martes, 23 de febrero de 2010

Intermedio

He visto que la cocina y las recetas de cada cual interesan mucho a los internautas; a mi también.

Hago largos recorridos por toda clase de delicias, hasta que me siento virtualmente ahita.

Así que he pensado en, entre viaje y viaje, poner unas cuantas recetas, ilustradas con fotos, después de su confección, de las que me han servido para alimentar a mi familia a lo largo de los años.

Están sacadas de aquí y de allí. Libros de cocina, revistas, un extenso curso de cocina que hice hace años con una extraordinaria cocinera francesa, recetas de amistades que me las han cedido y enseñado, recetas de mi madre, etc...

No siempre las recetas están bien explicadas en los libros y demas.

Quizás fueron elaboradas en el pasado con fogones distintos de los que usamos ahora.

Quizás los alimentos estaban menos cuidados y estandarizados en estos tiempos.

Quizás no fueron revisadas convenientemente, y los errores se deslizaron en ellas.

El hecho de haber cocinado durante años, es decir, la experiencia, sirve para subsanar esos errores.

En fin, trataré de que no suceda nada de esto y de que las recetas estén bien explicadas y la elaboración no se separe en nada de ellas.

Nos vemos... en la cocina

miércoles, 17 de febrero de 2010

Capítulo XII Último día de navegación

Habíamos llegado a nuestro último día de crucero. Después de embarcar en Boston teníamos dos noches y un día, un largo camino marino, para llegar a nuestro punto de desembarque en New Jersey. Parecía largo, y lo fue.

Después del desayuno hice una hora de paseo. El día no era esplendido, pero se podía caminar sin mojarse y sin ser arrastrado por el viento.

Otro rato transcurrió en la red, mientras C. estaba en la "biblioteca", pequeña salita adecuada para ese fin, leyendo no un libro de la misma, sino uno suyo.

Me temo que dicha biblioteca estaba surtida con los pocos volúmenes que los pasajeros van dejando al azar; o los olvidan, o quieren desprenderse de ellos.

No hay revistas de actualidad económica o social, o de cualquier otro tema; en resumen allí no hay nada interesante.

También, este día, había los consabidos entretenimientos, pero hace mucho que no tengo edad de guardería, y tampoco me servían.

A la hora de la comida

vimos que un cocinero, con mucho arte, hacia figuras tallando melones y otras frutas; había gran expectación contemplando sus habilidades; mientras comíamos acabo de hacer todas las figuras y yo pude hacer unas cuantas fotos de su obra, ya sin cola.

Uno de los atractivos del día, antes de cenar era una copa que ofrecía a nuestro grupo la agencia que había organizado el viaje.

En primer lugar, nuestro "embajador internacional", el morenito colombiano que ya nos había recibido el primer día, nos dirigió un saludo de despedida, y nos anunció, con gran entusiasmo que la compañía de nuestro crucero iba a poner en el mar, próximamente, un buque de ensueño, en el que cabrían mas de 5.000 pasajeros.

Un angel (helado) paso por encima de nuestras cabezas.

Creo que el sentir general era que ir con mas de 3.000 personas en la "pajarera dorada" era ya suficienteeeee...

Tuvimos una sorpresa interesante pues antes de la copa, se nos ofreció un concierto de guitarra a cargo de uno de nuestros compañeros, M.

Este maestro, de nacionalidad mejicana era un hombre agradable, de maneras muy educadas, que resulto un gran concertista, acostumbrado a giras mundiales.

Su guitarra, según me contó, la había mandado hacer en España, en Granada, donde son especialistas en ese arte.

Interpreto con mucho gusto, varias piezas clásicas.

En la cena el cocinero se esforzó, y esfuerzo había que hacer para dar de comer a tanta gente al mismo tiempo, y que saliera bien. El menú fue bueno. Tuvimos ocasión de tomar otra vez langosta, abundante en esos mares que habíamos recorrido.

Cenamos y charlamos por última vez con los compañeros que el azar nos había asignado durante los diez días de crucero.

Nos despedimos de los camareros que nos habían atendido durante las cenas: el principal R., rumano, y su ayudante O., panameña, los dos muy eficaces.

Despues de la cena nos fue anunciado un desfile temático; se había escogido como motivo decorativo los mares del Sur. La Promenade estaba adornada con articulos étnicos.

Los chicos que habíamos visto, días antes, patinando diestramente, se habían disfrazado de hawaianos y tahitianos, como si del carnaval se tratase y al son de una música a todo decibelio marcharon por el paseo central; hubo, incluso humo, pero no se atrevieron con fuego artificiales.

Teníamos que volver al camarote, ya que esa noche, con hora fijada a las 10 p.m. recogerían las maletas.

Al día siguiente estaba amaneciendo cuando llegamos al muelle, ya conocido.

Largas filas de futuros pasajeros llenaban el hangar de los controles, para hacer el "maravilloso viaje exclusivo".

Se veía entre la bruma de esa hora el "skyline" de los rascacielos de Nueva York, el puente Verrazzano, el puente de Bbrooklyn en la lejanía y más cerca la estatua de la Libertad.

Nosotros tambien eramos libres y estabamos en tierra firme.

