Para empezar el día, emprendimos una caminata no muy larga, ya que nuestra base estaba cerca, a Portobello Road, una calle de Notting Hill, que recorre casi la longitud del barrio, donde está instalado el famoso mercado, conocido por la venta de ropa de segunda mano y de antigüedades.
El nombre de la calle procede de una granja que había en el lugar, Portobello Farm, que quería commemorar la batalla de 1.739, del mismo nombre, en la que los británicos atacaron, como era su costumbre, a las posesiones del Imperio español, entre las que se encontraba la pequeña, pero importante localidad de Portobelo, hoy día ubicada en la República de Panamá, exagerando a continuación la importancia del asalto y del botín obtenido, mucho menor que el que suponían que se encontraba, en esa localidad.
Bien, pues llegamos a Portobelo Road, que alberga los sábados el Portobello Road Market, el mas importante mercado callejero de Londres, solo que el día que llegamos allí no era sábado y la animación era escasa.
Ya conocíamos el mercado de otras visitas a esta ciudad, de manera que tras echar un vistazo, volvimos sobre nuestros pasos, y tras un ligero descanso en el hotel nos fuimos a visitar la Catedral de San Pablo, la catedral anglicana de Londres, sede del obispo de Londres, perteneciente a la iglesia de Inglaterra.
El emplazamiento donde se encuentra la catedral, en Ludgate Hill, es el punto mas alto de la ciudad y ha estado ocupado por edificios religiosos desde tiempos inmemoriales, comenzando por un dolmen,
posteriormente por un templo griego, al que sustituyo la iglesia mas antigua de Inglaterra, erigida en el año 604.
La catedral construida en madera fue, reconstruida y devorada por varios incendios, al menos cuatro veces, de los que el gran incendio de Londres de 1.666 fue el último, pues entonces la reconstrucción y el diseño fueron encargadas a sir Christopher Wren (1.632-1.723) el aclamado arquitecto, al cual se debe mucho de la fisonomía de Londres.
La ejecución del diseño y la construcción del impresionante templo duraron varios años, de manera que la última piedra de la linterna de la bóveda se coloco en 1.708.
Las opiniones sobre esta imponente obra fueron, como suele pasar, diversas, a unos les gusto y a otros no.
La catedral de San Pablo sobrevivio a los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, que destrozaron el altar mayor y el crucero norte.
En el siglo XX, se procedió a varias restauraciones, la última de las cuales, que duro 15 años, termino en 2.011.
La catedral de San Pablo está muy cerca de la City, pequeña area del gran Londres, el distrito financiero mas importante del mundo. Pudimos ver a algunos empleados de la City, se podían reconocer facilmente, tomando su descanso de medio dia para comer, imprescindible operación, que hacian sentados en un banco de la plaza de San Pablo, con un bocadillo o un pequeño recipiente con comida. Si, asi son los británicos muy sacrificados y austeros.
Nos dirigimos despues al puente del Millenium, muy cercano a la catedral
Se trata de un puente colgante de acero, de 325 m, para peatones, que cruza el río Támesis, la manera ma rápida paa ir caminando desde la catedral de San Pablo, hasta el antiguo distrito isabelino de Bankside, donde se encuentran varios teatros de esta época, donde se interpreta a Shakespeare, y donde tambien se halla la antigua fabrica generadora de electricidad Bankside Power Station, que alberga el museo Tate Modern.
Lo observamos con curiosidad y llegamos hasta la mitad del puente. Luego regresamos a la plaza de la catedral para seguir callejando por alli, y así nos llegamos al cercano Temple Bar Gateway, la única puerta de Londres conservada, que construida en el s. XVII, marcaba la entrada a la City, desde Westminster.
La puerta se salvo del gran incendio de Londres, pero el rey Carlos II (1.630-1.685) mando construir una puerta mas monumental, con arco de piedra, cuyo diseño se cree que encargo al arquitecto, reconstructor de Londres, tras el gran incendio, sir Chistopher Wren, que es el que hoy se puede ver.
