, mientras los originales se conservan en el interior del palacio.
                                                                                              

Otros edificios notables se integran en esta maravillosa y tan variada plaza, como el Palacio Uggucione, construido por el gran duque Giovanni Uggucione en 1.550
                                                            

y otros edificios mas modernos.

Las estatuas de la Plaza son un elemento decorativo de grandísimo nivel. Las mas antiguas son las que están delante del Palacio Viejo, el David de Miguel Angel, el Marzocco, león rampante, símbolo de la ciudad, Hércules venciendo a Caco, etc.; a destacar la gran fuente de Neptuno,
                                                                       


esplendida obra del arquitecto y escultor Bartolome Ammannati (1.511-1.592) y Giambologna escultor flamenco (1.529-1.608) que fue uno de sus aprendices.

Construida en mármol y bronce fue encargada para festejar el matrimonio entre Francisco I de Medicis (1.541-1.587) y la archiduquesa Juana de Austria (1.547-1.578).

La figura de Neptuno, en mármol de Carrara, refleja los rasgos de Cosme I de Medicis, se yergue sobre un pedestal decorado con figuras mitológicas, en el centro de una fuente octogonal.

La fuente ha sufrido numerosos daños a lo largo de los siglos: fue usada como lavadero; sufrió daños y vandalismo  ya en el s. XVI;, fue bombardeada durante la guerra de unificación de Italia, y fue restaurada en 2.005.por lo que tuvimos el placer de verla en su estado original. 

Para acabar este, ya largo, relato citare la estatua ecuestre de Cosme I de Medicis, muy cercana a la Fuente de Neptuno

La estatua fue encargada, en 1.587 a nuestro conocido escultor Giambologna, por Fernando I de Medicis (1.549-1.609) para honrar a su padre Cosme Primer Gran Duque de Toscana, y realmente luce soberbia.

Después de estas dos visitas la Plaza del Duomo y la Plaza de la Señoría, dimos por concluida la visita a Florencia, en esta ocasión, ya que nos esperaban cerca de dos horas de bus, por una carretera escarpada, con muchas vueltas, de manera que llegamos ya de noche.

Dejamos Bolonia para el próximo capítulo.
                                                                                                                                                            

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