Con el deseo de haberos entretenido algun ratito, os saludo y digo adios... hasta el próximo viaje.

sábado, 13 de febrero de 2010

Capítulo XI Cocina de Nueva Inglaterra II


Hemos llegado, casi, al final del viaje. Como me gusta cocinar, he buscado algunas recetas de la cocina de Nueva Inglaterra. No es fácil, pues los platos originales de la zona son pocos y ya hemos visto los tres mas importantes, el clam showder o sopa de almejas, la langosta y los postres con arándanos.

En Plymouth, la primera colonia, fundada por los padres peregrinos, según la leyenda, comieron con los nativos pavo asado.

Este ave es de origen americano, y reconozco que sirve para una buena celebración. Pero... ya no estamos en Navidad; es difícil de conseguir fuera de esas fechas.


Por otro lado en Europa no se celebra el Día de Acción de Gracias y tampoco estamos en esa época.

Por lo tanto he hecho otro menú, que me ha parecido posible en esas latitudes.

  • Ensalada Boston
  • Bacalao a la sidra
  • Tarta de calabaza
Ensalada Boston

para 4 personas

Ingredientes:
  1. 3 patatas medianas
  2. 100 g de tallo de apio
  3. 100 g de cebolla
  4. 50 g de nata de cocinar
  5. 100 g. de mayonesa
  6. 1 pizca de mostaza en polvo
  7. sal y pimienta al gusto
Elaboración

Cocer las patatas sin pelar en abundante agua fría durante 1/2 hora.
Cuando estén frías pelarlas y cortarlas en cuadritos. Reservar
Corta el tallo de apio en trocitos
Cortar la cebolla en trozos no demasiado grandes.
Hacer una mezcla con la mayonesa, la nata, la mostaza la sal y la pimienta de manera que quede fluida.
Añadir a las patatas, apio y cebolla inmediatamente antes de servir.


La mayonesa la hago siempre yo misma. Si alguien está interesado en como se hace me puede, que me pregunte vía e-mail

Bacalao a la sidra

Para 4 personas

Ingredientes

  1. 500 g de bacalao fresco en filetes
  2. 350 g de tomates
  3. 100 g de champiñones
  4. 300 ml de sidra seca
  5. 25 g de mantequilla
  6. 25 g de harina
  7. 75 g de queso parmesano rallado
  8. Sal y pimienta
Elaboración

Se calienta el horno a 190º, mientras se prepara el plato
Se pelan y se cortan los tomates por la mitad.
Se cortan los champiñones en laminas.
Se divide el bacalao en cuatro porciones.
En una fuente engrasada se pone el bacalao.
Se cubre con los tomates y con los champiñones
Se añade la sidra y se pone al horno durante 15 minutos
Se escurre el liquido que haya soltado, reservandolo.
Se tapa la bandeja con el pescado manteniéndola caliente
En un cazo se funde la mantequilla a fuego lento, se añade la harina, se remueve durante 2 minutos, se retira del fuego y se la añade el liquido de la bandeja removiendo.
Se vuelve a poner en el fuego y se deja cocer lentamente removiendo otros 2 minutos.
Se vierte la salsa sobre el pescado.
Se espolvorea con el queso y se pone al grill del horno durante cinco minutos, hasta que este dorado.


Tarta de calabaza

Hacer el fondo de tarta para forrar un molde de 25 cm.
Ingredientes
  1. 1 yema de huevo
  2. 200 g de harina
  3. 80 g de mantequilla
  4. 1 cucharada de aceite
  5. 1 vaso, de los de vino, más o menos de agua fría
  6. 1 cucharadita de café de azúcar
  7. mantequilla para untar el molde
  8. Un pellizco de sal
Elaboración

Poner la harina en un bol.
Espolvorear con la sal, añadir el azúcar, la mantequilla blanda en trocitos y la yema.
Triturar esta mezcla con la punta de los dedos hasta obtener una especie de serrín grueso.
Añadir el agua poco a poco mezclando
Espolvorear con harina la mesa , echar la masa y amasar un poco, formando una bola
Dejar reposar unas tres horas.
Al cabo de este tiempo, espolvorear una superficie con harina.
Poner la bola de masa y extender con el rodillo.
Colocar en el molde untado de mantequilla, recortar la masa sobrante.
Pinchar con un tenedor para que no abombe.
Poner 15 minutos a cocer en el horno antes de rellenar.

Para el relleno
Ingredientes
  1. 2 huevos grandes
  2. 100 g de azúcar
  3. 1 cucharada sopera de azúcar moreno
  4. 1/4 de cucharada de té de jenjibre
  5. 1/2 cucharada de té de nuez moscada
  6. 1 cucharada de té de canela
  7. 1 pellizco de clavo molido
  8. 1/2 cucharada de té de sal
  9. 450 g de calabaza estofada
  10. 375 ml de leche
  11. 275 ml de nata montada
Elaboración

Calentar el horno a 200º C.
Combinar todos los elementos y mezclar bien, se puede emplear la batidora eléctrica.
Echar en el molde preparado.
Hornear durante 40 minutos, o hasta que este cuajada.
Servir templada o fría, con o sin nata montada, al gusto


¡Qué aproveche!