Después de varios proyectos, nunca ejecutados, y otras ubicaciones, en 2.001 se decidio restaurarla y devoverla a la ciudad de Londre , lo cual se efecto en 2.004, delante de Paternoster Square, punto gegrafico mas alto de la ciudad.
Gracias a esta iniciativa la puerta se ha conservado y se puede ver junto a la catedral de San Pablo.
Desde allí cogimos un bus hasta Oxford Street, con intenciones de comer en los grandes almacenes Selfridges, que tiene, entre otras muchas cosas, una gran oferta de restauración.
Los grandes almacenes Selfridges fueron fundados por el empresario norteamericano Harry G. Selfridges (1.858-1.947), en 1.906.
Selfridges es una cadena de tiendas de alta gama, cuyo primer almacen fue establecido por su fundador en, la hoy principal calle comercial de Londres, que antes de la apertura de este gran almacen, apenas estaba desarrollada.
Harry Selfridges introdujo normas de marketing y de nuevas formas de venta y una publicidad innovadora, por lo que tienda tuvo un notable éxito.
Es muy destacable el estilo arquitectónico de la tienda de Oxford Street, obra del arquitecto y urbanista estadounidense Daniel Burham (1.846-1.912), en la que destacan sus vidrieras, que han pasado a ser un elemento distintivo de la marca, y la de otros de los Grandes Almacenes Selfridges, que se han extendido tanto por Gran Bretaña como por E.E.U.U.. como Birmingham, Chicago o Manchester.
Una vez acabada nuestra comida regresamos al hotel para descansar, antes de la siguiente actividad para culminar ese dia que fue la comedia musical "El fantasma de la ópera" en el Her Majesty Theater en Haymarket.
Aunque el primer teatro ubicado en este lugar data de 1,704, el actual edificio fue diseñado por el arquitecto ingles, Chales J. Phipps, autor de numerosos teatros en Londres y Gran Bretaña, en 1.897, y desde entonces ha servido como teatro y también como sede de la Real Academia de Arte Dramático.
El nombre del teatro cambia segun el sexo del monarca; desde 1.714, se llamo His Majesty Theater, pero tras la subida al trono de la actual reina Isabel II, en 1.952, se ha llamado Her Majesty Theater.
Desde la Primera Guerra Mundial, se ha considerado, debido a su amplio escenario, teatro apropiado para producciones musicales a gran escala, como, entre otras, la actual producción, que íbamos a ver,"El fantasma de la ópera", que lleva en cartel, en este teatro, nada menos, que desde 1.986.
Ya habíamos tenido ocasión de ver este musical cuando fue estrenado en Madrid, en 2.002, y ahora con el mismo montaje, íbamos a verlo en versión original.
El fantasma de la ópera es un musical del conocido compositor británico Andrew Lloyd Weber (1.948), director y productor de numerosos musicales, entre otras muchas otras composiciones musicales y obras de teatro.
El musical está basado en la novela del mismo nombre, del escritor francés Gaston Leroux (1986-1.927) famoso por sus novelas de terror y policiacas, como la que ha inspirado la comedia musical de Lloyd Weber.
El argumento, un tanto complicado, es la trágica historia de amor. Dos hombres están enamorados de la joven actriz Christine Daaé, uno es el joven aristócrata Raoul de Chagny, y otro un misterioso personaje desfigurada por lo que siempre oculto tras una mascara, que vive en la catacumbas de la Ópera y que llaman en el teatro el fantasma e la ópera. Todo el mundo le tiene miedo menos Christine, pero ella ¿lo ama?.
Esta es la historia de que un talentoso músico no encuentre su lugar en la sociedad debido a su apariencia.
El aforo del teatro es inmenso y se hallaba lleno, sin embargo el espectáculo, la fantástica escenografía, la música, en suma todo era tan impactante y atrayente que no se oía mas que lo que pasaba en el escenario. Una gran función de la que disfrutamos a tope.
Al regresar a nuestra zona de alojamiento fuimos a otro hotel cercano al nuestro, por fuera, pero bastante mejor en su amplio vestíbulo, que tenia un bar, donde tomar la última copa.
Otro día bien aprovechado.
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